DOS

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Otro día más en la vida de nuestro querido protagonista, levantándose a las 5:00 con el llamado de su madre, mientras esta le llenaba su cara de babas, obvio le estaba dando unos cariñosos besos de madre, mientras le decía lo bonito que era, claramente omitiendo sus labios, el amor de madre no podía faltar, al cabo de unos segundos esta salió, prendiendo las luces y recibiendo un gruñido por parte del chico, no quería despertar, más porque se acostó muy tarde la noche o mejor dicho la madrugada de ese día.

Levanto pesadamente su cuerpo y se dirigió al baño, duro más o menos 15 minutos, en lo que se baña y alistaba, quería hacerse unos rulos en el cabello, pero sabía que no le daría tiempo, por eso antes de que se metiera a la ducha puso a calentar la plancha, y cuando salió, y se terminó de cambiar, se dispuso a arreglar su cabello, aunque a veces no se quedaba liso, y cogía unos lindos rulos al final de cada hebra de su hermoso color castaño.

—Vamos mi niño, levántate—Decía su madre abriendo la puerta por segunda vez, pero esta vez encontrado se a su hijo ya casi listo—bien, ese es mi tae.—el mencionado respondió con una sonrisa geométrica y se levantó para darle un beso en su cabellera rojiza.

—Ya voy a desayunar, en un momento—Dijo este y cerró la puerta al recibir un asentimiento por parte de su madre.

Mirándose al espejó vio que había rebajado, ya que no comía tanto en la escuela, era para ahorrar, se mamaba su trilla de hambre solo por ser alguien independiente.

Al salir de su habitación él ya se encontraba casi listo, solo que su estómago rujía por un bocado de la deliciosa comida de su padre, ya que el siempre cocinaba el desayuno.

Llegando al lugar esperado se encontró a su padre y a su hermano también se encontraba en la cocina, ayudándole a su padre.

—Buen día mi cielo, ¿Cómo amaneciste? —.Dijo su padre al verlo sentarse en la pequeña mesa de la cocina.

—buen día papa, dormí bien y tu? —dijo este mirando a su hermano y también diciéndole buenos días, a lo cual este respondió igual su saludo.

— ¿Cuál es el menú de hoy? —.pregunto este mirando con curiosidad todo lo que había.

 —Puré de papa con huevo revuelto, delicioso no? —Miro a su hijo y se encontró una mirada brillante, sabía que le encantaba el puré de papas, según él "lo conocía muy bien", o eso creía él.

 —Papaaaa, eso es deliciosisimooo. —inquirió con emoción.

—Bien, iré a cambiarme para ir al trabajo, coman rápido antes de que se haga más tarde, Nam, sirve pero ojo rompes los platos, es la vajilla nueva de tu madre, si se llega a enterar que le rompiste un solo vaso de tomar café ya sabes lo que te espera.—Diciendo esto salió de la cocina riéndose.

 Este solo se hecho a reír y su hermano también, su padre era muy chistoso, aunque a veces es muy gruñón, pero lo querían así.

—Y bien, ¿cómo te va con Jin? —dijo este al recibir el plato de puré y meterse el primer bocado a su boca.

 —Estamos bien...supongo. —Musito entre dientes lo último, y se sentó sin mirar a tae.

 —Y ahora, ¿Que mierda paso? —dijo este con la boca llena.

 —Se enteró lo de Winter. —El castaño casi se atraganta con la comida al escuchar eso, obvio haciéndose el sorprendido, ya que había sido el quien había contado a Jin lo que su hermano había hecho.

No iba a permitir que le fuera infiel a Jin, y menos con alguien como Winter, que solo se la pasa son un tipo cada semana, Jin era una persona muy bonita y sincera, no quería que le rompiera el corazón.

SOLO MIRAME A MI. kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora