4° DÉJAME BAÑARTE

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Aviso: aquí ya empieza el lemon mis amigos. Así que disfruten.

El día amaneció y la noche se llevó consigo su pasado. Nagisa estaba sudando de pies a cabeza, sentía la gran necesidad de tirarse un chapuzón. Karma estaba sentado a su lado, se veía algo preocupado.

- ¿Karma pasa algo?

El pelirrojo le mira con una sonrisa forzada.

-No encuentro mi diario, es algo muy preciado para mí.

Nagisa traga saliva y no dice nada. Karma sale de la habitación sin dirigirle la palabra. Itona pasa para arreglar algunas cosas, entre estas el generador.

-Linda mañana.

-Si, pero Karma me preocupa.

-Si, también lo vi así, ya se le pasará.

Ambos estaban de acuerdo en aprovechar el día para convivir como antes hicieron. Koro-Sensei estaba arriba preparando el desayuno. Itona le dice que todos los aparatos rastreable fueron confiscados en un almacén al que la señal no puede llegar. Esto no le pareció una sorpresa, su madre le llamaría una y otra vez porque la policía así lo quería. Itona saca algunos cables y juega con ellos para crear un ducto de energía limpia como fuente de electricidad. Nagisa le ayuda en organizar algunos aparatos, luego tuvo la libertad de ir a desayunar.
Arriba el ambiente se sentía muy agradable, Karma bebia un café tibio y su maestro les preparaba panqueques.

-Nagisa-kun, al fin.

Le sirve un plato y sus panqueques, Nagisa se sienta y no mira que Karma le sonreí de forma lasciva.

-Saben, ayer por la noche me comunique con... A ver ¿Adivinen?

Ambos pensaron en las posibles respuestas. Hay muchas, puede ser cualquiera de la clase E, pero al ver el sonrojo en la cara del pulpo, se dieron cuenta de quién se trataba.

- ¿En serio ella?

-Si, su profesora Irina va a venir hoy.

-Y como te comunicaste con ella.

Quiso saber Nagisa. Koro-Sensei puso cara en blanco.

-Bueno, tal vez fui yo quien la invitó... Igual iba a pasar, era una corazonada.

Ambos no se creyeron eso, pero les dio igual. Siguieron comiendo, Irina llegará al medio día. Koro-Sensei sale volando para comprar algunos dulces en Vietnam. Nagisa termina su desayuno y deja los trastes para lavarlos, le tocaba a Karma hacer eso. Se dirige a la sala de profesores donde Itona reparaba una cámara de seguridad que estaba averiada.

-Vi cómo se fue, al parecer esa tal Bitch va a visitarnos.

-Eso parece, para serte sincero ella me da algo de miedo.

Itona no pregunta el por qué.

- ¿Qué hacías durante el tiempo del alejo?

-Bueno pues...

No podía decirle que era un asesino, eso crearía problemas, igual lo de la asesinato ya fue cuando decidieron salvarle la vida al pulpo. El peliazul pensó en muchas cosas, hasta después de ver un antiguo horario de clases supo lo que tenía que decir.

-Me volví una especie de maestro.

- ¿A sí? ¿de qué tipo?

-Daba talleres de lenguaje.

Era cierto que durante un tiempo Nagisa quizo volverse escritor como hiso Terasaka, aunque su madre no se lo permitió, decía que ese tipo de cosas no era aptos para alguien como él, si hubiera tenido la oportunidad de estudiar literatura ahorita mismo no estaría aquí, reuniendose de nueva cuenta con sus compañeros de clase. Itona se queda en la sala mientras Nagisa sale con unos papeles en la mano para disimular un trabajo importante. Regresa al búnker donde pensó darse un baño tibio, estaba apestando. Se desnuda en la entrada del baño, deja la ropa sucia echa un bollo a un lado y entra a la ducha. Desde allí escucha como Karma entra y pregunta por él.

-Estoy duchándome.

No ubo más respuesta. Se oyeron unos ruidos afuera del baño, luego la puerta abriéndose, Nagisa pensó que solo sería para lavarse los dientes y sí que hiso eso, pero terminado, descorre la cortina de la ducha descubriendo a su compañero enjuagándose el cabello.

- ¡Karma!

Este se mete a la ducha cumpletamente desnudo y cierra la cortina. El pelirrojo arrincona al pequeño en una esquina y le arrebata el jabón.

-Seré simpático, tu solo no te muevas.

Le acaricia una mejilla, luego se junta al pequeño, le revuelve el cabello mojado y le sopla en una oreja.

-Dime algo, en estos años ¿Alguna vez soñaste conmigo?

-Pues.... No.

Se notaba algo de mentira allí, pero al rojito le dio igual. En poco tiempo, ya estuvieron acurrucados allí, en esa esquina de la bañera mientras el agua caía a chorros de la regadera.

-Karma... ¿qué... haces?

Inmediatamente después de esa pregunta, Karma coge las mejillas del pequeño y lo besa apasionadamente. Cuando tuvo oportunidad le metio la lengua, saboreando esa escencia que solo Nagisa podía producir, algo esquicito para el pelirrojo. Nagisa parecía perder los estribos, caería rendido ante Karma tarde o temprano. En algún punto se separaron dejando un hilillo de saliva que fue cortado por otro beso inmediato, sol oque esta vez fue un poco más salvaje. No permitia al pequeño cortarlo para respirar y su lengua amenazaba con ir más allá.

-Es... per-r-ra un poco... ¡Kar...!

Karma no iba a permitir que este momento sea interrumpido, estaba cumpliendo su objetivo, después de muchos años al fin podía volver a acariciar esa suave piel, perderse entre ese fino cabello azul cual tapiz de un alfombrado en las altas clases. Nagisa se sujetaba de los resbalosos hombros del mayor, era como escalar una  pendiente en plena lluvia, solos a la luz de la luna. Karma empuja el pequeño cuerpo de su amigo contra la pared, él lo disfrutaba mucho.

-Ya para.

Dice Nagisa dandole un leve empujón.

- ¿Pasa algo?

-No puedo.

- ¿Qué cosa?

-Ir así contigo, somos compañeros y más aún, hombres.

- ¿Y qué?

Sin darle oportunidad de respuesta, vuelve a darle besos apasionados dejandolo atónito. Era presa de un león, el pobre polluelo que nunca logró salir del nido. Cuando al fin dejó en paz a Nagisa, frotó su cabello y lo olió.

-Hueles a acondicionador.

-Si, me lo pongo todas las mañanas.

Karma le abraza, lame el cuello del pequeño y baja su otra mano.

-Espera Karma, ahí no.

-Si, ahí quiero.

Estaba desnudo así que será fácil para él. El peliazul gemía de placer, no podía no admitir que esto se sentía bien. Rosa la punta del miembro de Nagisa con la yema de sus dedos con suavidad, después fue algo agresivo, no podía distinguir el semen del agua, ambos fluidos resbalaban y eran líquidos. Vuelve a los besos y esta vez Nagisa no se resistió mucho.

-Hay... Karma ahaha... Dios... Karma ¿qué...?

No podía completar sus palabras, el placer le cprtaba todo. Karma se pegó más hasta apretar al pequeño, quería darle contra el muro. Puso el miembro de Nagisa entre sus piernas y lo apretó, el pequeño iba a gritar, pero Karma sujeta su lengua y mete la mano en su boca. Cuando lo saca, deja de apretar sus piernas, recuesta su cabeza en e hombro de Nagisa y le pregunta susurrante.

- ¿De quién eres Na-gi-sa-kun?

Le echó un soplido y procede a morderle el hombro, no iba a parar hasta que Nagisa respondiera.

-Dilo.

-De tí.

-Exacto.

Lo libera y le da un último beso de cinco segundos. Después de eso, se bañaron como era debido, sin tocarse, y fueron a dormir por separado. Aproximadamente a la una de la mañana Nagisa se quedó pensando en lo que tuvo con su amigo en la bañera.


Aquí termina el episodio, espero les esté gustando tanto como a mí.


TÓCAME HASTA MATARME [Nagisa X Karma] -Lemon - yaoi hardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora