Beomgyu sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba Taehyun y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano.
O dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de cero en un...
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Está era la situación, acababa de regresar del mercado y había un perro en su sala más desorientado que él. Era bonito, si no hubiera comenzado a ladrar cuando entraron, Beomgyu hubiera pensado que era otro peluche de los que Taehyun le regalaba a Kai. Pero este era de verdad y estaba rodando por el piso con su hijo que había quedado enamorado del perrito.
ㅡ ¡Mira mami! ¡Tiene mucho pelo! ㅡ había chillado Kai apenas lo vio.
ㅡ Si amor... ㅡ respondió, escribiendo rápidamente al culpable de la presencia del animalito.
Resulta que la promesa del perro y todo eso había sido cierta, demasiado. No le sorprendió cuando Taehyun afirmó que se llamaba Pelusa y Kai estaba encantado con Pelusa la pequeña bola de pelos.
Miró la hora, Taehyun había entrado a trabajar hacía veinte minutos, debió haber dejado al perro y una bolsa de comida antes de marcharse, no saldría hasta media tarde así que Beomgyu se hizo la idea de que era su responsabilidad.
No lo juzguen, adoraba los animales y siempre quiso una mascota para Kai, pero tal vez en unos años. Pero bueno, ahí estaba, todo adorable con su niño, Beomgyu lo dejo estar mientras se dirigió a la cocina a preparar el almuerzo, hablando con Taehyun mientras tanto.
ㅡ Mami a Pelusa le gustan mis pantuflas mira ㅡ Kai correteó en la cocina con el perro entre sus brazos, este tenía una de las pantuflas nuevas de su cachorro.
Beomgyu se apuró en quitársela, observando que aún servía. Pero el perro con sus dientes de bebé había dejado marca.
ㅡ No dejes que agarré estás cosas, Kai, si no aprenderá a romperlas ㅡ ambos, cachorro y cachorro lo miraron con ojos de perrito antes de volver corriendo a la sala.
El omega suspiró, algo le decía que no sería la primera cosa que el perro rompería. Saldría a comprarle un juguete más tarde y esperaría lo mejor.
Al menos el tanto jugar gastó las energías de Kai y Pelusa, apenas llenó sus pancitas ambos estuvieron deshechos en el sofá para una siesta, tiempo que Beomgyu aprovechó para poner algo de orden y terminar un diseño que debía enviar. Las siestas de Kai nunca duraban mucho desde que tenía dos años, así que no tuvo mucho tiempo para él solo.
Pudo ducharse, cepillarse el cabello y hasta ponerse sus cremas lo que era mucho, luego respondió emails de la empresa, en su mayoría sus colegas publicistas chequeando como iba cada uno, tenían agendada una reunión en la ciudad dentro de un mes y Beomgyu realmente no quería ir, pero no le quedaba de otra.
Era un solo día, pero debía dejar a Kai, tomar el tren de dos horas dos veces y soportar a sus compañeros, no eran malos, pero estaban en otro momento de sus vidas por lo que Beomgyu muchas veces no conectaba con ellos y se aburría.
Más adelante se preocuparía por ello, ahora la siesta y el turno de Taehyun había terminado, por lo que Beomgyu estaba preparando la merienda para todos mientras la sesión de juegos entre Kai y Pelusa se reanudaba.
