❀ Just Love Me // One Shots // Genya Shinazugawa ❀

⚘ 18.2 ⚘

Como adoro este AU, en fin, vamos con el drama gente y la sabrosura 🌚

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Días antes del malentendido...

Genya se encontraba en otra de las reuniones tan animadas que hacían cuando sus socios querían hablar sobre algún tema delicado del trabajo... Sin embargo en esta ocasión fue él quién pidió la reunión para pensar o hablar con los idiotas que tenía como socios.

—¡Jefe! -Un tipo tatuado llamó su atención. —¿Le tiene tanto miedo a su mujer como para rechazar a estas bellezas? -Señaló a las hermosas jovencitas que bailaban frente a ellos.

El nombrado las miró con indiferencia y luego devolvió su mirada al tatuado. —Lo que de verdad me da miedo es perderla, además... Ninguna es ella. -Dijo algo cabizbajo al sentirse incapaz de controlar sus palabras, normalmente era alguien demasiado frío como para ponerse así.

—¿Y cómo es "ella" como para que se ponga así? -Preguntó ahora un rubio alto mientras sujetaba a una de las chicas por la cintura.

—Lo único que quiere hacer es divertirse toda la noche y es una maldita porque solo viene si yo pago los tragos... -Desahogó sus pensamientos más profundos acerca de ella, a lo que el tatuado asintió. —Pero a pesar de todo no la dejaré irse tan fácil.

—Son tan incomprensibles, pero ¿Qué haríamos sin ellas? -Genya concordó a lo que dijo y su mente divagó desde el momento en que se conocieron hasta su rostro dormido esta mañana, la odiaba tanto a veces, odiaba no poder imaginar una vida sin ella...

—También sabe moverse muy bien. -Dijo a lo que ambos hombres rieron ante el comentario.

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No podía negar que se sentía traicionada, a pesar de todo no lo esperaba de Genya... Quizás solo se había sobreestimado a sí misma para estar con alguien como él.

Solo se quedó allí recostada viendo películas en su teléfono y evitando a toda costa el tema de la modelo, no necesitaba que se lo restregaran en la cara. Solo bajó a la cocina por un par de cosas para picar y no morir de hambre, aunque rechazó amablemente la comida que la empleada doméstica le ofreció, excusándose por una enfermedad estomacal, la mujer no dijo nada, pero sabía que no se trataba de salud.

Y aunque su orgullo no le había permitido llorar, finalmente explotó en llanto cuando los pensamientos invasivos empezaron a surgir ¿Me va a dejar? Aunque el dolor estaba acompañado de una gran furia al sentirse usada, sabía cómo eran ese tipo de hombres, pero en el fondo esperaba que las palabras de Genya fueran ciertas.

—¡Pues que se vaya al diablo si me deja! -Exclamó para luego sollozar contra su almohada —¡Él y su estúpida modelo de quinta categoría!

Pasadas unas horas decidió dormir, ya no quería sentir que mil agujas intentaban perforar su cabeza. Sus ojos estaban rojizos y le picaban de tanto llorar, sin mencionar que el televisor estaba roto y por accidente se había clavado un trozo de vidrio en el brazo haciéndose un corte de tamaño mediano.

Genya llegó a las 8:35 de la noche, en cuanto entró por la puerta su empleada fue a avisarle del inicidente en la mañana y expresó preocupación por la joven a quién atiende, ya que no se alimentó bien durante el día, además la mujer escuchó sollozos provenientes de la habitación principal.