Frío y caliente

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Hoseok y sus hombres llegaron al medio día para poder instalarse, aún estaba molesto por la forma en que la mafia ocultaba cosas y deseaba tener una unión. Cuando descubrió a la mujer embarazada de los mafiosos le pareció una completa mierda, Yong-Sun una mujer hermosa y con los hijos de los herederos de la mafia más grande de Corea. Había calculado algunos daños, pero no pensaba que ellos tendrían hijos. No es que a Hoseok le importaran los bebés, para nada, había perdido la cordura y la razón hace mucho tiempo, en un mundo lleno de mierda Hoseok era el rey.

Hoseok a la corta edad de trece años había pasado por una pesadilla, entre quirófanos y torturas que le hicieron perder el amor hacia cualquier cosa o persona. Hyde y Mackenyu habían hecho todo lo que desearon con él hasta que a los diecisiete había logrado escapar con un buen botín para poder iniciar su pandilla. Brandstiftung era la familia que había comprado y además tenía un secreto que solo sus hombres de confianza sabían. 

─ Creo que tu plan tuvo un obstáculo con la presencia de esa mujer. ─ dijo Choi Jun-Hong. Este era el jefe de los repartidores encubiertos, estos parecían ser una empresa que llevaba cualquier encomienda a domicilio por lo cual conocían toda la ciudad. 

─ Es solo un ligero desvío. ─ dijo sonriendo. Estaban en el balcón que daba a la hermosa mansión de los Min. Hoseok tenía que conseguir refugio en ese lugar pues sus enemigos estaban cada vez más cerca, ellos deseaban a su creación de regreso. Hoseok se acercó a Jun, quien estaba sentado en una silla, se quitó la ropa y se colocó a horcajadas sobre él. Jun sostuvo su cintura y lo atrajo a su cuerpo besando su cuello y su pecho. ─ Pero aún hay muchas cosas que puedo hacer.

─ Lo sé... ¿Jungkook ya no desea follar?

─ Está enamorado... Pero tú  no desperdiciarás este cuerpo ¿Verdad? 

─ Nunca. 

Se levantó de la silla cargando a Hoseok, lo puso al borde del balcón mientras besaba su cuerpo, sus tetillas, su abdomen y cuello. Hoseok estiró sus brazos sintiendo el viento acariciando su cuerpo y la sensación de los labios de Jun-Hong. Pero en la mansión Min Taehyung veía la escena y sin poder soportarlo salió del gym. Yoongi no estaba, pues había llevado a Yong-Sun al hospital, por tanto era él quien debía atender sus asuntos y Hoseok lo era. 

Entró  a la casa de huéspedes, NamJoon y Jungkook solo lo dejaron pasar pues todo lo que pasaba era fríamente calculado por Hoseok. Cuando Taehyung entró a la habitación, Hoseok estaba de espaldas a Jun y este estaba  a punto de penetrarlo. Sintió furia por algún motivo desconocido, se acercó a la pareja y empujó a Jun-Hong. ─ ¿Qué mierda te pasa?

─ No quiero que lo toques. 

─ ¡Espera! Esto de aquí no es de tu incumbencia. ─ dijo Hoseok acercándose a Jun. ─ Es mi hombre y hará lo que yo digo, si deseo que me folle así será...

Taehyung lo agarró y lo atrajo a su cuerpo, Jun tomó su ropa y salió pues sabía que lo único que conseguiría sería la muerte. Taehyung sintió el cuerpo de Hoseok tan cerca que no podía evitar alejar su mirada de sus tetillas, eran tan apetecibles que deseaba morderlas. Hoseok sentía el aroma de Taehyung y el sudor que cubría su abdomen que deseaba lamerlo. 

─ Si tanto deseas que te follen, puedo hacerlo yo.

─ ¿Qué tienes para ofrecerme? ─ dijo Hoseok tomando el miembro de Taehyung que estaba aún bajo su chándal. ─ Lo siento, es grande, pero no puedo tomar algo que no es mío... Eres de Min...

─ Deja de jugar, quieres que te follemos, así que evita follar con otros. 

Hoseok lo empujó y empezó a reír, él era libre y no había nadie que pudiese domarlo, menos dos hombres que tenían una mujer preñada. Hoseok no sabía el porqué le molestaba tanto, pero lo hacía. ─ Nadie me gobierna, soy libre... Puedo follar con todo Seúl si deseo, créeme nadie me despreciaría. 

Bestrafe michDonde viven las historias. Descúbrelo ahora