☾︎••𝐂𝒊𝒆𝒍𝒐••☽︎

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Serafín

- no me voy a subir allí - murmuró Cherie mirando la montaña rusa

Paso el carril lleno de personas gritando

- yo menos - hice una mueca y le mire - ¿y si vamos a los carros chocones?

- si - sonrió con emoción y le seguí hacia los carros chocones

꧁𖧷🐇𖧷꧂

rei sobresaltandome cuando choco su auto conmigo

- ya verás, coneja - gire el volante en su dirección y ella retrocedió tomando impulso

- a ver, lobo - sonrió y arranque para que luego ella lo hiciera rápidamente

꧁𖧷🐇𖧷꧂

agarre un poco de algodon de azucar y lo lleve a mi boca. en eso un chico como de mi edad se le acerco descaradamente a Cherie con una sonrisa estupida

- hola muñeca, no se suelen ver conejas tan guapas por aqui - murmuro en coqueteo. este huele pega no es frances ni de coña - ¿cual es tu nombre?

- se llama Rodrigo y es un hombre - dije

- ¿que? - solto cherie con su ceño fruncido - yo

- es un hombre, ¿quieres ser su compadre? - sonrei y el chico me miro con horror retrocediendo un poco

- creo que...me esta llamando mi amigo - señalo hacia atras sin sentido antes de irse rapidamende y luego sentir el puño de Cherie en mi hombro

- JAAJAJJA - me carcage antes sus golpes que solo me daban cosquillas - tranquilo...Rodrigo

- te mato, Serafin

-¿por que? ¿querias ligar con el y dejarlo embarazado?

- no pero - me miro con agonia - le dijiste que era hombre - rei al escucharla decir eso

- bueno... es una persona que no volveras a ver en tu vida - me encogi de hombros - Rodrigo..

gruño y la abrace soltando feromonas para que no se acerque ningun otro imbecil

꧁𖧷🐇𖧷꧂

- se ve....hermoso - dijo Cherie mirando la ciudad de París

- si - conteste, era un lugar completamente hermoso

Tome sus mejillas y acerqué sus labios a los míos hasta juntarlos, esa suavidad mi inundó al sentirlos

Acaricié su mejilla besandola suavemente

- te amo - dije al separar nuestros labios y ella sonrió

- te amo - sonrió cerca de mis labios y volvió a darme un beso rápido, esa sonrisa es tan hermosa

Le devolví la sonrisa y mire la ciudad al llegar a la punta de la rueda de la fortuna, reí suavemente cuando se asomó hacia abajo pero con su mano en mi brazo "por si se caía"