Dia 1/ Estampida Part.2

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Camine hacia donde escuche esa voz llorar, pero mi atención se fue hacia un sonido que creí que venía del centro de la habitación, salí de detrás de las literas y miré hacia al frente de la habitación, arriba, había un contador que marcaba exactamente 200 jugadores, abajo del tablero, en el pequeño escenario aparecieron unos guardias vistiendo ese conjunto rojo y máscara blanca que apenas y recordaba de los últimos juegos. Me acerqué al escenario al igual que la multitud, y después de un pequeño discurso de los guardias la gente se volvió loca, comenzaron a gritar y a quejarse, "¿PORQUE NOS TIENEN AQUÍ?! ¿PORQUE OTRA VEZ? ¿NO LES VASTO CON LA PRIMERA?! DÉJENME SALIR! QUIERO SALIR! SÁQUENME DE AQUÍ! POR FAVOR, QUIERO IRME!" Eran las cosas que más se escuchaban de entre la multitud.

Se mostró un video en el tablero y la atención de todos se dirigió a este, en el explicaban porque habíamos regresado, teníamos problemas, como los juegos pasados, ¿todos? Enserio quieren que nos traguemos eso? Esto estaba mal, sabía que había algo más que eso, casi todas las personas que estuvieron en los juegos pasados están en este, admito que antes tenia algunos problemas y acepte participar, nunca supe de que se trataba hasta estar dentro, pero lo acepté, y al parecer morí, perdí, pero recuerdo que al día siguiente desperté en mi casa con la memoria totalmente en blanco acerca de lo que había pasado y viví mi vida normal de nuevo. No sabía porque estábamos aquí de nuevo, pero está, está no era la razón.

Después de eso pasaron a explicar las reglas, las mismas que en los otros juegos, solo que en excepción, aquí no estaba la opción de salirse si la mayoría elegía hacerlo. Los guardias salieron del escenario y vi como algunos comenzaron a escoltar a las personas a través de dos pequeñas puertas al lado del escenario, comencé a abrirme paso entre la multitud intentando ver hacia donde nos llevaban o encontrar a alguno de mis amigos, pero no logre hace mucho, mi pequeña estatura y personas empujando y gritando no me dejaban ver bien. Mis recuerdos apenas comenzaban a regresar de a poco pero ese pasillo... ver tanta gente reunida con todos esos uniformes, esas paredes, ese pasillo... ese... campo... me trajo todos esos horribles recuerdos devuelta.

Al principio la luz del sol me deslumbro un poco, estaba caliente, pero era un calor húmedo como el que hay en Monterrey, este se sentía diferente, seco. El cielo estaba algo despejado y se alcanzaba a ver lo azul que era, demasiado azul, definitivamente no era Monterrey. No sé dónde estábamos, pero definitivamente era lejos de casa. Aproveche que algunas personas comenzaron a esparcirse para intentar llegar al frente, había una línea roja marcada en el suelo la que nadie quería cruzar por el miedo a que pasara lo mismo que la primera vez. Era un largo campo sin techo, pero si con paredes a los alrededores pintadas para que simularan ser un desierto o algo parecido, y al final de este un arbol, muy grande, alto y con un chingo de ramas. Estaba concentrada estudiando los alrededores y buscando a mis amigos que no escuche bien al mensaje que comenzó a escucharse. - "Deberán correr mientras las bestias avanzan hacia ustedes, si son alcanzados por una de las bestias, serán eliminados."- dijo una voz conocida.

"Bestias?! ¿A que carajos se refiere con bestias?", no tube mucho tiempo para pensar antes de que se escuchara un fuerte sonido parecido al de un disparo lo que hizo que todos comenzaran a correr, incluyéndome, no sabía a donde ir ni que hacer, corrí lo más rápido que pude hasta la última pared, muchos creyeron que eso era todo, se notaba que no lo habían vivido la primera vez. En la pared del principio, en donde estábamos todos hacía unos cuantos segundos, se abrió y de ahi comenzaron a asomarse toros, muchos toros, aunque no me detuve a contarlos ya que como muchos al verlos voltee hacia la pared y comencé a golpearla para que abrieran, y al ver que no funciono por un par de segundos volví a voltear hacia los toros, tenían los ojos rojos, y eran gigantes, mas que cualquier toro que jamás hubiera visto. Creo que me quede en shock unos momentos porque si no fuera por una persona que jalo de mi brazo creo que no me habría dado cuanta que la pared que anteriormente estaba golpeando se había abierto finalmente, no o dude dos veces y comencé a correr. 

Al parecer en donde estábamos era enorme, no solo ese simple campo con paredes falsas era todo un circuito y efectivamente, estábamos en el desierto. No era de las ultimas personas, pero tampoco era de las primeras, y si me lo preguntaran creo que de lo más difícil de estar en ese lugar es ver como personas se tropezaban o perdían el equilibrio o simplemente ya no podían correr más y aceptaban su destino. Creo que nunca corrí tan rápido en mi vida, sentía como mis piernas, mis pulmones, todo mi cuerpo se sentía más pesado en cuanto más corría, mi cuerpo me pedía que no corriera más pero mi mente no permitía que me detuviera, porque dentro de mi sabia, sabía que, si lo hacía, sería la última cosa que haría. Corri lo más rápido que pude por lo que parecían horas, algunas personas se quedaron atrás pero finalmente conseguimos llegar a una gran puerta de lo que parecía ser madera. Se abrió de par en par y entramos, habíamos regresado al inicio, corrí con las demás personas a meterme adentro de una de las puertas de donde salieron los toros, nos quedamos ahi un par de minutos y al ver que no pasaba nada y no había peligro intenté abrirme paso para buscar a mis amigos. 

Intente pasar entre la gente, pero era prácticamente imposible para un minion como yo, así que opte por cubrirme a un pequeño escalón que había en la esquina, desde ahi al menos alcanzaba a ver las cabezas de las personas, a lo lejos vi a Aldo... Roier... y... y Mariana?! Donde esta Osvaldo? Comencé a alterarme y buscarlo por todos lados, mientras mas buscaba y no lo encontraba mi respiración se iba agitando, no quería pensar en que pasaría si... mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas cuando... lo vi, estaba vivo, estaba bien, los cuatro estábamos bien.

Habíamos sobrevivido.


Al menos la primera prueba.

No otra vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora