Capítulo 17

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Máximo.

Ayer, cuando todos se fueron a dormir Renzo y yo nos quedamos para charlar, le propuse jugar ajedrez pero como siempre volvió a rechazar el duelo, así que solo nos dedicamos a hablar de lo que haremos dentro de unos días.

Apenas mi reloj marco las doce lo felicite y le entregué su regalo, ese que me costó hacer que lo repliquen, es una joya de su padre, una pieza que cargo hasta el día de su muerte y que desapareció en el accidente. Una cadena de oro con un dije de relieve en el centro que tiene conexiones neuronales hechas de diamante y en medio de todo una "N". Al joyero le ha tomado seis meses construir una pieza tan única como la que le mostré en una foto, aun así me ha entregado una réplica exacta. Cuando el Novikov tuvo la cadena en sus manos la detallo con un brillo de nostalgia y tristeza, me abrazo fuerte y me dijo: "Te quiero hermano", le devolví el abrazo con el mismo sentimiento. Estos son los momentos que tanto él como yo valoramos y que conservamos dentro de nuestras oscuras cabezas.

A la mañana siguiente los saque a todos de mi casa porque no soportaba tenerlos un segundo más, también levanté a mis hijos solo para llevármelos cargados al jardín y recostarlos en mi pecho porque son una necesidad algo extraña para mí. Luego pasamos un momento incómodo con la pelinegra porque después del desayuno quería largarse a la casa de sus padres, sé que en el fondo se molesta con mi rechazo hacia su familia, incluso rechazo a la mía y quiere que conviva con la suya. Se fue sola, dejándome tirado en la habitación, no me tarde mucho en ir tras ellos, porque algo que no puedo hacer es en dejar que se ponga triste debido a lo que yo o mi mierda puedan provocar.

-Toma.-me dice Rafaella queriendo que me coma uno de los bocaditos que están repartiendo en la fiesta.

-No tengo hambre.-en su casa me alimentan bien, las carnes sobran y los aperitivos también.

-Abre la boca.-me exige acercándose.

-No quiero.

-No has comido nada.

-Ya comí en tu casa.

-Hace seis horas. Come que Elena no nos guardará cena.

-Si en la madrugada me da hambre me como un pedazo de torta de la que me voy a llevar.-se ríe.

-No te llevaras la torta del complementado, Máximo.-abro la boca para hablar y aprovecha para meterme bocaditos directo a la boca, para después dejar un beso sobre mis labios.

Bailamos durante toda la noche, no dejo pasar ninguna canción porque estas hienas están al acecho para intentar bailar con mi mujer y robármela al más mínimo descuido, Thiago intenta acercarse otra vez pero la tomó de inmediato llevándomela a la pista de baile, ella extiende su sonrisa negando con la cabeza y yo solo le guiño el ojo, ya me conoce y sabe que la quiero solo para mí y no la suelto ni cuando llegamos a casa.

...

Rafaella está haciendo las maletas porque nos vamos a EE. UU pero antes tengo que explicarle a los terremotos el plan de prevención. Les construí un búnker debajo de la casa para que si pasa algo sepan dónde refugiarse, aquí podrán encontrar todo lo que se requiere para vivir un año entero si es necesario.

-¡¿Me estas escuchando, Damiano?!-grito exasperado cuando se soba los ojos queriendo regresar a su cama.

-¡Si! Te escucho fuerte y claro.

-¿Que he dicho?

-Que la puerta de metal se abre por fuera pero se cierra por dentro.

-Bien.-continuó.-Cuando estés dentro tienes que subir la palanca para que se active todo el sistema eléctrico y pueda encenderse la pantalla que te mostrará las cámaras de seguridad de toda la propiedad, tienes que estar atento a cada movimiento que se haga fuera de este lugar.

DINASTÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora