Extra 3.

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Las generaciones iban pasando con más rapidez de las que recordaba

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Las generaciones iban pasando con más rapidez de las que recordaba. Las personas que conocí en su momento fueron muriendo y abandonando el mundo, mientras me quedaba con el triste recuerdo de su existencia y la esperanza vivaz de poder encontrarlos en algún momento del futuro. A pesar de la manera tan espontánea en la que mi mejor amigo había fallecido, pude saber que él agradecía enormemente el hecho de que mi vida tomó un giro inesperado y mejoró cuando encontré mi propia felicidad, pues había estado rondando por el mundo tantos siglos sin encontrar la paz que necesitaba. Yoongi había sonreído en aquel momento y cerró los ojos cuando me dio a conocer su último y único deseo, el cual solo tenía que ver con encontrarnos en su próxima vida.

Hoseok le siguió años después, cuando no pudo continuar con el dolor de perder a su pareja. Y, entonces, las décadas volvieron a pasar una vez más. Ellos no reencarnaron, ni se manifestaron delante de mí otra vez. Sus almas pedían descansar un poco más antes de volver a esta vida injusta y casi sombría; y tomar esa nueva oportunidad para encontrarse y estar juntos una nueva vida.

Recordando nuestros momentos juntos, pude sonreír mientras la luz de mi compañera eterna me iluminaba. La luna resplandecía en su forma completa, dándome la bienvenida una vez más.

— ¿Jungkook? ¿Pasa algo?

El sonido de su voz me hizo sonreír inconscientemente. Despegué mi vista del ventanal y la guie hacia el dueño de aquella dulce y armónica voz, encontrándome con la figura de mi hermoso rayo de sol.

— Solo estaba recordando lo que pasó con Yoongi y Hoseok — mencioné mientras me acercaba a su cuerpo, acariciando su mejilla cuando pude llegar hasta él —. Sabes que me he puesto muy nostálgico desde que decidimos mudarnos aquí.

Jimin asintió con suavidad mientras dejaba que mis dedos recorrieran su pálida piel. Su mirada rojiza me observó mientras una pequeña sonrisa surcaba sus labios y me regalaba cierta tranquilidad dentro de mis pensamientos temerosos.

— Ellos están bien en donde sea que se encuentren, no debes preocuparte por nada — mencionó con voz suave —. Yoongi y Hoseok nacerán en este pueblo una vez más y nos conocerán, estoy seguro de ello.

Asentí a sus palabras y lo retuve entre mis brazos. A pesar del tiempo en que tuvimos que vagar por los diferentes pueblos, siempre terminábamos regresando al mismo, a la espera de una generación nueva que no nos reconociera y nos abriera las puertas de su hogar.

Nuestro anterior hogar, el cual fue testigo de mi pérdida y el dolor de mi amado, se formó cinco décadas después de la transformación de Jimin, con gente totalmente ajena a lo que se escondía bajo sus cimientos y a la historia de nuestro amor que solo sonaba como una leyenda entre las masas. El castillo que me acobijó por tanto tiempo estaba completamente igual a como recordaba. Las rejas de la entrada, los cuadros en las habitaciones, el salón, el comedor, las alcobas, etc. Todo aquello perduró intacto.

The truth untold ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora