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El día en que Hyein conoció a Haerin, la menor no la había mirado, ni escuchado, ni siquiera un segundo, por más que la mayor la había saludado con suavidad, Haerin no se encontraba conectada al mundo ese día.

— Oh, ella es mi hermana, del medio — había dicho Danielle, ella tenia otra hermana ademas de Haerin, Minji, pero no se encontraba en la casa en ese momento - Tiene autismo, no te va hacer caso.

Ese día, Hyein tenia dieciséis años, y Haerin tenia catorce, su estado aun estaba en un autismo severo, estaba en su mundo la mayoría del tiempo, y la única persona que reconocía completamente era a su padre, y otras veces a Danielle y a Minji, aunque también las ignoraba de vez en cuando.

Algo que Danielle le explico después es que Haerin era adoptada, tenia el apellido de otra familia y había sido abandonada una y otra vez, primero por sus padres biológicos y después por sus otros hogares. Nadie sabia como tratarla y Haerin cada vez se había vuelto mas cerrada en si misma, cada vez confiaba menos en las personas y cada vez su autismo empeoraba un poco mas.

Con el paso del tiempo, y con las visitas a casa de su mejor amiga, Hyein comenzó a observar a Haerin con mayor y mayor curiosidad.

Debía admitir que la menor era muy tierna.

Tenia el cabello castaño oscuro, y lo llevaba bastante largo, era difícil de cortarlo porque no le gustaba, así que solo esperaban a que ella no lo aguantara y dijera que lo quería distinto.

Le gustaban las estrellas, tenia posters de constelaciones por su dormitorio, junto con libros de astronomía.

También le gustaban las cosas con brillos, porque para ella parecían estrellas también.

Su color favorito era el azul y solía coleccionar cosas de ese color, y su programa favorito era "El Universo" que pasaban en un canal de ciencias, también le gustaban algunas películas de ciencia ficción pero que no tuvieran mucha violencia, Hyein odiaba la violencia.

Casi nunca hablaba, incluso cuando parecía hablar sola, no hacia ni un ruido, era prácticamente muda.

Hyein había conocido a Haerin en muchos aspectos, sin que Danielle le dijera nada, y sin que Haerin la hubiera notado a su lado siquiera una vez.

Danielle no era de pasar mucho tiempo con Haerin, no la odiaba, no le caía mal, no era mala con ella. es solo que nunca había logrado conectar con la menor del todo, así que intentaba pasar poco tiempo, y enfocarse en otras cosas, solía evitarla también, principalmente en los momentos donde sentía no tener paciencia para nadie o cuando se molestaba.

Y fue un día donde Danielle estaba especialmente molesta, porque su celular nuevo había desaparecido, Hyein estaba con ella y negaba haberlo escondido en forma de broma, en que Haerin conoció a Haerin finalmente.

Fue cerca de dos años después de que Hyein conociera a Haerin, la mayor tenia dieciocho y la menor dieciséis.

Mientras la morena buscaba por toda la casa con cara de que iba a matar a alguien, a Hyein se le ocurrió la brillante respuesta a los diez minutos de empezar el drama por el celular perdido, y comenzó a buscar a la menor por toda la casa, hasta encontrarla, en su cuarto, con en el celular de Danielle entre sus manitos.

Vio con una sonrisa como jugaba con la funda de esta, ere de color azul claro, tenia agua y brillo flotando en esta, Hanni era una tonta si creía que Haerin no se quedaría con la funda y el celular incluido.

Con algo de nervios, se agacho frente a ella, para hablarle por primera vez.

- Haerin, eso no es tuyo - los deditos de la menor se detuvieron, supo que la había escuchado, estiro sus manos hacia el teléfono y lo tomo con suavidad, sin hacer fuerza, solo apoyando sus dedos sobre este, no sabia como reaccionaria la pequeña al contacto físico - ¿Me lo das? Dani lo esta buscando.

Haerin comprendió y dejo que tomara el teléfono, pero después se dio cuenta que lo quería y no podía dejarlo, se estaba entreteniendo demasiado. Un sonido quejoso como un pequeño llanto escapo de ella al frustrarse, sin poder dejarlo ni quedárselo.

- Muy bien, Haerin, muy bien - dijo la mayor, y con un leve tirón se llevo el móvil, una vez que ya no estuvo en sus manos Haerin se sintió mejor y en un reflejo alzo la vista hacia ella.

Por primera vez en su vida, Hyein y Haerin se miraron a los ojos, los ojitos de la menor eran marrón chocolate, los de la mayor eran negros.

Hyein vio a Haerin sonreír, sus ojitos se hicieron dos lineas y sus manos se agitaron de felicidad.

La mayor no pudo evitar sonreír con ella, totalmente encantada de esa primera vez que Haerin conectaba con ella.

Haerin sintió su rostro mas caliente al verla hacer aquel gesto, no sabia por qué, era esa sonrisa con encías y esos ojitos que le provocaron emociones que le gustaron, llevo sus manos hacia sus mejillas con fuerza para apagar ese calor, al golpearse sintió dolor pero estaba acostumbrada a regularse con eso, así que se sintió mas aliviada, pero quien no entendió aquello fue Hyein, que su sonrisa se borro.

- Haerin, no te golpees así... - llevo sus manos a las del menor, acariciándolas suavemente, los ojitos de Haerin la volvieron a mirar pero se sintió extraña, como si la mirara con miedo, así que se separo de ella, llevándose el celular de su amiga, al voltear de nuevo hacia ella antes de salir del cuarto, Haerin ya había vuelto a su mundo.

Fue hasta el cuarto de Danielle, donde ella seguía molesta y no le hablaba a nadie mientras miraba el suelo cruzada de brazos.

- Toma - dijo Hyein extendiendo el celular hacia ella.

- Si lo tenias tu, maldita, te odio, ¿Todo el puto día-

- Lo tenia Haerin, no me jodas, ¿no se te ocurrió que tu funda le iba a gustar demasiado y se lo llevaría?

- ¿Qué tiene mi funda? - Danielle la miro, viendo el liquido y los brillos algo desacomodado aun por el reciente toqueteo.

- Es azul, a Haerin le gusta mucho el azul, tiene brillitos y a ella le gustan las estrellas y ademas se puede quedar horas jugando con el agua que tiene, estaba haciendo eso cuando la encontré.

Danielle se quedo mirándola un momento, y se pregunto de donde sabia tanto de su hermana, muchas veces Haerin era un misterio para los demás y no podían comprenderlo por mas que intentaran, estaba algo sorprendida.

- Bueno, tienes razón - le dijo, finalmente, miro la carcasa y suspiro - Toma - le quito rápidamente - Dásela a Haerin.

- ¿Yo?

- Si, tu - dijo Danielle, se ve que seguía estando enojada, Hyein rodó los ojos con fastidio, tomo la funda y fue por segunda vez al cuarto de la menor.

Haerin seguía allí, ordenando sus cositas de color azul en la estantería, tenia muchísimas cosas diferentes. Le gustaban las cosas pequeñas porque podía juntar muchas, tenia desde tapas de botellas. dinosaurios de juguetes. accesorios como anillos y aros, útiles escolares y por de flores azules también, pero solía tirarlas a la basura cuando se marchitaban y cambiaban a color marrón.

- Haerin.

La menor no reacciono a su voz, así que Hyein se acerco a ella de todas formas, colocándose a un lado y mostrandole la funda del celular que tanto le había gustado, poniéndola a la altura de sus ojos, haciendo que Haerin la viera enseguida.

La vio sonreír de nuevo y tomo la funda entre sus manos, y por un momento se quedo allí, esperando que la mirara, pero no lo hizo.

Sonrió con algo de pena, en verdad le encantaría conectar con ella, pero no era muy fácil.

- De nada, Haerin - dijo Hyein, al retirarse.

- Gra-cias.

En verdad no esperaba que hubiera una contestación, y tuvo que detenerse un segundo para mirarla sin creer que había escuchado su voz después de tanto tiempo de solo silencio.

Con una sonrisa, conforme, demasiado feliz por algo que no debía de ser para tanto, se fue a su casa sintiendo como si hubiera ganado un premio.

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𝓢𝓪𝓻𝓪𝓷𝓰 ᦒ 𝙈𝙖𝙠𝙣𝙖𝙚𝙯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora