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– ¡Bienvenidos, pasen!– dijo la omega con una enorme sonrisa amistosa en su rostro.– Me alegra que pudieran venir.

– Muchas gracias por la invitación, señora Nayeon.– Saludó Taehyung.– Trajimos este postre, espero le guste. Lo hice yo mismo.

–Muchas gracias Taehyung, apuesto que está delicioso.– dijo sosteniendo el plato con las dos manos. Nayeon no pudo pasar por alto el llamativo anillo plateado en su dedo anular, esperaba estar equivocada y que no fuera lo que estaba pensando.

Su amiga, Daehyun, le comentó sobre la primera relación de su hijo hace un par de semanas, estaba emocionada por qué adoraba la idea de ver a su Taehyung feliz, añorando la posibilidad de pronto tener a sus cachorros y para que negarlo, a ella también le pareció una fantástica idea aúnque le hubiera encantado que también fueran sus nietos.

Una vez creyó que habría la posibilidad de tenerlo como yerno, ya que los dos chicos parecían muy unidos pero tiempo después las cosas cambiaron y cada quien hizo su vida.

No pensó que alguien se le adelantaría a su hijo y tan pronto habría una boda. Lástima, ahora solo esperaba que su hijo le diera pronto una sorpresa parecida.

Unos minutos después ya se encontraban todos en la mesa, tan solo esperando a la señora Nayeon que se encontraba en la cocina dándole los toques finales a sus platillos.

De pronto el timbre sonó y a toda prisa Nayeon caminó a la entrada para abrir la puerta.

Un delicioso olor a chocolate, menta y galletas recién horneadas llegó a sus fosas nasales, causando un sin fin de sentimientos en el omega.

Anhelo, rencor y miedo.

Ya sabía de quién se trataba.

–Buenas tardes.– saludó una voz detrás de Taehyung.–Espero no ser inoportuno.

Su cuerpo se tensó ante esa grave y ronca voz. Tanto que se maldijo por ser tan vulnerable ante aquel alfa.

–De ninguna manera.– habló la señora kim.– ¡Que alegría me da verte de nuevo, Jungkook! ¡Pero mírate, estás mucho más alto y guapo de lo que recordaba!

–Me halaga, señora Kim.– respondió dándole una sonrisa apenada. Pero su lobo estaba con la cabeza en alto por ser reconocido por su futura suegra.– Me da gusto volver a verlos.– dijo estrechando la mano tanto de la omega como la de el alfa que parecía querer atravesarle un cuchillo por la espalda.

"Bueno, definitivamente no va a ser fácil caerle bien a nuestro suegro"– Comentó su lobo.

["Ya lo noté."]– resopló.

Tomó asiento al lado del señor Kim, quedando enfrente la señora Daehyun y justo delante de él, Taehyung.– También me alegro de verte Tae.– sus ojos nunca abandonaron al peliplatinado que mantenía su cabeza gacha en ningún momento y una sonrisa ladina cruzó por sus labios.

–A mi también.– lo miró directamente a los ojos y le dió una sonrisa de labios cerrados.

Jungkook dió un leve recorrido al chico frente a él, tenía una pequeña figura, justo lo necesario, ya podía imaginar cómo su menudo cuerpo encajaría perfectamente entre el suyo.

Tenía unas lindas cejas y largas pestañas, una nariz pequeña y perfilada y esos jugosos y rojizos labios que lo llamaban a probarlos en ese mismo instante.

Su rostro proporcionalmente fino, sus sedosos cabellos eran plateados, dándole una imágen bellamente celestial y etérea, parecía un ángel. Era un ángel.

Moría de ganas por corromperlo.

Ese exquisito olor a fresas, lavanda y vainilla no ayudaba mucho a su autocontrol.

"Wow, nuestro omega no puede ser aún más hermoso de lo que recordaba"– comentó de nuevo su lobo.

["Y que lo digas... es perfecto."] Suspiró para sus adentros.

Por su parte Taehyung se sentía mareado,  no podía creer tener frente a él a ese alfa tan intimidante y apuesto, su olor lo tenía abrumado. Se regañó. No, no debía verlo.

Se dispuso a comer prestando atención a la plática de sus padres y la señora Nayeon, evitando la mirada penetrante enfrente de él.

[...]

–¿Cómo van las cosas en el hospital, Tae?– por fin se atrevió a preguntar Nayeon.– Escuché que te asignaron un turno pesado.

– Bien, solicité mi cambio y ahora saldré más temprano.– dijo aliviado.

– ¿A qué te dedicas? – preguntó interesado Jungkook por primera vez en la noche.

– Oh, bueno, soy enfermero.– le tomó por sorpresa tanto interés por parte de Jungkook.– ¿Y tú?

– Trabajo en una empresa hotelera, soy el jefe– dijo como si fuera algo común, sin mencionar que en realidad era el dueño de todo.

Taehyung pudo notar su tono arrogante e internamente rodó los ojos. "Alfa egocéntrico."– pensó.

Pero todos estaban sorprendidos. El señor Kim trató de disimular pero se delató cuando sus ojos se abrieron en grande, casi saliendo de su órbita.

–¡Oh, vaya! ¡Eso es asombroso!– habló Daehyun.

–Mi pequeño es muy inteligente, sin mencionar que es muy guapo.–dijo orgullosa su madre.– Sin duda será el esposo perfecto. Ojalá puedas llenarme de nietos pronto.– rio.

– No te preocupes madre, te aseguro que así será.–Dijo sin despegar su mirada del omega.– Creo que ya es momento para finalmente sentar cabeza.

Nayeon fué la única en captar el mensaje en las palabras dichas por su hijo.

–De acuerdo, hijo.– respondió. Bien era su oportunidad para tener a Taehyung como yerno, no iba a desaprovecharla.– Apresúrate porque la vida es muy corta para dudar y andar con rodeos.– insinuó.

No sabía cómo resultarían las cosas pero algo era seguro, Jungkook no pensaba retroceder fácilmente. Lo conocía muy bien, era capaz de todo por lograr su objetivo. Y si Taehyung estaba involucrado daba por hecho que haría lo posible por lograr hasta lo imposible.

–Dalo por hecho.– contestó Jungkook captando el mensaje de su madre...

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Holaaa.
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Los tqm.:)

Destinado a amarte~KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora