*005!

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Haerin y Hyein eran novias, era algo que todos sabían, algo tan obvio y esperado que nunca, ninguna de las dos tuvieron que aclarar, ninguna tuvo que preguntar nada, sólo eran y punto.

Haerin aprendió esa palabra unos meses después, y cada vez que alguien se le acercaba a Hyein con otras intenciones -porque ella no era ninguna tonta como para no darse cuenta- sólo tenía que ir, abrazarla, mirar a la cara a quien sea el zorro, y decir "Hyein es mí novia" y esperar a que se vaya.

No lo había hecho muchas veces, con suerte habrán sido tres o cuatro, debía admitir que le parecía divertido y solía ponerse muy feliz cuando se iban.

Paseaban de la mano juntas, se besaban, se decían apodos lindos, se entendían y se apoyaban la una a la otra siempre.

Incluso, a sus veintitrés años y a los veintiuno de la menor, cuando Hyein terminó su carrera de Terapia Ocupacional, Haerin estaba con ella en su acto de fin de año, y fue ella quien le entregó el diploma, subiendo al escenario, sintiéndose útil e importante por entregar un papel enrrollado estaba sonriendo mucho.

ㅡ Todo esto es gracias a ti, Haerin-na, no hubiera hecho nada si no te hubiese conocido. ㅡle dijo, allí mismo, haciendo que se ruborizara mucho.

Y ya no se golpeaba cada vez que sentía el calor en sus mejillas, no desde que había aprendido qué era.

Un día, mucho tiempo antes de aquel día, se encontraban las dos solas.

Haerin estaba en un muy mal día, había despertado sin ganas ni energías de nada, no tenía paciencia, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, así que solo se había echado en la cama, con Hyein a su lado, mirando el techo.

Hyein sabía que su novia no estaba de humor para hablar, así que solo se recostó a su lado, le pidió permiso para poner algo de música suave y sólo se acurrucó contra su cuerpo.

Al cabo de un rato de música, Haerin se sentía algo mejor, la música la distraía, y se dejó mimar por Hyein, se relajó y se sintió algo somnolienta, por lo que se giró sin decir nada y comenzó a besarla, tomando sus mejillas, insistiendo sobre sus labios hasta sentir sus pulmones pedir aire.

Hyein notó que Haerin quería más, y con una sonrisa llena de confianza decidió ser más intensa con ella, colocándose sobre su cuerpo, con sus brazos a cada lado de su cabeza, la besó con profundidad, recorriendo con su lengua la cantidad bucal de la menor por primera vez, con lentitud en un principio, sin querer agobiarla de golpe, luego fue buscando que Haerin respondiera, cosa que ella entendió y acabaron en un cómodo baile de labios y lenguas, sintiendo calor y más calor, con suspiros y pequeños gemidos, hasta que fue demasiado y Haerin no soportó nada más, apartandola de un brusco empujón y saliendo de la cama a hacerce bolita en un rincón del cuarto, mientras sus manos golpeaban sus mejillas con fuerza para apagar tanto calor y esa sensación crecía en su pecho y no se iba, y sólo podía pensar en lo bien que se había sentido todo pero no sabía qué era, y por eso se frustraba.

ㅡ Haerin, Haerin, no te golpees, ya. ㅡ Hyein tomó sus muñecas y las apartó de su rostro, pero la menor necesitaba de algo que lo hiciera dejar de sentir tanto eso que desconocía, así que comenzó a golpear su cabeza contra la pared que estaba detrás de ella ㅡ ¡No, no, Haerin!

Hyein la apartó de un empujón y tiró de ella para que quedara sobre su pecho, la abrazó contra su pecho con fuerza.

ㅡ Nada de golpes, lejos de la pared, eso no se hace.

La escuchó llorar y quejarse, sus manos se apretaban y sus deditos se retorcían en frustración.

ㅡ Lo siento si no te gustó, Haerin... ㅡno encontró ningún indicio de que Haerin la estuviera escuchandoㅡ Haerin, mírame, escucha.

𝓢𝓪𝓻𝓪𝓷𝓰 ᦒ 𝙈𝙖𝙠𝙣𝙖𝙚𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora