Capitulo 4

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—No es una cita . . . Pero . . . —Murmuraba Taki con el celular pegado a su oreja esbozando una pequeña sonrisa.

—¿Sonaba como una para ti? —Preguntaba Niki a través de la línea telefónica.

Pudo escuchar una risa dulce y un suave "así es" del otro lado. No podía ver a Taki ahora, pero juraba que estaba leyendo nuevamente ese mensaje que recibió el día de ayer.

Y efectivamente, lo estaba viendo con una sonrisa dulce y enamorada. Las mejillas del más bajo estaban suavemente coloradas de carmín. Alababa ese mensaje donde le decía que salieran a las tiendas luego . . . Yudai dijo que vendría a recogerlo.

—. . . Siento . . . Qué el no se está tomando esto en serio . . . —Murmuró Niki, siendo ignorado por Taki quien seguía enamorado—. Él terminó con Ha-nee para intentar ayudarte . . . Pero, ¿Cómo quiere ayudarte si en primer lugar ni siquiera le gustan los chicos? ¡Es un completo heterosexual!

—No es cierto . . . Una vez me besó . . . —Eso provocó que Niki se atragantara con su propia saliva y gritara fuertemente en la línea.

—¡¿Cómo es posible que haya cosas tan importantes que no me contaste antes?! —Interrogó Niki exaltado, Taki solamente se encogió en su lugar con el celular en sus manos—. ¡¿Y bien?!

—Ah, hablamos luego. Creo que Yudai ya llegó. ¡Bye!

Taki cortó casi de inmediato para no tener que responder eso. En realidad, no lo besó nunca. Ojalá hubiera sido así. Lo más lejos que llegaron alguna vez fue un beso esquimal, pero fue cuando aún eran demasiado inocentes . . . Taki aún no era consciente de sus sentimientos hacia Yudai . . . ¡Bueno, un beso era un beso! ¡Nunca específico a Niki si fue en los labios o no!

El japonés se levantó de su cama en la cual estaba acostado. Camino hacia una mochila pequeña donde tenía casi todo lo que necesitaría al salir . . . Su mamá compró una medicina que servía para llevar a cabo el dolor un poco y una botella de agua para hidratarse . . . Le agradecía por solo estás pequeñas cosas.

Aún no llegaba Yudai, solo era una excusa para Niki. Revisó su celular para ver si había algún mensaje . . . Lo último enviado fue hace 15 minutos dónde decía que ya estaba en camino.

—Ah . . . Yudai . . . Me gustas mucho . . . Me gustas mucho . . . ¡Me gustas mucho! —Decir esas palabras junto a su nombre le daba un cosquilleo en todo su cuerpo que recorría toda su espina dorsal y le erizaba la piel como a un felino.

El solo recordar el aroma tan familiar de su perfume o su cabello negro . . . Su sonrisa que mostraba ocasionalmente y sus ojos . . . Aquellos ojos negros como dos lagunas profundas . . . Se perdía casi de inmediato en ellos olvidando todo lo que tenía a su alrededor.

—¡Taki! —Resonó la voz de una mujer llamándole. Seguro era su madre avisándole que Yudai ya había llegado.

(✿)

Taki estaba decidido a conquistar el corazón de Yudai cueste lo que cueste. Se había preparado con varias horas de antelación. Tenía el cabello limpio, la piel suave y humectada, se colocó un perfume exquisito y además le había pedido ayuda a su hermana para colocarse un poco de maquillaje para ocultar sus imperfecciones y volver sus labios más pomposos y vivos.

Ahora mismo era como un imán, muchas chicas habían volteado a mirarle y, con disimulo, también algunos muchachos que trataban de no ser obvios. Taki caminaba al lado de Yudai orgulloso de que su esfuerzo en su apariencia hoy diera frutos.

—Te ves más bonito hoy —Comentaba Yudai provocando que las mejillas de Taki se tiñeran de un suave color carmín—. ¿Haz pensado a dónde podríamos ir el día de hoy?

365 días  [ K x Taki ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora