Una famosa página de adultos llega a los oídos de diversas personas, llamando la atención de uno de los policías de la cuidad. Los casos de homicidio aumentan de manera alarmante, pero esa no será su única preocupación.
⋆ 𝐿𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒...
—Así es, jefe. Illumi comenzó todo, me convenció de manera insistente que le tomara una foto de su hermano con Gon. Siempre ha estado queriendo controlar su vida, como es heredero de la empresa de los Zoldyck es lógico que lo haga pero... Esto ha llegado a los límites. —dramatizaba Hisoka de manera exagerada, haciéndose la víctima. Quien lo escuchara no dudaría que las cosas fueron a la inversa, siendo él quien decidió meterse en la relación de su compañero de trabajo y el albino.
Chrollo solamente escuchaba, con una pose pensativa ya lejos del ventanal.
—Entiendo, entonces creo que lo mejor sería contactar con Kurapika. Ahora que sé que ocurrió comprendo la desaparición de Gon. No ha regresado en días.
—Oh ~ Eso creo que fue por algo más. —canturrea el pelirrojo y por esa frase capta toda la atención del más alto.
—¿Qué quieres decir? —la pregunta solo hace que Hisoka sonría de manera terrorífica.
—No se me haría extraño que Illumi al verlos se haya molestado tanto que esto provocara hacerle daño.
Prácticamente lo estaba delatando. No tenía razón aparente, volver las cosas interesantes, más de lo que se encontraban le causaba un sumo morbo que le hacía relamerse los labios.
—Tienes razón.
Claro que la tengo. Pensó inmediatamente.
De nuevo el azabache le dio la espalda, marcando un número de teléfono que inmediatamente repicó y el rubio solamente ignoraba al tener el celular en silencio mientras conversaba con los policías. Esto duró solo unos minutos cuando salió con su novio Leorio y notó su cara de preocupación al notar su gesto absorto.
—¿Pasa algo, cariño?
—Es el estúpido de Chrollo. —no le daba calma saber que quería contactarse con él. Quería mantenerse alejado de todo ese mundo tan corrupto del contenido para adultos.
No lo bloqueó porque de alguna manera pensaba que debía mantener el contacto debido a que Gon se mantenía trabajando con ellos, así podría intervenir como ahora para ayudarlo.
—No me hagas perder el tiempo y dime que quieres. —al volver a iluminarse la pantalla atiende de inmediato. En el otro lado de la línea se escucha es la voz calmada de su antiguo superior mientras el moreno que está al lado de Kurapika hace señas de que va a asesinarlo.
Casi se ríe por sus gestos de enojo, pero vuelve a concentrarse al escuchar lo que está diciendo la llamada.
—Ya sé quién planeó hacerle aquella aberración a Gon. Si aceptas poner de tu parte te diré.
El Kurta casi rompe el aparato sino fuera porque de nuevo su pareja lo hace reaccionar. Aprieta la quijada con rabia.
—¡¿Quién fue?! ¡Déjate de tonterías y dilo! —hubo un silencio en la línea, Kurapika camina por el pasillo inquieto y furioso.
—Te dije que te lo voy a decir si cooperas conmigo, no llames la atención y escucha.
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Gon se despertó de nuevo al intentar dormir y recordar lo que había pasado esa noche donde fue violado. Con los ojos llenos de lágrimas y sujetando la sábana fue a buscar a Killua que estaba durmiendo en el sofá.
Sus pies desnudos recorrieron el pasillo hasta llegar, viendo al albino tirado bocarriba y con lo que parecían ser documentos que no prestó atención. Pasó una de sus piernas por el torso del menor y sin importarle que fuera a asustarlo de muerte se recostó encima.
Claramente se despertó, preguntándose si seguía dormido o veía alguna clase de alucinación ese bulto extraño entre sus piernas. Solo bajó un poco la sábana y noto el cabello negro contra la ley de la gravedad.
—No puedo dormir... —dijo para justificarse. Moría frío y seguía lloviendo afuera.
No responde nada, sigue soñoliento y solamente deja una mano en lo que sería la espalda del moreno buscando darle un apoyo. Seguía pensando en los videos que le pasó Ikalgo días antes de lo ocurrido con Gon y que notaron un carro que pasó con frecuencia por esa zona. Por ahora se buscaba descifrar la matrícula.
Hay un silencio tranquilo. Solamente capta como sus gatos entran y salen de las habitaciones curiosos como siempre es a la hora de la noche y madrugada.
—Killua... ¿Puedo decirte algo?
El moreno trata de verlo pero entra en pánico. Así que simplemente se remueve en su sitio.
—No quiero que te pase nada... Con lo que estás haciendo de ayudarme, siento que... Solo te estoy poniendo el peligro...
—No te voy a dejar solo, Gon. No pienses en eso.
El Freecss vuelve a moverse, tratando de que no se le duerman los músculos por quedarse tanto tiempo en una misma posición.
—Te extrañé mucho, desde que me dejaste en el hotel.
Otra vez hablaban del tema. Cosa que le hacía sentirse culpable y removerse incómodo. Ahora llevando sus manos detrás de su cabeza.
Tenía tanto que decir pero solamente se quedaba sobre pensando. Pasaron los minutos y Gon se quedó dormido sobre su pecho.
—Mierda, me siento tan estúpido... —suspira con frustración. Se siente impotente por no poder hacer nada y considerarse inútil.
En eso su celular suena, nota una llamada pero prefiere no atender para no despertar al azabache que está tranquilo por fin.
Inmediatamente recibe un mensaje por parte de Kurapika.
??: Alguien sabe sobre el sospechoso que abusó a Gon, pero no está fácil...
Se trata de una persona en su mismo trabajo.
Tuvo que hacer un esfuerzo de no gritar, se mordió su propia mano y pidió explicaciones pero solamente tuvo una respuesta de que lo hablarían en persona.
Nunca el estómago se le revolvió de esa manera. No podía ser posible que no pudo ni siquiera dar con la persona... ¿De verdad tan en vano fueron sus esfuerzos?
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