Capítulo 42

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Thiago.

Las 11 horas de viaje me ha hecho pedirle a la aeromoza de mi avión una botella de whisky que ya va más debajo de la mitad.

Vuelvo a revisar por última vez el caso que defenderé en unas horas. Alineo algunos detalles para entablar una buena defensa.

El caso que se me viene es el más importante de mi vida. No de mi carrera. De mi vida.

Y con eso resumo que no hay nada con más peso para mí que liberar a Rafaella.

Ya cumplimos con el capricho que tenía. Ya va tres días en la cárcel, con el de hoy son cuatro. Por mi vida que mañana estará en Rusia con su familia, cueste lo que me cueste.

Rafaella está aquí solo para vengarse, porque sus planes se basan en estrategias muy bien formuladas. El asesinato de la general fue bien cubierto, vino por ella porque tuvo la osadía de ir tras el Kuznetsov y para ella eso es una ofensa. Su marido es intocable, tanto que no le importa enfrentarse contra quien sea por él.

Esa mujer le hace justicia a sus dos apellidos que se caracterizan por ser sanguinarios. Los Ferrer que siempre han sido unos hijos de la grandísima puta y los Riccardi que no dejan de serlo hasta el sol de hoy.

Es de las mujeres que te destruye poco a poco solo porque tiene el interés perverso verte en él piso, arrastrándote. Alimentándote del polvo.

Siendo nada.

Ella siempre va segura de que la victoria será suya.

Fácil hubiese sido mandarle a meter una bala en la cabeza a su contrincante de la actualidad. Y a decir verdad pensé que lo haría cuando trataron de joderles a los hijos y al marido, pero ella va más allá, sabe lo que es y predice lo que conseguirá.

Tira de los hilos con precisión porque conoce su grandeza y tiene claro que nadie es más poderoso que ella.

Mi amore es malvada y astuta, siempre va un paso adelante. Justo como ahora que cada uno se está jugando el papel de su vida, ese que tanto nos gusta interpretar, ese donde nos mostramos como personas de bien, con justicia y valor.

La realidad es diferente. Somos malignos, una plaga que no termina y que no lo hará jamás. ¿Quién ha dicho que los poderosos caen? Eso solo lo hacen los que no saben caminar sobre el fuego. Nosotros podemos estar desmembrados pero nunca arrodillados.

Nuestras rodillas no han sido hechas para ensuciarse de barro y polvo, pero nuestros pies si han sido hechos para pisotear y apalastrar.

Nuestro legado es eso. Establecer que nadie está por encima de nosotros.

Ayer se ejecutó el ataque que tenía planeado, por lo que tuve que viajar a Rusia e irrumpir en la casa, o mejor dicho, en el castillo de los Kuznetsov Riccardi. Renzo era el único que iba a tener acceso a hackear el sistema completo de la prisión por lo que no podía dejar de estar presente. Ese hijo de puta es el mejor en lo que hace, lo demostró ayer cuando nadie lo pudo botar del sistema al momento de hacerse del control de la prisión. Con razón nunca pudimos darle un golpe certero a los Kuznetsov ya que tenían a uno de los mejores equipos de seguridad, Novikov padre y Novikov hijo los lideraban.

Todo salió magistralmente bien. Amore hizo un trabajo perfecto. Como todo lo que ella hace.

Lo único que no le gusto al imbécil de su marido es que se autolesionara. En realidad a ninguno de los tres nos gustó.

La cara del Kuznetsov era indescriptible.

Rabia, pero no por el actuar de su mujer, si no por quien la orillo a eso.

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