➤; ʟᴀ ᴍᴀʀᴄᴀ ᴏsᴄᴜʀᴀ.↶

Capitulo 6: Celeste apagado

Estaba nuevamente paseando por su nuevo hogar temporal, con la mente alborotada por el cruel recuerdo de Goon-Doc. Su sonrisa tenebrosa, sus ojos llenos de malicia, y esa voz tan imponente y escalofriante, le era imposible no olvidarlo, como una herida. Y aquel recuerdo, era como sal penetrando la zona, provocándole un ardor horrible y doloroso.

El territorio sombra, era dentro de todo, obscuro y eso le hacia recordar el vacío de su mente tan agobiada, pero, se había acostumbrado, y el entrenamiento funcionaba como una distracción.

En su pequeño recorrido decidió parar en el tronco de un hongo caído, sentándose con la mirada vacia y sin brillo. Sus ojos perdían ese hermoso tono celeste vivo y colorido. Cerro sus ojos por un momento y dio un largo suspiro. Centro sus emociones en el sonido ambiental de Bajoterra y logró divisar sonidos que nunca hubiera escuchar, pequeños chirridos se transformar en palabras que a duras penas logró entender.

- Elí, ¿Estas bien amigo? -.

Se sobresalto al escuchar a alguien hablarle. Abrió sus ojos rápidamente y se estabilizo, mirando de un lado a otro, solamente distinguiendo a sus babosas fuera de su mochila, con miradas preocupantes y algo tristes.

- ¿Escucharon eso? -. Pregunto a sus amiguitas. Ellas le miraron con suma preocupación, ¿su lanzador se estaría volviendo loco?. Burpy una vez más volvió a chillar, subiéndose a su hombro mientras se acurrucaba en señal de consuelo. Una vez más suspiro, les indicó a sus babosas que volvieran a la mochila, que partirían de regreso a la aldea.
Pero, escuchaba unas pisadas de entre los hongos y helechos, miro a su alrededor y... Eran al menos dice integrantes del clan sombra y su líder, pareciera como si lo hubieran seguido. Quizás haya sido así.

- ¿Que hacen aquí?, Ya estaba volviendo para mi entrenamiento.. -

El lider lo calló con una simple mirada. Ordeno, lo tomó por su camisa con su cola prensil y lo llevó consigo por medio del teletransportador. Al llegar a la aldea sombra todos lo miraban.

Tener todas esas miradas, esa presión. Si no fuera porque seguía colgado del lider, hubiera podido escapar de tantas miradas sobre si. Trataba de zafarse de ese agarré, pero en ese proceso solo consiguió acalambrarse a si mismo. El líder lo bajo al escucharlo quejarse.

- ¿¡Que sucede!?, ¿¡he hecho algo mal!? -. Exclamó con preocupación y miedo.

El líder negó, le miro con algo de intriga y preocupación. Le miraba fijamente a los ojos, eran de cierto modo hipnotizantes, ese celeste apagado parecía una adicción nueva a la cual podría tener por habito para siempre. Le sonrió al chico cual le miraba asustado.

- Muy pronto, estarás listo Hijo de Shane -.