[❧] Destrozame [❧]

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Notas: Hola, se que coloque en la descripción un "en unos días" pero decidí tomarme mi tiempo con esto. Eso y tuve un bloqueo de los cabrones sobre como hacer que estos dos terminen hechando pata, me parecen tan tiernos que me costo un poco imaginármelos así. Al final, siento que esto quedo bastante bien. 

Aclaración: Cuando comencé a escribir esto me quede en la historia que había cuando el juego tenía apenitas un mes de salido. Así que puede que hayan cosas que estén rarunas.

Apenas hace dos días retome el juego, así que porfa no spoiler.

Espero que disfruten del texto que me tarde un chingo y es el porno más largo que he escrito.

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[❧] Destrozame [❧]

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Dan Heng se encontraba solo en el archivero, rodeado de estanterías repletas de todo tipo de libros de todas la épocas y adquisiciones cuyo origen es todo un misterio. Se había apartado del griterío del tren para encontrar un momento de paz. Mientras se sentaba en su cama, con un libro olvidado hace rato en su regazo, su mente vagaba por los recuerdos de los últimos meses que había pasado junto a Caelus.

Su Caelus.

Recordó vívidamente cómo se conocieron y cómo el amor había brotado como una chispa desde aquel intento de RCP que había salido muy (demasiado) mal. Aquel encuentro fortuito había dado lugar a una hermosa historia de ensoñación y anhelo, llena de risas, complicidad y momentos inolvidables que nunca espero vivir, no después de haber huido de su pasado.

Cada día que pasaba junto a Caelus era un regalo, una oportunidad para descubrir nuevos rasgos de su personalidad, para compartir risas y secretos, y para crear recuerdos que guardaba en el rinconcito más especial de su corazón.

Sonrío al recordar aquellas tardes en donde se quedaban juntos en el archivero, a veces a su rollo leyendo en silencio solo con el sonido de los servidores en funcionamiento, disfrutando de la compañía y del contacto de sus manos entrelazadas. La tranquilidad del lugar se fusionaba con el amor que fluía entre ellos, creando un oasis de paz único, en donde sus constantes pesadillas nunca se atrevían a asomar.

El brillo en los ojitos dorados de Caelus y su risa contagiosa llenaban el archivero de una magia única. Sus conversaciones eran como hilos de complicidad y susurros de ternura que flotaban en el aire, armando un vínculo indescriptible y profundo entre ellos.

En ese rinconcito especial, el tiempo parecía detenerse, y solo existían ellos dos. No era un hombre marcado por pecados imperdonables que busca la redención, ni un alma que nomás medio sabe quién fue. Eran simplemente ellos, dos almas entrelazadas, juntas, amándose.

Acarició la portada toda desgastada del libro que descansaba olvidado en su regazo, recordando cómo Caelus le pedía leer cachitos de historias o datos aleatorios que recordaba después de archivar. A veces, era Caelus el que leía, con esa melodiosa voz suya. Aquellos momentos compartidos, le hacían ver que el amor podía ser un refugio, un respiro en medio de tanto embrollo.

Mientras se perdía en sus recuerdos y en el amor que emanaba de cada rincón del archivero, sus labios susurraron un nombre en un suspiro profundo: Caelus. Y en ese momento, su corazón se llenó de gratitud, como un río caudaloso de emociones, por haberse topado con el amor en aquel rincón de paz donde las palabras bailotean en las páginas, donde los servidores susurran en el silencio de la sala, como chispas de electricidad que fluyen sin cesar, y donde los secretos se entreveran en la penumbra.

En la luz de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora