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Mientras mi cuerpo se hallaba suspendido en aquella laguna espesa y negra, me mantuve firme en mis pensamientos y decisiones, observando el triste final de la persona que había adorado toda mi vida

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Mientras mi cuerpo se hallaba suspendido en aquella laguna espesa y negra, me mantuve firme en mis pensamientos y decisiones, observando el triste final de la persona que había adorado toda mi vida. Ninguno merecía el cielo o el infierno, ninguno merecía sentir la dicha que encontrarse salvado, porque ambos habíamos cometido errores.

Yo me había convertido en un vampiro, condenando mi alma.

Y mi hermoso Taehyung había cometido uno de los peores pecados: el suicidio.

— Ha sido un largo recorrido, pero he podido llegar a ti una vez más.

Giré mi cuerpo y me aferré a la idea de que sin importar lo imposible que pareciera, él se hallaba junto a mí. Observé su sonrisa y su cuerpo esbelto, vino hacia mí con la misma elegancia y rapidez con que había llegado a mi vida tiempo atrás.

— No debiste hacerlo. — Dije con tono de reproche, aun cuando ya había envuelto su cuerpo contra el mío—. No debiste morir por mí.

— No encontraba ninguna razón más para seguir allí. —Sus manos fueron directamente a mi rostro, secando las pequeñas lágrimas que iban corriendo por mis mejillas—. Dijiste que te olvidara, pero nunca pude hacerlo. No quería seguir viviendo sabiendo que te había perdido para siempre.

— En este mundo no existe un final, vagarás toda la eternidad en la oscuridad.

— Si es contigo, puedo aceptar cualquier reto.

Taehyung era alguien demasiado testarudo y sabía que yo no era capaz de contradecir sus palabras. En parte, fue aquella característica la que logró cautivarme la primera vez que lo vi.

— No era lo que había pensado para nosotros, pero, al menos, nos mantendremos una eternidad juntos.

— Te amo.

— Te amo, Taehyung.

Un último abrazo fue lo único que obtuvimos antes de caminar por aquel sendero inmenso e infinito que representaba el limbo. A pesar de no ser el destino que deseaba para ambos, mientras lo tuviera conmigo, nada importaba. Porque él era lo único que necesitaba.



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The truth untold ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora