「Padre Sobreprotector」|| Snv Yaoi

Parejitas Part 1

El timbre de la casa suena.

Adán se acerca y abre la puerta. Frente suyo puede ver a un tipo alto, rubio y de una mirada azul con una expresión enojada y de fastidio. Él decide comportarse de la misma forma.

—¿Qué quieres?

—Deja salir a Sasaki.

—No—y le cierra la puerta en la cara.

El Olimpo no puede creer como ese humano se atreve a faltarle de esa manera el respeto. Toca la puerta está vez golpeando su puño. Cuando esta vuelve a ser abierta, detrás de Adán están parados Lubu, Leonidas, Kintoki y Raiden.

—Vuelve a tocar la puerta así y te meteré ese tridente por atrás. — amenaza el más bajo.

Suelta un chasquido con la lengua — Basuras — aprieta con colera su arma — Soy un dios. El único motivo por el que les dirijo la palabra es para poder ver a Kojiro, agradezcan que aun sigan existiendo. 

—Hey, rubio — Leonidas pasa por alto sus palabras y escupe el humo de su puro — Mejor lárgate.

—Sí. Suficientes problemas hay aquí dentro para estar aguantándote — suspira agotado Raiden.

— Déjenme llevarme a Sasaki.

—El encierro es principalmente para evitar que este cerca tuyo.

El aura de Poseidon pone en alerta a todos. Haciendo temblar el suelo bajo sus pies y tornando gélido el aire — Entonces mueran.

— ¡Posei! — Sasaki que pasaba en dirección a la cocina por algo de comer saluda emocionado a su novio al verlo parado en la entrada, no percatándose de la lúgubre atmosfera. Como si el japones fueran el botón de apagado de Poseidon, el dios detiene todas sus acciones, retoma su postura y solo ve a Kojiro. Este intenta acercarse, pero la voz de su padre es demandante.

—¡Sasaki! Ve a tu habitación.

—Pero-

— Vámonos— el japones es llevado por sus hermanos dentro de casa. Despidiéndose con una mano de su pareja.

— ¡Te llamo después! — y conociendo muy bien a su novio, añade—¡No lastimes a nadie!

— Tú no me ordenas — susurra el rubio aparentando odio, pero la ligera comisura levantada de sus labios delata sus verdaderas emociones. Sigue contemplando a su novio con el brillo del mar en sus ojos. Hasta que la puerta vuelve a ser cerrada en su rostro. Tiene la intension de golpear la entrada, hasta que recuerda la petición de Koji ¡No lastimes a nadie! — Maldición — furioso se va del lugar.

Era la séptima vez en el día que un dios estaba parado en su puerta pidiéndole que deje salir a sus hijos. Luego del incidente con Rasputín, Adán tuvo una para nada corta charla con ellos, grande fue su sorpresa ( y aún más su rabia) cuando descubrió que el extraño comportamiento que reflejaban se debía a sus relaciones sentimentales con las deidades.

A Poseidon no le gusta que hable con otros, a excepción de ustedes por ser mi familia. Aunque a veces eso no lo detiene para reclamarme — comenta a la ligera el espadachín.

¡Es una completa locura! como su lindo rayo de sol podia estar saliendo con el dios más arisco y altivo del olimpo.

¡Con mayor razón la reclusión continuaría!

Raiden se metió al baño y encendió el dispositivo. Por la pantalla pudo ver a su sexy amante.

—Listo. Ya estoy solo.