Ah, maravilloso reencuentro familiar, que no había salido nada bien, pero, en realidad, esperaban un resultado más funesto, uno que involucrara latigazos y piernas rotas.
En realidad, para Lan Xichen, que reconocía que llegar sin invitación a una secta era un acto por demás grosero, pensaba que el actuar tan poco hospitalario de parte del líder de secta había sido lo más común, por lo que, haber sido enviados al salón de armas significaba un buen resultado; mientras que Jin Ling y Wei Wuxian eran más pesimista, pues al ser, en su momento, personas especiales del líder de Secta, que los mantuviera esperando en un salón demasiado impersonal y no en una zona más cálida como su pagoda privada, les indicaba que Jiang Cheng, ni estaba contento con su presencia, ni tendría la paciencia para escucharlos y hacerle entrar en razón.
¿Pero razón de qué?
Lan Wangji, por su parte, no pensaba mucho, simplemente no quería estar ahí.
—¡Ah! ¡¿Por qué Jiang Cheng sigue siendo tan difícil?! —Ese era Wei Wuxian, quejándose mientras tomaba asiento en uno de los cojines colocados en el salón. Agitó sus mangas y guardó su mortal chenqing, para luego cruzarse de brazos, listo para seguir gritando. —¡¿Qué no está reconociendo la inminente amenaza que representan esos dos?!
Los demás también tomaron asiento, sin hacer demasiado escándalo como este, pero aun así, manteniendo el mismo estado de ánimo que el Patriarca de Yilling por la gravedad de la situación; bueno, al menos Lan Xichen y Jin ling; Lan Wangji lo tenía porque su esposo estaba preocupado, su Wei Ying estaba molesto y lo sabía, pues desde que entraron al salón, no había dejado de soltar sus feromonas.
Ese olor a manzana agria estaba haciendo que el más joven de ellos frunciera la nariz.
—Jin Ling, ¿por qué no me dijiste antes lo que pasaba? ¡pudimos sacar a esos tipos antes de que la situación empeorara! —El cultivador de túnicas negras volteó a ver a su sobrino, porque claramente ahí había ocurrido una fuga de información y él no estaba para nada complacido, estaban hablando de la seguridad de su didi, ¡él tenía derecho a saber!
Y eso lo iba a gritar a los cuatro vientos porque se empeñaba en opacar la voz de su conciencia que le decía qué él había perdido ese derecho hace mucho tiempo.
—¡Pensé que no serían la gran cosa! Nunca habían coincidido hasta ahora y cuando venían Jiu jiu se empeñó en mantenerme lejos de sus reuniones y ... —Jin Ling bajó la cabeza, recordando sus últimas interacciones con su jiu jiu, cómo se había sentido tan alejado de él. —En realidad, no ha dejado que me involucre con sus "asuntos" desde que regresó de... su viaje.
—¿Ah? ¿Jiang Cheng viajó?! —Wei Wuxian descruzó sus brazos, porque parecía ser que ya se había contenido bastante, seguía confundido, bastante en realidad por la mentira que su didi había orquestado; aunque no era él único, Lan Xichen también miró al joven líder frente a él con un ligero ceño fruncido. —¿No estaba en reclusión?
—Así fue, al menos al principio, después de lo que pasó en el templo con Shushu y de que yo... —Jin Ling se mordió la lengua ante la mención de "esa persona", no todos ahí iban a verlo con buenos ojos, por lo que siguió con su relato, él mismo no pudo evitar poner una expresión dolida, llena de culpa. —No pensé que entraría en reclusión en primer lugar, se veía igual la última vez que nos vimos en la torre Koi, estaba más enojado que de costumbre... pensé que había sido por la discusión que tuvo con los ancianos de ahí... yo, no debí haberte mencionado ese día, Wei Wuxian...
Jin Ling sabía porqué su jiu jiu era un alma bastante cerrada, con ciertas reservas a quien le mostraba sus verdaderos colores. Toda su vida había protegido su corazón, por lo que ahora era difícil que un perro viejo como él pudiera abrirse así como así, sobre todo hacía una persona que, indirectamente y sin quererlo, había sido la causante de muchas de sus penas. Pero también le frustraba que se negara a abrir ese caparazón y estar dispuesto a lo que fuera con tal de dialogar, ya ni siquiera para recuperar la quebrantada relación que había tenido con Wei Wuxian, sino para estar tranquilo consigo mismo, para darle un cierre a ese capítulo tan tormentoso de su vida. Pero no, Jiang Cheng seguía con una pesada coraza a su alrededor, ¿por qué se empeñaba a ser tan mezquino?
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¡SOCORRO! ¡AUXILIO! ¡SE ROBAN A MI TÍO!
FanficHa pasado un año desde los acontecimientos en el templo Guanyin, y nada volvió a ser igual. Nie Huaisang fue nombrado Cultivador jefe, un alfa que al final demostró una capacidad superior a la que se pensaba, pero dejando en libertad al infame Patri...