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Jimin caminó entre todas las personas con elegantes trajes y finos vestidos, sonriendo de vez en cuando a personas conocidas por los negocios que realizaban con sus padres.

No tenía muchas ganas de estar ahí, pero no pudo evitarlo, tanto Namjoon como Taemin iban a estar ahí también, de echo ambos estaban sentados en una mesa junto a Jisoo hablando de cualquier cosa para entretenerse y pasar el rato.

Ninguno de ellos tenía realmente ganas de estar en ese lugar, solo se hablaría de negocios, contratos, futuros negocios, alianzas, fusiones empresariales, y más temas que no le interesaba para nada en ese momento.

Aún faltaba tiempo para que tomara un puesto importante en la empresa de sus padres por lo que él no tenía prisa por meterse a ese mundo todavía.

Agarró una copa de la bandeja que un camarero llevaba y la bebió de un sorbo, estaba aburrido y agobiado por tantas personas. Necesitaba algo de aire por lo que no dudó en salir a la gran terraza que había en el enorme lugar. En la terraza también había varias personas conversando pero eran pocas, y dado que la terraza era muy grande prefirió quedarse en un lugar tranquilo y aspirar algo de aire fresco mientras cerraba los ojos.

El traje lo estaba incomodando, no había tenido tiempo de escoger uno a su gusto por lo que sus padres eligieron uno al azar y la tela le molestaba, la corbata estaba demasiado apretada y los pantalones se sentían incómodos. Incluso los zapatos lo molestaban porque le apretaban los dedos.

Suspiró, solo necesitaba aguantar aquello al menos una hora más y después podría irse. Suspirando hondamente trató de llenarse de ánimo para girarse y volver a entrar al lugar pero se quedó congelado cuando vio una cabellera rubia conocida que entraba antes que el con una bandeja en alto.

¿Se lo estaba imaginando?.

Para no quedarse con la duda se apresuró en seguirlo y entrar al salón, siguiendo la cabellera rubia con la mirada, y cuando el chico se giró Jimin quedó con la boca abierta al reconocer a Jungkook.

Su rostro blanquecino y ojos grandes eran fáciles de distinguir, su cabello rubio se veía un poco más corto, perfectamente peinado a los lados en capas, con un poco de flequillo y sus labios de un rojizo que no podía ser natural.

No lo había vuelto a ver desde que volvió de la playa de Busan. Después de aquella pequeña discusión que tuvieron Jungkook lo ignoró por completo y el se había mantenido alejado como el  mismo le había pedido.

Caminó con pasos lentos donde el chico estaba de pie, colocando lo que había llevado en la bandeja sobre la mesa, probablemente algunos postres para probar y acompañar el champán, postres realizados por reconocidos chefs.

Jimin se detuvo cuando llegó a un lado de Jungkook, solo ellos dos se encontraban en la larga y grande mesa, el rubio demasiado enfrascado en su tarea de colocar los distintos, llamativos y pequeños postres de forma decorativa en los platos.

—No pensé verte en un lugar como este.—Jimin habló, viendo el momento exacto en el que Jungkook se sobresaltó al estar demasiado concentrado en lo que hacía.

—¿Que demonios...?.—Jungkook se giró hacia el con el ceño fruncido, sus ojos agrandándose al reconocerlo.

—Buenas noches.—Jimin le sonrió.

—Para ti.—Jungkook simplemte dijo, volteándose para seguir con su trabajo, moviéndose para seguir dejando más postres a lo largo de la mesa.

—No esperaba encontrarte aquí.—dijo Jimin de nuevo.

—Yo tampoco esperaba verte aquí esta noche.—Jungkook murmuró, girándose a verlo con desdén—.Pero no me sorprende tampoco.

—¿Que quieres decir?.—Jimin preguntó, siguiéndolo.

Trust Me. [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora