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Los ruidos a mi alrededor y la luz, se volvían cada vez más claros y molestos. Sentí un gran dolor de cabeza como si me fuese a explotar en cualquier instante. Un dolor aún más fuerte que cuando estaba cambiando de realidad me invadió, junto a la sensación que todo alrededor de mí daba vueltas y el sonido se volvía intenso y molesto.

-Auch. - Susurré cuando sentí la luz blanca de la lámpara de manera intensa sobre mi rostro, casi podía sentir como me quemaba la retina aún con los ojos cerrados. - ¿Five? - Moví mi rostro hacia un lado aún sin abrir los ojos, quería escucharlo, quería sentirlo.

Mi corazón (que no me había dado cuenta que se había acelerado) se comenzó a tranquilizar junto cuando sentí las yemas de sus dedos recorrerme el brazo de manera tan suave que parecía que si hacía poco más de presión, rompería mi brazo. Tal como esas piezas de porcelana que apenas tocas por miedo a romperlas.

De manera lenta, su mano siguió su lento y suave recorrido, hasta que llegó a mi mano y se abrió paso entre mis dedos, entrelazando nuestras manos.

-Aquí estoy nena. Aquí estoy. - Habló suave y me sentí tranquila al escuchar su voz. Fue como una caricia al alma.

-Me duele hasta respirar. - Dije y poco a poco abrí los ojos. Ahí estaba, sentado a un lado mío, sonriendo cuando se dio cuenta que lo miraba.

-En realidad me sorprende que sigas viva, ocho. - Se escuchó la voz de Reginald acercándose, aunque todavía no lo podía ver. Cinco volteó hacia la entrada y pude ver como fruncía el ceño con una expresión de confusión y molestia. - Resulta que el impacto de energía que recibiste alcanzó una aceleración tres veces mayor a la inicial cuando volvió a ser atraída hacia ti. - Sentí marearme sabiendo lo que diría. Esta vez se posicionó a mi lado, del contrario a donde estaba Five y me miraba con curiosidad. - Te lo digo enserio, tal golpe de energía debió haberte matado. - Dijo y ante el pesado silencio que se hizo, Cinco se levantó de pronto, lo miró unos segundos con una expresión de coraje y en silencio se retiró de la habitación.

-¿Y eso qué significa? - Atiné a decir. Aunque honestamente no me interesaba. Sentía curiosidad acerca del comportamiento de Five.

-Eso es lo que me sorprende. No lo sé. No hay daño físico, no hay ningún daño mental...no hay nada. - Escribía algo y parecía sorprendido. Nuevamente no me importó.

-¿Puedo ir a mi habitación? Quiero mi cama y dormir mucho. - Reginald asintió y se retiró.

Cerré los ojos y traté de asimilar lo que me estaba diciendo, yo sabía la respuesta a aquello, ¿Quién en su sano juicio iría a una realidad donde sabe que su vida corre peligro y arriesgarse a morir? Yo no. Y por aquello, había especificado en mi guion que era inmune a la muerte. Aunque eso no quería decir que ya por eso fuera completamente inmortal como en las películas.

Entonces reaccioné; sí, Reginald me había dejado ir a mi habitación, pero sólo había dicho que sí y se había marchado de allí, como si pudiese levantarme como si nada y caminar con toda tranquilidad a mi habitación. Suspiré y miré al techo, en algún momento tendría que comenzar a sentirme mejor y entonces podría irme de allí.

No me di cuenta si el tiempo que pasó fueron segundos u horas, sólo sé que de pronto escuché aquel sonido al que comenzaba a acostumbrarme pero no sabía cómo describirlo y al mirar, ahí estaba Five, la expresión de molestia ya no estaba y con delicadeza se acercó a mí y me cargó como aquella pareja antes de iniciar su luna de miel y aquella sensación de estar suspendida en la nada fue leve y luego visualicé mi recamara, sin decir nada me dejó sobre mi cama pero no se fue, juntó su frente con la mía, sus labios buscaron los míos y me besó con lentitud y tal delicadeza que de inmediato supe que estaba buscando tranquilizar aquel coraje que aún estaba dentro de él y al mismo buscaba convencerse que yo seguía viva y no era un mal juego de su mente. Al separarnos, dejé que volviera a posar su frente en la mía y que su mano me acariciara la mejilla, que luego bajó hasta mi cintura y ahí se quedó.

-Está bien Five...estoy aquí y estoy bien, ¿okey? Todo está bien. - Dije cuando sentí la necesidad de tranquilizarle, de que me escuchara. 

-No _______, nada está bien. Él te puso en riesgo sabiendo lo vulnerable que eras en ese momento y las consecuencias y estuvo dispuesto a sacrificarte. No está bien ________. No seas amable con él...... - Cuando el silencio se hizo presente y se volvió pesado, me atreví a mirarlo a los ojos y sentí mi corazón romperse cuando su mirada me expresaba el dolor y el coraje que sentía.

-No estoy siendo amable con él, estoy siendo honesta contigo. - Casi sin esfuerzo, hice que apoyara su cabeza sobre mi pecho, en medio de mis senos, donde pareció encontrarse muy bien al instante. Cerré los ojos y respiré con tranquilidad. Llevé mi mano hábil a su cabeza y con amor comencé a acariciar su cabello. Lo conocía,  Five odiaba que le tocaran el cabello...de hecho odiaba todo contacto físico o cursilerías, pero eso había cambiado conmigo, y de hecho sentía lindo pues con toda la intención de tener una relación cero manipulada, no había especificado nada de eso en mi guion,  respetaba a toda shifter y su manera de pensar, pero yo quería conocerlo, tal y como él era. - Está bien que sientas enojo y hasta recelo de Reginald. De hecho quiero que vivas tu enojo y lo superes de una manera sana, pero no mereces vivir con ello, ¿okey? - Dije en voz baja, y sentí como asentía lentamente desde su posición, lo que me hizo saber que ya se encontraba un poco más relajado. 

Me sentía agotada físicamente, pero tengo que admitir que la presencia de Five sí que mejoraba mi estado de ánimo. Mi corazón latía con tranquilidad y tener al responsable de ello descansando sobre mi pecho me hacía sentirme amada; me hacía sentir en el lugar correcto. Donde pertenecía en realidad.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2023 ⏰

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𝐃𝐞𝐬𝐢𝐫𝐞𝐝 𝐑𝐞𝐚𝐥𝐢𝐭𝐲 (𝓕𝓲𝓿𝓮 𝓗𝓪𝓻𝓰𝓻𝓮𝓮𝓿𝓮𝓼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora