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TOM

—No Bill, no se trata de eso, yo solo quiero protegerla. — suspiré y arrastré mis manos por mi cara.

—Tom, pareciera que no pero la informalidad son cosas que Briana más detesta, y es todo lo que le demuestras.— exclamó mi hermano dando vueltas por todo el baño de hombres y yo secaba mis manos.

—No es por no mostrarla públicamente pero...

—Técnicamente si.— rió Bill y yo rodé mis ojos como reacción.

—No quiero meterla tan rápido a este mundo, Bill, ni siquiera hemos formalizado nuestra relación, no quiero que pase lo mismo qué pasó con Elena, confirmamos públicamente y nos separamos a la semana, tengo miedo. Bill estoy aterrado, nunca había amado tanto a una rubia de mierda como la amo a ella. — mi hermano me dió un cálido abrazo y palmeaba mi espalda.

—Todo lo que me dices es lo que debes hablar con ella, todo esto...— susurraba él solo para nosotros dos.

Salimos del baño y me dirigí a la habitación de mi amada, estaba ella aún dormida, conectada a sueros y tubos, me partía en pedazos verla así. Tomé su mano y besé aquella, su mano y su piel estaba reseca, vaya que estaba enferma, su piel había perdido el poco color que le quedaba y su cabello era quebradizo. Comencé a llorar, mis lagrimas caían en su abdomen y yo tomaba mas fuerte su mano.

—De verdad perdóname... es mi culpa.. es mi culpa— Briana abrió los ojos y limpié mis lagrimas con mi chaqueta.

—Tom, deja de lamentar, no fue tu culpa, yo iba manejando con velocidad.— ella talló sus ojos, estaba más dormida que despierta y ya tenía que consolarme, vaya que me sentí inútil.

—Soy un idiota.

—No, no eres un idiota.— tomó mi mano y puso esta en su cara, haciendo que yo acaricié su cabello.

—Y si fueras un idiota, serías mi idiota, mío.— exclamó mi chica y yo solo pude pensar en todas las maneras que podía declarar mi completo amor por ella y ser pareja de una vez por todas, casarme con ella y fuera "la señora Kaulitz" públicamente para todo el que nos conociera.

Pero el sentimiento o bueno... el miedo que me formulaba pensar que ella rechazara mi propuesta, me daba náuseas, un nudo en la garganta, a este punto yo la amaba demasiado, de verdad quería encerrarla en una burbuja y que nada malo pudiera pasarle, solo pudiera verme a mi, nada más que a mi y sus conocidos, alejarnos de la fama por completo, solo ella y yo.

No le deseo a nadie lo que siento.

Entonces... soy tu idiota cariño.— besé su frente para luego levantarme de la camilla, inflé mis mejillas y me preparé para darle la noticia a Briana.

—Tengo que ensayar con la banda.— dije yo con lentitud y preocupación en mi voz.

—Quiero ir.— exclamó ella en cuanto finalice mis palabras.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste, quiero ir contigo, a tu ensayo.— ella ya se había sentado de la camilla apunto de ponerse sus pantuflas.

Corrí hacia ella para ayudar que no se caiga.
—Briana literalmente estás en reposo, te quedas aquí.—

—Vamos Kaulitz, me siento bien y no eh salido de aquí, como dice mi madre, la cama me pica el culo.—

Soltamos unas cuantas risas y accedí a llevarla.

No me molestaba ni perjudica a la banda que nos vea ensayar, simplemente literalmente como se lo dije, casi la mato y debe estar en reposo.

Briana se vistió con unos jeans y una sudadera sencilla que su amiga Andy le había dejado la noche anterior, peinó un poco su cabello y finalmente subimos a la camioneta.

—Hablando de madres... ¿le has llamado a la tuya?— pregunté yo al tomar un poco de ruta.

—¿Yo llamarla? No, ella tiene que hablarme. Tom tengo 2 semanas que no la veo, fácil me muero y no se entera.— bufó ella y se escuchó su voz quebrada, vaya que le perjudicaba no tener atención maternal.

—¿Y a tus hermanas?— pregunté yo nuevamente con esperanza de que dijiera que con ellas todo seguía bien.

—Oh si, hace 5 días fui a visitarlas, ellas si están creciendo con lo que yo no tuve, no tienen a mamá pero mi abuela las acoge en su hogar, me siento feliz por eso.— suspiró y vió hacia la ventanilla.
—¿Estamos cerca?

—Creo.

—Espero no caerle mal a tus amigos...— susurró ella esperando a que no escuchara yo, pero creo que mamá me limpiaba muy bien los oídos de pequeño.

—Les caerás de maravilla, lo aseguro.— besé su mejilla y tocó bajar del auto.

—Apropósito, ¿Por qué no eh visto tu auto? Vaya que extraño a mi jeep rojo.— preguntó la rubia mientras mordía sus uñas por los nervios, o eso creo.

—Está en el taller, en unas semanas quedará como nuevo

Nos adentramos al estudio y ya estaban todos ahí esperándonos, ya le había comunicado a Bill que Briana estaría ahí.

Todos la saludaron cordialmente menos Georg, cosa que no me sorprendió que fuera así ya que no era muy carismático o amigable que digamos.

La presenté y le dieron un abrazo, Briana solo me miraba con extraño por la situación de Georg, ella no había hecho nada para que se comportara así.

—Georg, ¿ven a saludar, quieres?— dije yo serio haciendo contacto visual con el.

—Vaya que es linda, Tom, mucho más que la de la semana pasada...— dejo la frase interminable y la saludó de un estrecho de manos, la mano de ella estaba sin peso y solo vi su sonrisa falsa y ojos llorosos.

—Perdón, voy al baño.— mi chica salió del estudio y ni siquiera la perseguí, tenía mis asuntos con el pelirrojo que estaba sentado arriba de las bocinas.

—Ven acá, hijo de puta.

SOSOGB
JJAJAJAJAJA, Georg como te amo.

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NO IDEA ; Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora