CAPITULO 1

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Joe se encontraba sumergido entre los papeles del escritorio, sentía que cada día la bruja del mar le daba más y más trabajo. Llevaba toda la noche sin dormir para lograr terminar aquel trabajo infernal.

De pronto el ritmo de las ondulaciones de las aguas cambió y supo que alguien se acercaba a toda velocidad. Miro hacia la oscuridad y poco a poco comenzó a ver una silueta que se dirigía hacia él. Pudo distinguir sin esfuerzo una cabellera roja y supo enseguida de quien se trataba.

Ariel se detuvo a centímetros de su escritorio. Se molesto ante el posible hecho de que pudiera derribar la pila de papeles y aumentar su trabajo. Dirigió su mirada hacia la muchacha dispuesto a protestar, pero todas sus palabras se quedaron atascadas en su garganta al ver los ojos enrojecidos de la chica.

- ¿Qué sucede? -pregunto consternado. –

-Mi...mi padre...el, descubrió mi colección de artículos y...los ha destruido todos-comenzó a sollozar. –

- ¿Qué? -pregunto sin comprender-

-Me ha prohibido que suba a la superficie- las lágrimas corrían por su rostro sin detenerse y el sollozo se hacia cada vez mayor- ayúdame.-

-¿Qué se supone que puedo hacer?- su voz sonaba neutra pero en el fondo de su pecho sentía un pequeño pinchazo y su estómago se sentía revuelto.-

Se quedaron mirándose el uno al otro, lo único que perturbaba el silencio eran los sollozos de Ariel. Joe cerro los ojos y lanzo un suspiro, si la ayudaba se meterían ambos en problemas y sabia que el recibiría la peor parte de aquel castigo. Un escalofrío le recorrido el cuerpo de solo pensar lo que el rey Tritón y su maestra podían hacerle por meterse en asuntos que no le correspondían.

-Espera un minuto- se puso de pie y empezó a buscar en la estantería que tenia detrás, observo algunos frascos hasta que encontró el que estaba buscando-Toma-Le extendió o frasco-

-¿Qué es?-pregunto curiosa Ariel observando el líquido verde que se mecía de un lado a otro en frasco-

-¿Es una pócima para darte piernas, yo la utilizaba antes cuando debía subir a la superficie, ya no la necesito eh aprendido a utilizar magia para mi trasformación-

-¿De verdad me la das?-

-Si, pero escucha atentamente, debes beberla una vez que salgas del agua, entonces tu cola se convertirá en piernas humanas, podrás ir donde quieras. Una vez que desees volver al mar, solo debes sumergirte en el agua y tu cola volverá a aparecer-

-De acuer...-

-Aun no eh terminado de hablar-interrumpió abruptamente a Ariel- debes evitar a toda costa mojarte, si tu cuerpo toca en agua volverás a tu forma de sirena-

-¿Y si vienes conmigo para ayudarme?-

-Ni lo pienses tengo aun mucho trabajo que terminar- se cruzo de brazos y volvió a sentarse dejando caer su cabeza hacia atrás con un gesto de fastidio-

-Por favor- nado hacia donde se encontraba Joe y lo jalo del brazo- no conozco el mundo humano necesito que alguien me guie- sonrió deslumbrantemente-¿Me ayudaras?-

Se quedaron mirando un instante, nadie dijo nada. Joe volvió a suspirar y se ponerse de pie, siempre terminaba cediendo, ni siquiera sabia para que se esforzaba en negarse. Se puso de pie nuevamente y lanzando un suspiro ambos comenzaron a nadar hacia a superficie. 

Nos enamoramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora