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El consultorio estaba en completo silencio mientras ambos hombres mantenían los ojos cerrados, ninguno se atrevía a terminar por completo con la distancia, pero disfrutaban por el roce entre ellos, era como volver a tener un pedacito de su corazón. Sin embargo, los dos se sobresaltaron cuando un par de golpecitos sonaron en la puerta y Leah comenzó a balbucear algo inquieta.

- Adelante. -Louis dijo, aclarandose la garganta y manteniendo una distancia prudente del rizado.

- Perdón, doctor Tomlinson. -Una sonrisa de disculpa era dada por Jessy. -Su paciente de las 4:00 acaba de llegar.

- Oh, está bien, gracias Jess, dame cinco minutos. -Louis asintió de forma amable, quedándose en silencio hasta que la puerta fue cerrada de nuevo. -Tienen que irse.

- Siento haberte interrumpido, no era mi intención...

- Está bien, Harry. Los veré más tarde. -Le dio un abrazo a su bebé en forma de despedida. -Ve con papá, te veré por la noche, preciosa. -Besó su cabecita y la regresó a los brazos de Harry.

- Suerte en tu consulta. -Fue lo último que el rizado dijo antes de salir del consultorio.

Louis por su parte, se frotó el rostro en frustración, ¿qué estaba pasando con él? ¿Dejarse besar por su ex? Era una completa locura. Debía de detenerse, detener a su corazón que parecía querer seguir latiendo por Harry. Aquel hombre que lo había abandonado en el momento más importante de su vida.

Cuando menos lo espero, la hora de su salida había llegado, para buena suerte, no había surgido ninguna emergencia, así que salió tranquilamente del hospital. Sonrió al ver a su esposo en el estacionamiento, pues Samuel había salido unas horas antes que él.

- Buenas noches, señor Fender. -Louis dijo alegremente.

- Buenas noches, señor Fender. -Respondió Sam con una sonrisa, para después darle un beso al más bajo. -¿Qué tal el turno?

- Estuvo tranquilo hoy, no hay mucho que decir. -Dijo Louis, mientras dejaba que los brazos de su esposo le rodearan la cintura para acercarse un poco más.

- ¿Te cuento un secreto? -Sonrió ampliamente ante el asentimiento que recibió. -Te ves precioso bajo la luz de la luna. -Samuel susurró, para después depositar un suave beso sobre los labios de su amor.

- Te amo. -Susurró de vuelta, aceptando el beso. -Hay que ir a casa, nuestra bebé no debe de tardar en llegar.

- Está bien, y también te amo. -Ambos subieron al auto, siendo Samuel quien manejaba.

Cuando llegaron a la casa, el auto de Harry ya estaba fuera, sostenía a Leah en un brazo mientras tocaba el timbre. Louis sonrió inevitablemente, le parecía una imagen muy linda y en silencio la guardo en su mente.

- Ey, buenas noches. -Samuel saludó con alegría mientras de acercaba a la puerta para abrirla. -Pasen, pasen.

- Buenas noches, gracias. -Harry parecía un tanto serio.

- Pa. -Leah habló mientras extendía sus bracitos hacia el enfermero.

- Hola, linda, ¿me extrañaste? -Y tomó a la pequeña mientras se adentraba a la casa.

- Hola, Louis. -Harry miró a su ex esposo, quien cerraba la puerta tras de sí.

- Hola. -Huyo de las esmeraldas, no atreviéndose a mirarlas después de lo que había sucedido aquella tarde.

- Ya te he enviado la información del guardaespaldas, mañana se presentará en la mañana, ¿no hay problema? -Habló con calma el rizado, como si no estuviera tan atormentado como el ojiazul, y quizás no lo estaba.

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⏰ Última actualización: Apr 26 ⏰

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