Dolor

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A: en qué voy a hacer
D: ¿de qué hablas?
A: cuando regresé a Italia, supongo que habrá noticias de mis padres... D: eso significa que ¿podré pedir tu mano?
A: Daniel... yo ...
D: ¿Tú qué?
A: creo que lo nuestro no está yendo a ningún lado y después de lo de ayer yo no sé si pueda seguir contigo D: ¿de qué hablas? (acercándose a ella)
A: -él comenzó a acercarse y eso me intimido así que me hice hacía atrás- Daniel por favor no... D: Arizona, sé que la jodi, no debí haberlo hecho así y me arrepiento mucho, te prometo que no va a volver a pasar, pero tú y yo no vamos a terminar
A: Daniel... creo que será lo mejor
D: No Arizona, por favor (acercándose más a ella) dame una oportunidad, es solo que sabes que hemos estado muy estresados y eso me llevó a comportarme como un imbécil, pero eso no volverá a pasar
A: Daniel... -pues... tiene razón hemos estado sometidos a mucho estrés, además ya prometió que no volverá a pasar tal vez lo mejor por ahora sea seguir con él, además, antes de lo de anoche siempre había sido muy lindo y me había protegido- está bien...
D: ¿en verdad? me haces muy feliz hermosa (acercándose y tomándola por la cintura)
A: Daniel... -no me dejó decir nada más pues me besó, y así estuvo un rato hasta que comenzó a besar mi cuello y a bajar sus manos hasta mis piernas, cuando comenzó a meterlas bajo mi vestido lo pare- Daniel no... por favor
D:  pero si ya lo hicimos
A: sí, pero... hoy no, por favor... D: dame un buen motivo...
A: no me siento bien y estoy muy cansada... D: ¡¡¡joder!!! A: -sin decir nada más salió de la habitación dando un portazo, cuando salió no pude evitar que una lágrima se escapará de mis ojos- que estúpida soy...
La semana pasó más o menos de la misma manera, cada que Daniel intentaba algo Arizona hacía lo posible por evadirlo, en ocasiones no lo lograba, ella lo intentaba entender y por ende terminaba justificando que la forzará a tener relaciones con él, hasta que finalmente el día de regresar a Italia había llegado...
A: -mientras terminaba de arreglar mis cosas para el regreso a Italia, Daniel entró en la habitación, el olor a alcohol llegó a mi inmediatamente- Daniel... D: hola guapa (acercándose a ella)
A: -Me quede sin palabras-
D: ven aquí (jalándola de la cintura)
A: Daniel por favor, hoy no... y menos así
D: ¿así cómo? (besando su cuello) tengo muchas ganas de sentirte
A: Daniel, por favor D: ¡a ver Arizona... (tomando su rostro y pegándola a la pared) tú eres mi mujer y me debes responder como tal así que deja de protestar!
A: Daniel, no quiero... D: no es cuestión de que quieras hermosa con que yo quiera es más que suficiente... A: ¡NO! -lo empujé pues no pensaba dejar que me tocará así, pero lo que hizo después me dolió tanto, en demasiadas formas que no me quedaron fuerzas para nada más - D: Te dije que vas a ser mía (dándole una bofetada y un puñetazo en el estómago)
A: -él abusó de mi en toda la extensión de la palabra, cuando terminó se acostó a mi lado, yo me levanté y fui a la ducha, me senté en una esquina en el suelo mientras el agua caía por mi cuerpo, me sentía tan sucia y quería que el agua se llevará ese sentimiento después de un par de horas me obligue a levantarme y cuando me mire al espejo pude ver la marca que había dejado la bofetada tendré que maquillarme de más o inventarme algún pretexto ... después fui a la cama para intentar dormir un poco pero me fue imposible, solo di vueltas en la cama hasta que la hora de partir llegó, Daniel despertó y al ver mi rostro rojo se acercó a mí, yo solo pude alejarme pues me daba miedo-
D: ¡hermosa perdóname! soy un imbécil! (intentando acercarse a Arizona)
A: ¡aléjate!
D: Arizona por favor, mi vida... sé que soy un completo idiota, pero te prometo que no volverá a pasar
A: Daniel... no, eso no es verdad
D: te lo juro hermosa yo te amo con toda mi alma... solo dame otra oportunidad
L: yo...

Tu mi única certezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora