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ー¡Cuatro, tres, dos, uno... FELIZ NAVIDAD! ーDijimos todos al unísono y chocamos nuestras copas.

ーFeliz Navidad mi amor. ーMe dijo al oído pasando su mano por mi cintura y dejándome un beso rápido en la comisura de los labios.

ーFeliz Navidad Lili. ーCorrespondí a su beso buscando su boca y choque su copa.

Su mano subía y bajaba por mi espalda mientras sus ojos se clavaban en los míos buscando algo más

ー¡Salid todos a ver los fuegos artificiales! ーGrito mi madre desde el jardín.

Carmela y Bruno fueron los primeros en salir disparados en cuanto se abrieron las puertas.

Las navidades en Málaga son frías, casi congelantes, pero la tradición de salir todos juntos a ver los fuegos no se cancela ni porque una inusual nieve nos prohibiera el paso.

Mi madre y padre miraban el cielo con sus copas en mano, Francis y Lourdes se encontraban a su lado abrazándose, por su parte Antonio y Lili hablaban de no se que.

Y yo estoy aquí parada junto a ellos, escuchando como la pólvora estalla en las alturas pero no puedo despegar la mirada de mis perros, corretean por el jardín ladrándole al cielo, jugueteando entre ellos y viniendo a ratos a reclamarme mimos.

Me es inevitable buscar a camarón entre medio de ellos dos intentando seguirles el paso con sus patitas cortas. Su caminata lenta hasta mis pies en señal de rendimiento y sus ojitos de pobrecito buscando el cariño de su mami.

Mire el suelo como si mágicamente Mónica y Camarón aparecieran recreando lo que tantos años fue costumbre. Pero no los encontré, solo mis pies y el rocío frío de la noche cubriendo el césped y mojando mis zapatos.

No pude evitar suspirar, me es imposible no echarla de menos. Voy por la vida topándome con su esencia, doy vueltas en la cama y me retumba en los oídos sus "pégate a mi, yo te ayudo a conciliar el sueño" y mi cuerpo revive el tacto de sus manos por mi piel dejándome caricias para que pudiera dormirme. Entro al baño y se me hace extraño ese hueco en el lavamanos donde siempre estaban sus cosas. Bajo a la cocina y no hay olor a café con chocolate, ni envoltorios de alfajor acumulándose en el cesto de basura porque le ha dado un ataque de dulces y no puede parar de comerlos.

ー¿Tienes frío? ーMe preguntó Lili abrazándome por la espalda, obligándome a volver a la realidad.

ーUff si, en verdad que si. ーFrote mis manos. ーMamá entremos ya.

ーSi por favor que me apetece un buen trago de licor ーAcotó Antonio ganándose una mirada matadora de mi madre.

ーPues ya somos dos. ーAgregué yo y mi madre negó con su cabeza indignada.

Nos sentamos todos en la sala donde mi madre había dejado la mesa llena de turrones y cosas dulces para acompañar el vino.

ーCuéntame hijo ¿Cómo van los preparativos de la boda? ーLe preguntó mi padre a Francis que se encontraba muy a gusto calentando sus manos en la chimenea.

ーBien, cada vez falta menos, ya tenemos el salón, el catering, la cita en el civil, el dj, yo ya tengo visto el traje y Espi ya está con las pruebas del vestido. ーRespondió mi hermano de un tirón con la voz temblorosa.

ー¡Ay que felicidad! Si parece ayer que nos contaban del compromiso y ahora tan solo faltan algunos meses para la gran boda de mi niño ーMi madre se retorció de felicidad en el sofá.

ーNi me lo diga Toñi que me entran los nervios. ーAgregó mi cuñada deslizando las palmas de sus manos por sus piernas.

ーNo te pongas así cuñadita, va a ser la mejor noche de tu vida. Por no decir la mejor fiesta de tu vida. ーLili se sentó a su lado entre risas.

Fuimos mejor de lo que contasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora