Pocas cosas le habían importado en la vida, sus padres, su trabajo, algunos amigos que había hecho, su hermano, bueno este último quizás no tanto, pero lo quería, Chanyeol no tenía apego a muchas cosas, sabía que la vida era efímera y que pocas cosas eran para siempre, lo peor, es que había aprendido a la mala, que las cosas malas, eran las que quizás eran eternas, porque no podías superarlas del todo, así bien, había conocido algo que si le importaba y eso era, BaekHyun.
Había tenido algo que le había importado tanto, que termino lastimándolo, cuando la tarea era hacer lo contrario, era cuidarlo. "Cuidar" era una palabra que aún le resultaba complicada de explicar, por qué ¿qué era en realidad cuidar algo? ¿Ver que no se rompa? ¿Ver que no caiga? ¿Qué no se haga daño? ¿Qué pasa si la única manera de cuidarlo es una manera en que lo lastima? ¿Entonces haces mal el trabajo?
-Bien, creo que tuviste suerte.- Chanyeol introdujo la contraseña de su cerradura mientras cargaba las cajas de pizza. –Un lugar que vende pizza cerca de la media noche debería ser considerada una maravilla del primer mundo.- empujó la puerta, encontrándose con la ya familiar oscuridad de su casa y miró a BaekHyun, que aguardaba en silencio, atrás de él. -¿No quieres entrar?-
-Esto de alguna manera me trae muchos recuerdos.- dijo el chico, mirando alrededor. –Aunque me gusta eso de que vivas en un departamento, antes en la casa nunca estábamos solos.-
-Creo que eso influyo en muchas cosas.- BaekHyun sonrió, entrando en el departamento, era increíble, como esperaba, Chanyeol demostraba que con él o sin él, iba a seguir siendo exigente con toda clase de cosas, desde su sofá frente al gran televisor, junto con la cocina con bar. Silbó al ver la vista, toda la ciudad nocturna con sus luces, brillaban a través de la gran ventana de cristal. –El viejo departamento tenía una vista como esta y sin duda no me impresionaba tanto.-
-Estaba cerca de una zona escolar, buscaban que fuera elegante y seguro, no provocador.- explicó Yeol, dejando la comida sobre la barra de su cocina mientras caminaba en busca de una botella de vino. -¿Bebes?-
-Cerveza de dos dólares, ¿por qué?-
-¿Qué tal vino?- BaekHyun miró a Yeol que sostenía ya dos copas de cristal en la mano junto con una botella.
-Pizza con vino, bueno, esto será diferente.- Chanyeol lo invitó a sentarse en su sofá mientras encendía su radio, una lenta canción en francés comenzó a sonar y aunque BaekHyun no entendía nada, creyó que la voz de la cantante era muy linda y sensual.
-En realidad, extrañaba esto.- admitió Yeol, mientras servía el vino, dándoselo en la mano, abriendo las cajas de pizza frente a ambos, para que BaekHyun pudiera comer cómodamente, con la vista de la ciudad y la música de fondo.
-¿Qué cosa?- preguntó BaekHyun, llevándose el vino a los labios.
-Simplemente estar contigo.- Respondió el más alto –Sé que no te gustaba mucho, pero cuando teníamos esas extrañas citas donde salíamos a jugar bolos, de vacaciones o simplemente veíamos televisión uno al lado del otro, era bueno, era... me gustaba, simplemente me hacía sentir bien. Me gustaba ver una película contigo, como siempre hacías, te dormías a la mitad, pero dejabas caer tu cabeza sobre mi hombro, eran los momentos más preciados para mí, porque significaba que te sentías seguro, podías confiar en mi.- Chanyeol sonrió de lado. –Supongo que solo era soberbio.-
-Realmente lamento todo lo que paso, yo no era feliz viviendo de esa manera, pero no era una excusa para todo...- BaekHyun suspiró –Si te hace sentir mejor, como dije antes y te lo vuelvo a decir, nunca te odie, Chanyeol, nunca lo hice, lo digo sinceramente, hubo mucho tiempo, en el que de igual manera, fui feliz, pero era muy tóxico todo, no podíamos seguir de esa manera.-
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Por favor, cuida de Baekhyun
RomansaBaekhyun es un estudiante de leyes, huérfano de ambos padres, comprometido con un hombre que no lo escucha y no puede entender nada de lo que le pasa, porque parece tener más en la cabeza que lo que le pasa a él, mientras vive en una casa silenciosa...