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Lando Norris

Carlos Sainz y yo estábamos caminando por el paddock mientras reíamos por cualquier tontería. La verdad, desde que habíamos sido compañeros de equipo nos hemos vuelto muy unidos. Oscar Piastri, mi actual compañero, me caía bien, pero lo de Carlos y yo iba mucho más que cualquier compañero de trabajo. Se acercaba más a la palabra hermanos.

-Por cierto, -empezó a decir el español.- ahora eres el salvador de los fans y Mercedes.

-¿A qué te refieres? -pregunté.

-Y también de la princesa del paddock, como así la llaman. -siguió hablando haciendo coletillas con los dedos, ignorándome.

-Lo primero, no me ignores. -levanté una ceja.- Y lo segundo, ¿quién demonios es la princesa del paddock?

El español me miró con los ojos abiertos, como si acabara de hacer la pregunta más estúpida de la historia de las preguntas estúpidas.

-Vas de coña. -negué- Ay lando, me consideraba más viejo que tú, aunque ya veo que no. ¿No ves las redes? Porque a los fans les ha llamado demasiado la atención una chica en concreto del paddock esta temporada. Y juraría que ya se te puede estar ocurriendo quién.

-Pues no. -rasqué mi nuca.

-La chica con la que hablaste después de la carrera, idiota. La hija de Toto Wolff;  Atenea.

[...]

Atenea Wolff

-Eres toda una superestrella, rubita. -bromeó mi mejor amigo, George, mientras pasaba uno de sus brazos por mis hombros.- No dejan de hablar de lo espectacular que ibas vestida el otro día en la carrera. Las revistas de moda te tienen en la portada como "la moda de la Formula 1". -rió- vas a ser influencer.

-Cállate, George. No me admiran. -dije mientras acariciaba su pierna. Ambos estábamos en el sofá de mi casa tumbados

-Bueno. -suspiró, para despues girarse para verme.- Yo sí.

-¿Sí? -asintió.- Aww, que mono eres, Georgie. -este sonrió y yo le agarré de las mejillas y las sacudí, como las abuelas.

-Oye, oye, no nos pasemos tampoco. -quitó mis manos de su cara mientras yo reía.

De repente la puerta se abrió y mi padre apareció en el salón. Me miró. Miró a george. Y me volvió a mirar.

-Y este qué hace aquí.

Ahogué una carcajada.

-¿Aún recuerda que soy piloto de tu escudería? -preguntó George indignado.

-Por supuesto, no mi hijo. Largo.

-Déjalo, papá. Nos vamos arriba. -dije aún riendo mientras me levantaba del sofá tomando la mano del británico para llevarlo conmigo a mi habitación.

-Vale. -dijo desinteresado mientras se preparaba un café cortado.- Con tal de que lo saques de aquí.

George, aún indignado con su jefe, y yo, llegamos arriba y me preparé para salir a dar una vuelta.

-¿Qué haces? preguntó mi mejor amigo.

-Prepararme. -dije mientras pasaba mis manos por mi falda para colocarla correctamente.- Saldremos un rato.

-Pues que fea.

-Al menos mi jefe si me quiere. -el piloto llevó una mano a su pecho.

-Que sepas que eso sí me ha dolido. 

[...]

Lando Norris

Carlos y yo habiamos decidido ir a comprar un perrito caliente a uno de los puestos de comida del paddock. Por saltarse la dieta una vez no pasa nada, ¿no? De todos modos, prefiero que no me vea mi jefe.

-Dios. -suspiró Carlos.- Hacía una eternidad que no comía uno de estos.

-Son los mejores. -le pegué un mordisco a mi perrito caliente, haciendo resbalar una gota de ketchup en mi camiseta de la escudería. 

-Ostras, Lando. -exclamó Carlos.- No sabía que ahora corrías en Ferrari. Te sienta bien el rojo. -dijo señalando la gran mancha roja de salsa que adornaba mi camiseta naranja.

-Idiota. -le pegué una colleja mientras él soltaba una carcajada.

-Tranquilo, Lando. -me sujetó de las muñecas.- Para la próxima vez puedo traerte un babero. 

Volvió a explotar a carcajadas mientras yo le proporcionaba más golpes.

[...]

Atenea Wolff

George y yo llegamos al paddock, bajo la mirada de todo el mundo. Por lo que había estado leyendo por diferentes revistas online y perfiles de redes sociales de cotilleos, ya empezaban a fluir los rumores sobre mí y mi espontánea llegada a la fórmula 1.

La gente comenzaba a rumorear, se decían muchas cosas sobre "la princesa del paddock", un apodo que, siendo sincera, me hace bastante gracia. Estuve buscando su significado, y se supone que es porque mi estilo de ropa ha llamado tanto la atención y ha gustado tanto que ha llevado a ponerme este apodo. Yo sé que tengo buen ojo para la moda desde pequeña, pero no imaginaba que hasta este punto.

Aparte de mi buen estilo, en otra cosa en la que los fans se habían puesto de acuerdo, era en que yo era la hija de Toto Wolff. Esto era obvio por nuestro parecido físico, pero principalmente por su rápida investigación en Internet. Es sorprendente la capacidad que tienen las personas de extraer información de un medio abierto a todos.

A veces me aterra un poco.

Y otra cosa de la que también todos estaban de acuerdo, era de mi cercanía al piloto de Mercedes, George Russell. Los rumores de que podíamos ser pareja no eran inexistentes, pero tampoco lo eran los que decían que nuestra relación no iba más allá de la amistad. Estos rumores no eran nada nuevo para mí. Cuando finalmente tomé la decisión de mostrarme a los medios y al deporte, bueno, mas bien fué mi padre, ya sabía que estas suposiciones podrían existir.

Yo no me separaba de George en ningún momento, dado que no conocía del todo el lugar. Algunos fans se acercaban a nosotros y le pedían a George fotos o autógrafos. Yo simplemente me apartaba y admiraba ver a George ser querido y triunfar por hacer lo que le gusta. Yo sé todo lo que le ha costado llegar hasta aquí, y no podría estar más orgullosa.

Yo me mantenía apartada esperando a que acabasen de tomarse las fotos mi amigo y sus fans, hasta que la última de ellos, cuando acabó de hablar con George, noté que me miraba y se acercaba a mí tímida. George no apartaba la vista de nosotras.

-Hola. -me saludó tímida.- Me gusta mucho como vistes, tienes un estilazo. -sonreí agradecida.- Estoy estudiando moda y debo decir que eres una gran inspiración para mí, y un perfecto modelo de la elegancia juvenil.

-Muchas gracias. -sonreí, no sabía como reaccionar ante estas cosas.

-No hay de qué. -se despidió.- Gracias por las firmas. -le dijo esta vez a George, quien acababa de llegar a mi lado.

Dicho esto, la adolescente se marchó y nosotros seguimos nuestro camino, andando tranquilamente mientras disfrutabamos de la presencia del otro.

Pero en un momento que no recuerdo, escuché una voz riendose a carcajadas, y a otra quejandose en voz alta a mis espaldas.

La curiosidad se apoderó de mi cuerpo, y giré sobre este, encontrándome a un chico tirado encima de otro proporcionándole golpes mientras el otro reía.

Sonreí.


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Por fin capítulo!! de verdad siento no poder actualizar tan seguido como antes. El curso está resultandome muy difícil, pero cuando tenga tiempo libre, volveré a actualizar igual de seguido que antes en ambos fanfics.

¿Qué os ha parecido este capítulo?

Nos vemos en los próximos capítulos!!

𝑀𝑐𝐿𝑎𝑟𝑒𝑛'𝑠 𝐺𝑖𝑟𝑙 ➪ ʟᴀɴᴅᴏ ɴᴏʀʀɪs ғᴀɴғɪᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora