Prólogo

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―¡Randy apúrate!

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―¡Randy apúrate!.

―¡Ya voy , espera un poco más mujer! ¡Esta maleta pesa como el demonio!―Gritó, soltando un jadeo. Jalaba una maleta de un azul marino hacia el auto de la familia con tanta fuerza que sentía qu en cualquier momento el brazo se le saldría. Aunque obviamente no es el único, aparte de la bolsa clamorosa que hacía un esfuerzo por permanecer cerrada, Stan estaba dentro del auto viendo detenidamente como Randy se mataba para traer la maleta.

No mostraba ninguna reacción en ese momento, solo jugaba con sus dedos esperando la llegada de su padre al auto.

Claro que se encontraba emocionado, al menos internamente, pues regresaría a un lugar que realmente lo reconfortaba, pero no estaba pensando en eso en aquel momento. Solo podía pensar en algo.

Veía a sus padres discutir sobre la hora, mientras él sentía que su esperanza se desmoronaba, quizás no llegarían... hasta que en un momento al escuchar un pequeño silbido del otro lado de la ventana, volteo. Sus ojos se abrieron como platos al ver a dos rubios y un chico algo regordete que estaban frente a él esperando que baje la luna, el moreno rápidamente se acercó a la ventana, tropezando con sus brazos con una emoción ahora visible.

―¡Si vinieron!―Exclamó cuando logro bajar el vidrio, sus ojos brillaban con emoción recuperando un poco la esperanza que había perdido hace unos segundos.

―¡Por supuesto que venimos! ―le sonrió― ¿Porque no vendríamos?

―Yo solo vine porque no tenia nada que hacer en casa.―dijo Eric, al rato comenzó a toser como si muriendo cuando Kenny le dio un ''pequeño'' golpecito en el estomago.

- No lo sé, tal vez porque estaban ocupados como dijo Cartman —dijo Stan— o porque no querían verme-...—susurro Stan nervioso, lo último.

—Stan, somos tus amigos.. —pronunció el de chamarra naranja y cabello rubio.— íbamos a venir porque eso hacen los amigos.

Cartman solamente escuchaba la conversación. No era alguien que le demostraba demasiada atención a Stan pero aun así lo iba a extrañar. Fue una parte del grupo de sus amigos, el líder del grupo de sus amigos, sinceramente, iba a extrañarlo al menos un poco, pero claramente no lo iba a demostrar por su orgullo.

- Ajá...- asintió sin importancia alguna, mordiendo nuevamente su rosquilla.

- ¡Gordo, muestra más emoción, tristeza, algo!- exclamó el rubio enojado. - ¡Mira como pones a Stanley! Tiene cara de depresivo, mira, mira.- dijo para señalar la cara del de pelos negros.

Stan rió y rodó sus ojos azulados. Los iba a extrañar demasiado.

―Stan no estés triste, ¡Nunca estarás solo, nosotros te esperamos aquí!― comentó Butters con una sonrisa característica.

―¿No tiene a esas asiáticas locas? ¿Porque se sentiría solo?―cuestiono Cartman poniéndose en defensiva contra Kenny para que no recibir otro golpe.

𝐌𝐲𝐬𝐞𝐥𝐟  ˢᵗʸˡᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora