Capítulo 10: ¿Me esperarías?

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Me la pasé el sábado y la mañana del domingo encerrada en mi casa, no salí de mi cuarto, sentía que el mundo me había caído encima, la noticia que me había dado Fernando nunca me la esperé, no entendía nada, seguía sumida como en una ilusión, sentía que nada era real, que era un mal sueño del que necesitaba despertar, por eso intenté dormir todo el día, para ver si me lograba despertar de aquella terrible pesadilla, pero cada vez que recibía una llamada de mis padres o de Caro o de Tomás, caía en razón que no era un sueño, sino una realidad, Fernando se había casado, había ido a Brasil a casarse. Tenía creo que dos días sin comer nada, en verdad no sentía hambre, me costaba moverme. Me obligué a levantarme de la cama para tomar un baño, no me podía echar a morir, tenía que enfrentar esta situación, tenía que tener una explicación, Fernando me dijo que me amaba, dijo que era temporal y que tenía solución. Luego de bañarme, cepillé mi cabello, me puse una de mis pijamas de seda con su respectiva bata que había comprado la última vez que compré ropa, desde hace meses que las pijamas de Moty habían desaparecido de mi closet., me puse unas sandalias y me dispuse a prepararme algo de comer. Cuando estaba analizando mi cocina para ver qué me podía preparar tocaron la puerta de la casa así que fui a abrir y ahí estaba él, parado frente a mi puerta con una bolsa de comida y una leve sonrisa en sus labios que me pedía un momento para hablar.


F- Lety que bueno que estás bien, nos tienes a todos muy preocupados, no contestas el teléfono, pensé que te había pasado algo malo.

L- perdóname Fernando, no he logrado levantarme de la cama hasta ahora, me siento aturdida.

F- imagino que entonces no has comido nada desde el viernes ¿cierto?

L- no, apenas iba a revisar que me podía preparar.

F- te traje comida. Me dijo levantando la mano en la que traía una bolsa de papel. ¿Puedo pasar?


Asentí con la cabeza, entró a la casa, yo me quedé recostada en la pared del comedor mientras lo veía sacar la comida, buscar platos y vasos y servirla para sentarnos a comer, había comprado pasta con pollo en salsa Alfredo y la verdad sí olía delicioso, extendió su mano para que me acercara a la mesa y me senté junto a él.


F- espero que te guste la cena.

L- huele muy bien, gracias, perdóname que me encuentres en estas fachas, acabo de salir del baño y me puse la primer pijama que encontré.

F- no me pidas perdón, estás en tu casa, yo soy el que vino sin avisar, además que hasta recién salida del baño, con el cabello mojado y en pijama te ves hermosa.

L- gracias.

F- Lety, necesito explicarte lo que pasó en estas dos semanas.

L- Fernando es tu vida y si decidiste casarte con ella...

F- no Lety, si me casé con ella fue para ayudarla, nada más, por favor déjame contarte todo y ya luego tú decides lo que quieres hacer.

L- está bien, te escucho.

F- mira, mi amiga se llama Cecilia, la conocí cuando estudiábamos en la universidad, ella vino por un semestre de intercambio y nos hicimos muy amigos, no te lo voy a negar, en ese momento salimos varias veces, pero luego ella se regresó a Brasil y solo nos comunicábamos de vez en cuando, cuando empecé mi relación con Marcia prácticamente me obligó a dejar de hablarle y así lo hice. Durante muchos años no supe nada de ella, hasta hace unas semanas que me contactó.

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