Especial: Secretos mejor guardados🔥🔞🔥

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— ¿Estás seguro de que has empacado todo lo que necesitas? —preguntó el lobo curioso mientras observaba a lo lejos una caja de zapatos.

—Sí, eso es todo —, respondió Gulf.

— Hmm... ¿Estás seguro?—

—Sí, además nuestra casa está a solo 5 minutos, puedo venir en cualquier momento —, Mew abrazó a Gulf por la espalda y aspiró el aroma a fresas que solía quedar impregnado en él por hacer mermelada, un aroma que le pertenecía tanto como a las propias fresas.

— Aun no puedo creer que finalmente todo haya terminado y que ahora seas mi esposo —, mencionó Mew, aferrándose aún más a la cintura de Gulf.

—Yo tampoco puedo creerlo —, Gulf giró la cabeza en busca de un beso de su lobo.

— ¡Gulf! ¿Puedes venir un momento? —gritó Nila, y Mew frunció el ceño, lo soltó y Gulf tomó su rostro con ambas manos y le dio un beso casto en los labios.

Una hora después, estaban desempacando las pertenencias que Gulf había recolectado de la casa de Adela y de Nila.

Mientras sacaba las cosas, Gulf vio al fondo de una de las cajas una caja muy bien escondida y su rostro palideció, para luego enrojecerse por completo en cuestión de segundos.

Intentó recordar cuándo había colocado ¨eso¨ en la caja, pero estaba seguro de no haberlo hecho. Miró a Mew, quien parecía despreocupado doblando y ordenando la ropa en el armario. Abrió la caja para asegurarse de que no hubiera algo más aparte de esos juguetes que había comprado y usado no solo en sus celos sino también cuando su cuerpo ansiaba al lobo.

No lograba entender cómo habían llegado hasta esa caja, no recordaba haberlos guardado, de hecho, ni siquiera recordaba que los tenía.

El lobo se volteó y vio a Gulf mirando el interior de la caja, y sus piernas temblaron.

— Amor... ¿estás bien? —, dijo Mew. Cuando Gulf se volteó para mirarlo, se dio cuenta de que no le quitaba los ojos de encima a la caja en sus manos, y eso aumentó su nerviosismo.

— Sí, estoy bien —, dijo el minino mientras guardaba la caja nuevamente dentro de la caja más grande.

— ¿Seguro? —

— Sí... —Gulf miró más fijamente a su esposo, quien evitó su mirada como si le estuviera ocultando algo.

— ¿Y tú?, ¿estás bien? Te ves un poco nervioso —, preguntó Gulf.

— Yooo... — Mew alargó la palabra, pareciendo más sospechoso.

— Mew, me estás ocultando algo —, dijo Gulf mientras sacaba nuevamente la caja. Mew se sobresaltó y apartó la mirada. El minino se acercó a su esposo con caja en mano, sabiendo que tarde o temprano Mew se enteraría del contenido.

— Amor, ¿sabes lo que hay dentro de esta caja? — El lobo retrocedió un paso.

— No, bebé, ¿Dónde quieres que ponga este jugue... chaqueta?", titubeó Mew.

— Mew, ¿Cómo sabes lo que hay dentro de esta caja? —Gulf avanzó hacia él hasta acorralarlo contra la pared y lo mantuvo arrinconado, buscando respuestas en sus ojos evasivos. El aire se cargó de tensión mientras el lobo luchaba por encontrar una excusa creíble. Sin embargo, Gulf no estaba dispuesto a dejarlo escapar tan fácilmente.

—Ya basta de mentiras, Mew—, susurró Gulf con determinación.

—Sé que estás escondiendo algo importante, y necesito que me lo digas ahora mismo—

Mi lobo feroz ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora