Disciplina

79 8 0
                                    

Kazuma estaba conversando con una de las pocas personas a quien realmente respetaba, a alguien a quien ha admirado durante toda su vida prácticamente, a la única persona que extrañó genuinamente cuando se fue al otro mundo.

Kazuma: En serio aprecio mucho esto abuelo, esos niños son cada vez peor conmigo, especialmente Azar.

Katsuro: Y ahí estás otra vez quejándote-dijo con alegría.

Kazuma: Vamos son solo dos semanas-dijo casi suplicando.

Katsuro: Está bien, igual lo iba a hacer, pero me gusta verte suplicar-dijo entre risas-después de años vuelvo a ver a mis nietos.

Kazuma: Ni que lo digas, si tu hubieras estado ahí durante estos años, serían más buenos, serían ese tipo de personajes que tienen fuerte sentido de justicia y tienen un honor inquebrantable, fue por eso que no los quise exponer mucho a ti-acompaño las risas de su abuelo.

Katsuro: Por supuesto que sí, pero dime tu esposa está de acuerdo con esto-preguntó.

Kazuma: Fue difícil convencerla, pero sí, le dije que ellos necesitaban disciplina y le comenté que te he estado pidiendo favores los últimos años.

Katsuro: Los últimos trece años, aún me acuerdo cuando apareciste de la nada, debo decirte que me asusté mucho.

Kazuma: Me acuerdo como gritaste, fue gracioso para mí-dijo riendo mientras tomaba una cerveza.

Había pasado una semana desde que Kazuma había estado en Japón nuevamente y se había reconciliado por sus padres, apenas el día de ayer había terminado su luna de miel con su esposa, y como ella volvía a su trabajo, y él no tenía nada que hacer, Darknes tenía cosas de nobles que hacer, Megumin tuvo que ir a su aldea y Aqua fue obligada a ir al cielo a terminar todo el trabajo que tenía pendiente, así que Kazuma aburrido, decidió ir a Japón a visitar a su abuelo, a la persona que más admiraba y tomar un par de cervezas, quería ver cómo estaba después de los años que él murió, así que se teletransportó al lugar donde vivía su abuelo, una granja, después de jubilarse su abuelo había decidido que con sus ahorros se compraría una granja y trabajaría en ella, más que todo por diversión que por otra cosa pues su pensión por jubilación era buena para que alguien de su edad viviera cómodamente, cuando Kazuma apareció en la granja apareció frente a su abuelo que se sorprendió al ver al muchacho, tanto que dio un gran chillido hasta que al fin pudo hablar.

Katsuro: ¿Kazuma? – dijo sorprendido a la vez que unas pequeñas lágrimas brotaban de él.

Kazuma: Abuelo, soy yo-dijo feliz el muchacho después de ver a su abuelo.

Katsuro: No, no puedes ser tú, estás muerto-dijo llorando mientras a su mente venían posibles respuestas y la que más resonaba era que su muerte estaba cerca, y que sería su nieto el que lo guiará por ese camino.

Kazuma: Tranquilo abuelo soy yo, Kazuma, sé que probablemente estés sorprendido, pero no te alarmes, todo está bien.

Katsuro: Al parecer ya es mi fin, al menos me da gusto ver que tú serás mi guía al cielo-dijo resignado.

Kazuma: No estás muerto, tranquilo abuelo. Yo tampoco-dijo tranquilo-yo estoy vivo. No te preocupes yo sé que es muy difícil de entender, pero tranquilízate y te voy a explicar todo lo que me pasó.

Katsuro: Eso me da tranquilidad hijo mío, saber que estás vivo, después de todos estos años el volver a verte me da paz hijo, creo que ya puedo morir en paz-dijo con unas pequeñas lágrimas.

Kazuma: Tranquilo abuelo, no debes morir todavía, aun quiero volver a pasar tiempo contigo.

Katsuro: Está bien hijo. Cuéntale todo a este viejo.

KONOSUBA: LUNA DE MIEL 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora