Inocencia...

66 4 2
                                    

Noto una pequeña pausa en su hablar, se le ve de un momento a otro preocupada, sus manos que están sobre la mesa provocan un movimiento peculiar. Ella no voltea a verme simplemente visualiza sus manos, como si estuviera volviendo a vivir lo mencionado.

- ¿ Anie...?

- Sabe lo difícil que es esto, no quiero volverlo a vivir...- sigue sin mirarme a los ojos con su vista hacia el piso, pero noto cierta evasiva en su tono de voz un tanto burlesca.

- Anie se que esto te es difícil, pero lamentablemente eres una parte esencial de esto, depende de ti si quieres mostrar tu inocencia...

- Inocencia.. interesante, querida doctora que pasaría si te comentara que nadie en este mundo es inocente? La tenemos muy sobrevalorada.

- ¿Por qué crees eso?

- Porque si creciste creyendo que fuiste una niña con principios, con educación, recta, honesta y llega un momento de tu vida en el que llegas a pensar *soy una persona limpia, una persona con escrúpulos* sales al mundo y te das cuenta que estas manchada con la mierda que contiene. Y por más que quieras limpiarte de eso, es imposible, y ¿qué haces?

Te dejas llevar...

Simplemente te unes y generas más mierda para ellos...-

No me sorprende sus repentinos cambios de humor contengo mi libreta en mis manos anotando esta pequeña aportación en mis notas, pero mi mente no deja de divagar, pensando si ella supo de mi hermana de la relación con dante... el asesino de los rosales. No puedo apresurarme necesito investigar más.

-Necesito saber más sobre la primera vez que viste a Dante después del rapto.

- Resignada, sin fuerzas y con toda mi miseria a carne viva, decido quedarme inerte en el piso esperando, tratando de contar el tiempo que a pesar de todo seguía con un ritmo jodidamente lento. Hasta que unos golpes a lo lejos me despiertan, sorprendida por los golpes abro los ojos...

**

-¿Que parte de Sentada en la silla no entendiste?- acercándose a mi conteniéndose, lento y con una expresión de cólera en su rostro. Sin embargo no tengo fuerzas para hablar u moverme así que lo único que me queda es mirarlo esperando mi castigo.

Se encuentra a unos centímetros de mí. Aquel foco que solo alumbraba la mitad de la habitación, apenas me dejaba observarlo... se hinca de manera que su rostro quede a un respetable nivel de mí.

-Tendré que enseñarte algunos modales...- pausa y con su mano se toca la frente- Annie yo no quería esto, tú lo estas provocando. Yo solo quería conversar contigo - acaricia mi rostro, trato de pronunciar algunas palabras sin éxito, mi boca está demasiado seca por estos días sin agua y alimento, pasa ligeramente sus manos por mis mejillas, me observa como si fuera un animal indefenso, después su toque pasa por mi cuello, roza mis hombros y se detiene en mis manos.

-¿Por qué insistes en hacerme enojar?-de un movimiento brusco me toma de las manos y me arrastra por la mitad de la habitación, estoy muy asustada con una fuerza que creía muerta me sacudo de su agarre, comienzo a patear, noto que se dirige a la puerta. ¿Qué me va hacer este hombre? Abre la puerta y la luz de la noche me ilumina, me arrastra por lo que alcanzo a ver es una sala, todo parece sin vida. Trato de agarrarme de cualquier cosa que vaya por mi camino, sin resultado.

SobreviviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora