07.

493 76 2
                                    


Usé mi velocidad para llegar hasta el pueblo, sin importar que las personas me aborrecieran y quisieran mi muerte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Usé mi velocidad para llegar hasta el pueblo, sin importar que las personas me aborrecieran y quisieran mi muerte. Debía llegar hasta él y protegerlo de toda aquella maldad, llevarlo lejos y garantizar su bienestar, sin importar si llegaba a odiarme en el proceso.

Aquella noche era fría, desolada y tenebrosa. La luna había desaparecido del firmamento y el silencioso camino al pueblo lo convertía en el escenario perfecto para sentir miedo de nuestro destino. Era este mismo panorama el que observé en mi visión al futuro, el mismo momento donde vi la vida de Taehyung desvanecerse como una pequeña brisa.

Corrí hasta llegar a la entrada, hasta ver antorchas en la plaza del pueblo y sentí el llamado de alerta de mi compañero. Nuestro final estaba aproximándose a cada paso que daba, sabiendo que los pobladores iban a castigarlo por haberse entregado a mí.

— ¡Seokjin! — Escuché su llamado en mi consciencia y no dudé en acercarme hacia donde estaba, en el lugar donde todo el pueblo se reunía para asesinarlo en la horca—. ¡Seokjin!

— ¡Taehyung!

Mi grito detuvo el bullicio y captó la atención de todos los pobladores, ellos giraron hacia mí y fui testigo del odio y el miedo que se albergaba en sus miradas. Me sentí vulnerable al saber que todos me acusaban de haber corrompido el alma de Taehyung, sintiendo que tenían razón al decirlo.

— ¡Maldito demonio! ¡Deberías desaparecer!

— ¡Asesinen al hombre que se entregó a ese demonio! ¡Es abominable! ¡Quémenlo en la hoguera!

Observé a Taehyung por sobre el mar de gente y supe que estaríamos perdidos si uno de los dos moría. No quería vivir otros mil años sin tener que observarlo, no quería sentir ese repudio hacia mí mismo, sabiendo que no pude salvarlo de aquel cruel destino. ¿Merecía haber sido el dueño de su corazón si lo había condenado de esa manera?

— ¡Apresúrense y asesinen al amante de este demonio! ¡Traicionó al pueblo y entregó nuestras vidas a este horrible monstruo!

Era yo quien debía pagar por él. Era yo quien debía desaparecer de este mundo y dejarle vivir sin mi recuerdo. Si tan solo pudiera ir contra ellos y asesinarlos, sería todo más fácil. Sin embargo, ya había hecho mucho daño y no merecía correrse más sangre por mis acciones.

Aparté al mar de gente que me impedía el paso y llegué hasta el centro de la plaza, donde lo estreché entre mis brazos, sabiendo que aquello no era más que una despedida.

— Serás feliz sin mí, Tae, — murmuré — serás feliz y libre de amar a quien desees.

— No, Seokjin... no lo hagas... por favor....

— Te amo, Kim Taehyung. — Observé a mi hermano entre el mar de gente. Jungkook solo me observó con ojos tristes y asintió a mi petición—. Y siempre lo haré....

The truth untold ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora