Cartas a Papa

CAPITULO 12 (EDITADO)

Cassian aquel niño de siete años observa cómo su madre llora por lo que de un día para otro arruinó a su familia. El odio crece en él porque sabe que solo hay una culpable y es ella. Aquella niña de cabello rizado y pelirrojo.

Su odio incrementa más y se lamenta tanto haber jugado aquel día con ella, nada de esto estaría pensándole si él hubiese estado con su madre.

Los resultados fueron nulos, la amiga de Alexander no pudo determinar nada. Así que siguieron con algo tan normal.

Se suponía que Erick estaría con Hera

¿Porque? Pues ella cumpliría nueve años y lo que ella más necesitaba era aquel abrazo de papa.

-Mami, se que puedes escucharme-dice la pequeña sentada en el jardín del internado-. No se la razón por la que decidiste dejarme, pero mañana es mi cumpleaños-susurra, el viento es frió y no le importa estar sola aun cuando la noche es larga.- Yo solo quiero que regreses por mi, no quiero estar mas aquí mami. Ellos me lastiman mucho, pero juro que no hice nada intencional. Me he portado bien. Yo solo quiero tenerte nuevamente conmigo al igual que papa.

Ella cierra los ojos y piensa en aquellos días en los cuales fue feliz, pero que se borran de su mente al ser pequeñas partículas de felicidad.

Las doce marcan en el reloj.

Un dieciocho de octubre, Hera observa como el cielo está despejado, mira a las estrellas con tanto anhelo y pide el mismo deseo desde que cumplió siete.

-Quiero que papa se sienta orgulloso de mi-musita-.Quiero que papa esté en mi cumpleaños.

Cierra los ojos y se aferra que ese deseo se cumplirá

Esa misma noche en la oscuridad del cuarto, aquel niño castaño la observa, teme a acercarse a ella, no sabe cómo reaccionará. Siempre la protege cuando puede.

Es la primera vez que aquellos hermanos se quedan en el internado puesto que sus padres tuvieron un viaje de emergencia, cada día ellos salían por las tardes para regresar a casa, pero a aquel niño le emocionó tanto saber que se quedaría para cuidar de aquella niña.

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-¡Es su cumpleaños!-grita molestó

-Lo lamento señor Brown, pero las normas de esta institución se respetan, solo los familiares de Hera, pueden venir por ella-menciona con tranquilidad la directora.

-¡Eso es absurdo!-sigue molesto-¡El idiota de Erick no vendrá por ella!

-No puedo hacer nada entonces.-dicho eso se da media vuelta y camina sin voltear.

Alexander se siente impotente al no saber cómo estar con Hera.

-¡Papi!-el grito de felicidad de Lara es todo para Erick-¡Mira quiero ese gato!

Le hace pucheros y para Erick es todo una bendición poder cumplir con lo que su hija quiere.

Él se siente muy orgulloso de ella. Aunque se lamenta no haber estado en su nacimiento y en sus cumpleaños anteriores. Puesto que ahora la recompensa con todo lo que ella desee.

-De acuerdo mi niña-cede ante esta-¿dime cuál es de tu agrado?

Lara señala al pequeño animal de color mostaza en cuando a su padre paga por el.

-Eres el mejor papi-lo abraza y Erick siente aquella calidez.

Observa también a su esposa, quien le da una sonrisa coqueta. Y algo en cambia cuando a su mente llegan imágenes de una Isabella sonriente, una Hera feliz porque caminaban por el parque.