NO IDEA ; Tom Kaulitz.

11

Nos fuimos del parque, me subió a su auto con la excusa de "no vaya a venir tu amiguito" fue un viaje tranquilo, realmente no estábamos tan lejos de mi casa pero yo no quería entrar a ese lugar, estaba solo, ya hasta parecía una casa abandonada, mamá trabajaba todo el día y salía de fiesta toda la noche, mis hermanas parecían que vivían con mi abuela y yo solo por tener 18 años soy una adulta responsable cuida casas.

Finalmente llegamos a mi destino y solo miraba a Tom con cara de lastima, juro que no quería entrar a la casa.

¿o no me quería alejar de él?

—¿Qué pasa?— preguntó el
—Nada... solo... admirando tu belleza—acompañe con una risa falsa, obviamente el sabía que tenía algo.
—Briana, te pasa algo.
—No quiero entrar a casa, ese hogar no es un hogar, Tom.— acompañe mis palabras con un suspiro y pasando mis manos por mi cabello.

Tom agarro mi mano, me miro fijamente a los ojos y le dio un beso a aquella, esa mirada me hizo recordar que sus bonitos ojos marrones era lo que más me volvía loca.

—No haremos nada que tú no quieras, solo déjame cancelar el ensayo y podré acompañarte.— soltó mi mano y puso las suyas en el volante.
—¿cancelar el ensayo? Tom no voy a dejar que canceles el ensayo solo por mi.
—Dios, Briana cancelaría todo por ti...

¿todo por mi?

—Tom, no quiero que se atrasen por mi berrinche de no querer estar sola, me voy a casa de Lucas o lo llamo a que venga y me acompañe.— No dije eso con intenciones de ponerlo celoso, Lucas era mi mejor amigo desde que entré a la universidad y nunca se mostraron otras intenciones ante él.

—Okay...ahora no es pregunta, me quedo contigo—
pasó su mano por su mandíbula y río solo para el, señal de que estaba enojado.
—Tom, Lucas no es malo, es solo mi amigo.
—¿Solo tú amigo?— dijo el subiendo de poco a poco su tono de voz.
—Si, Tom...
—¡Briana tu no sabes como piensan los chicos! ¡Puedes decir que son tus amigos pero ese rubio te desea, Briana créeme!— fue la primera vez que me gritó, sentí miedo por un momento, no se que tenía Lucas que lo ponía así. Dio un golpe al volante y
Me volteó a ver, yo estaba recargada con mi cuerpo en la puerta del auto, mirándolo aterrada.

Al darse cuenta de lo que hizo empezó a suplicar que lo perdonara.
—Briana... perdóname.
—No..no.— abrí la puerta pero él alcanzó mi mano.
—Por favor...— se le miraban los ojos aguosos, no me pude resistir y subí al auto de nuevo.

Él arrancó y hubo mucho silencio, no era algo incómodo, simplemente los dos sabíamos que Tom la había cagado, el tiempo pasaba y me di cuenta que estábamos en una carretera, a yo no dar mi consentimiento de ir a un lugar muy lejos decidí ser la primera en hablar, mi ego no lo permitía pero tampoco permitía que me llevara tan lejos.

—Tom ¿a donde vamos?
—Estoy hambriento, vamos a acampar.
—¿Qué tiene que ver con que estes hambriento?
—Estoy hambriento de ti.
—Tom pero..— el tapo mi boca con su mano mientras la otra estaba en el volante.
—En estos momentos no me importa mucho lo que tú pienses, muñeca. Estoy enojado contigo pero a la vez te deseo demasiado, así que shh— soltó su mano de mi rostro y quede paralizada, nunca había visto a este hombre tan posesivo, raramente se me hacía mucho más atractivo que otros días...

Estuve callada hasta que llegamos, abrió mi puerta para bajar del auto y puso la casa de campaña que curiosamente ya estaba en su auto, yo solo estaba parada ahí, mirando como se quejaba por la casita de campaña.

—¡Mierda!— soltó el, demostraba que no sabía como
poner una casita de campaña.
—Déjame ayudarte— fui y pude terminar de ponerla yo sola, parecía que había visto a una diosa, clavó sus ojos en mi y se podía ver notoriamente ese brillo al verme.

Aunque él estuviera enojado conmigo, seguía demostrando cuánto me quería aunque no me lo haya dicho en palabras, nunca a salido un "te quiero" de su boca, no me preocupaba, pero si me inquietaba.

Me daba miedo tener sentimientos más fuertes yo hacía el, no quería que él sintiera más que yo pero me encantaría que fuera mutuo.

—Tom, ¿seguro que podemos dormir aquí?— pregunté yo mientras me rascaba la nuca, era una casita sin cobijas ni almohadas, íbamos con ropa abrigada pero de todos modos sería muy pero muy incómodo.

—Claro que si Briana, solo faltan algunas cosas... bueno, nos falta todo.— acompañó sus palabras con una leve risa y se adentró a la casita.

Fui con él y para poder acomodarme mejor él extendió su brazo para yo poner mi cabeza en su antebrazo, me dio un cálido abrazo, intentamos ponernos cómodos, al menos yo lo estaba pero sabía que el no, cada que se movía él o yo gruñía, en señal de incomodidad, a lo que yo decidí sentarme y los dos nos miramos a los ojos, diciéndonos tan solo con la mirada que saliéramos de ahí.

—¿Piensas lo mismo que yo?— pregunté
—Si, ahora.— dijo el y salimos automáticamente de la casita para entrar al auto, el prendió la calefacción y pasamos a los asientos traseros, dejamos la casa de campaña ahí, realmente no nos importó ni pensamos que pasaría con ella, solo sabíamos que nos estábamos congelando y probablemente Tom tenía moretones en su espalda por lo duro del suelo.

Pasó la noche y cuando despertamos el sol iluminaba fuertemente nuestra vista, volteé a verlo y sus ojos marrones destellaban aún más, espléndido.

SOSOGB
Oigan quiero agradecerles por el apoyo que me han dado estos días, de verdad gracias.
También quería decir que estoy pasando por muchos problemas familiares y probablemente no habrá muchos capítulos esta semana, o serán capítulos cortos y continúales.

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