•|Capitulo 3: ¿Cena o sexo?|•

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-Tn:
Asentí sin abrir la boca y cuando llegamos me bajé con la ayuda de Alisha y al quitarme la venda de los ojos no me imaginé lo que estaba viendo, era hermoso. Una mesa en la playa con una cena romántica en medio del precioso atardecer.
Alisha, ésto es hermoso de verdad, no me lo merezco.

-Alisha:
Shhhh princesa, te mereces esto y más.
Agarré su mano y caminamos hacia la mesa, al verla que no la gustaba la arena, la cogí en mis brazos y caminé hasta la mesa y la senté en su silla.

Ambas cenamos mientras Alisha no paraba de decirme piropos. ¿Será que me esté enamorando de mi modelo? Sé que ella se enamoró de mí desde que nos vimos en el entrenamiento, pero joder, no me podía decir nada al ser yo menor de edad. Pero hoy que he cumplido los 18 pues ya me puede decir todos los piropos que quiera.

Minutos después de cenar, nos fuimos al cine y vimos Titanic. Al ser yo muy sentimental lloré mucho al final. Terminé mojando la camiseta de Alisha jajaja.

-Alisha:
Después del cine la llevé a una feria, quería que se sintiera una niña otra vez la conseguí un Winnie de Pooh, se veía muy tierna, así que la hice esta foto.

-Alisha:Después de pasarnoslo muy bien en la feria volvimos a casa y me senté en la cama agotada

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-Alisha:
Después de pasarnoslo muy bien en la feria volvimos a casa y me senté en la cama agotada.

-Tn:
La ví en irse a mi cuarto y la seguí me tumbé a su lado, me comencé a quitar la camiseta delante de ella y la comencé a besar moviéndome encima de ella.
El mejor cumpleaños de mi vida Lehmann.

-Alisha:
Seguí aquel beso sin pensarlo dos veces.
Sí sí princesa, el mejor pero lo que viene ahora será lo mejor del mundo.
Me senté en su regazo mirándola con una sonrisa.

-Tn:
Aquella sexy rubia, rompió la poca distancia que nos separaba y comenzó a besarme el cuello; pasé mis manos por su cuerpo y las dejé allí, logrando que no se separase de mí y seguidamente ella bajó una de sus manos hasta mi cintura mientras que la otra estaba sujetando mi nuca y ella seguía besando mi cuello, cada vez pegaba más y más su cuerpo al mío.

Bajé mis manos hasta sus caderas y comencé a quitarle poco a poco el pantalón y, ¡demonios! Tenía que admitir y ni siquiera pensé que tenía un cuerpo para morirse.
Ella seguía llenándome de besos pero ésta vez me las apañe para quedar yo encima de ella; me senté en su regazo y empecé a quitarle el sostén, el cual lo lancé a alguna parte de la habitación, al rato ella hizo lo mismo con el mío al ir a besarla.
Solamente quedaba una prenda, que, para mi parecer, empezaba a estorbar. Me detuve un momento encima de ella y empecé a besar todo su cuerpo; su cuello, su pecho, su abdomen, para luego volver a subir y recibir una sonrisa de su parte.
En un descuido puso su mano en mi última prenda, yo puse la mía sobre la suya e hice presión para ayudarla a bajarla.
Puso una de mis manos en su tanga dándome la señal de que lo quitara; el primer contacto de nuestras partes, sé sintió tan bien y entre medio de besos ejerció una leve presión en ellos para luego, con una de sus manos empezar a estimular mi centro suavemente cuando menos me lo esperaba tenía dos de sus dedos en mí. Empezó a moverlos, yo sólo podía arquear mi espalda y gemir.

Mi niña (Alisha Lehmann y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora