Sweet Scent [Luckity]

°Dos°

Durante toda su clase de cálculo, Quackity estuvo ideando estrategias e imaginando escenarios en los que le hablaba al omega castaño. En todas sus ideas la situación terminaba en catástrofe.

¿Y si Luzu lo ignoraba?

¿Y si le caía mal?

¿Y si su aroma era desagradable para el omega?

¿Y si no era lo suficientemente alto?

Porque Quackity era un par de centímetros más pequeño que Luzu, no era mucha diferencia, pero tal vez al menor le gustaban más altos y fornidos.

Cuando se dió cuenta la clase había terminado, por suerte era muy bueno en los números y necesitaba de una pequeña explicación para entender todo.

Las siguientes dos horas el alfa decidió prestar más atención en sus clases y no pensar demasiado en el bonito chico.

Cuando la hora del almuerzo llegó, Quackity salió de su clase y se encontró con sus dos amigos, Samuel, un alfa de otro grupo y Fargan el cuál era de primer año.

— Vamos, Quackity, la cafetería se llena— El pelinegro asintió sonriendo y se dirigieron hacia su destino.

Cuando encontraron una mesa donde sentarse, Vegetta, el mayor del grupo sacó la comida que traía para él y para sus amigos. Él y los menores habían llegado a un acuerdo, Quackity le ayudaba con cálculo y Samuel le traía comida todos los días, y Fargan... Buenos él era el favorito del alfa así que se la traía sin nada a cambio.

— ¿Qué nos trajiste hoy Vegetta?— Quackity preguntó lamiéndose los labios, su amigo era un estupendo cocinero.

— Quise experimentar y cociné comida mexicana— Quackity y Fargan se emocionaron como niños pequeños ante lo dicho.

El alfa pelinegro les dió a cada uno su comida. Los tres habían comenzado a comer cuando los ojos de Vegetta se iluminaron y se quedó embobado.

— ¿Qué pasa Vegetta?— preguntó Fargan con medio taco en la boca y tratando de buscar al o la responsable de la mirada boba del mayor.

— Miralo Fargan... Tan bonito— contestó hablando melosamente el alfa.

— ¿De quién hablas?— preguntó ahora Quackity.

— De ese lindo omega— Samuel señaló disimuladamente hacia una mesa algo alejada de ellos. El corazón de Quackity se aceleró al ver al hermoso omega castaño junto a sus dos amigos—. Es tan bonito, con un olor delicioso— Quackity volteó a verlo lentamente.

— ¿De quién estás hablando?— preguntó desconfiado.

— Del chico más hermoso de esa mesa, ¿No lo ves?

Los celos invadieron a Quackity.

— ¡¿Te gusta Luzu?!— dijo de forma enojada— ¿Cómo pudiste? Él me gusta a mi.

Samuel lo miró confundido.

¿Qué? ¿De quién demonios hablas niño? Yo ni siquiera conozco a ningún Luzu, estaba hablando de Rubén, el bonito chico de ojos verdes— respondió molesto Vegetta, Quackity se tranquilizó y se apenó.

— L-Lo siento Vegetta... Yo pensé que...

— Pensó que hablabas de su eterno enamorado—. David respondió por él.

— Ahh... Entiendo— Vegetta colocó una sonrisa en su rostro—. ¿Quién es, Quackity?— el alfa pelinegro señaló con disimulo a Luzu, el cual estaba platicando con Mangel, su otro amigo— Ohh el que está al lado de Frank, el novio de mi primo.

Quackity asintió lentamente.

— Se llama Luzu entonces— el menor volvió a asentir— ¿Y por qué no le hablas?— preguntó entusiasmado Vegetta.

— No puedo... Me aterra.

— Por favor, se vé inofensivo, no creo que te muerda... A menos que tu quieras.

— N-No es eso... Es solo qué es demasiado lindo para mí— dijo Quackity con todo triste.

— Bah, esas son estupideces Alex Quackity, tú eres guapo y créeme que si fuera omega o beta me dejaría marcar por tí— Quackity comenzó a reír ante el comentario de su amigo—. Quiero que vayas y le hables.

El pelinegro se puso pensativo.

— Si tú le hablas al tal Rubén, yo le hablaré a Luzu— el mayor puso una cara de pánico que escondió poco después y la reemplazo por una sonrisa.

— De acuerdo, le hablaré—. Vegetta se paró de su lugar.

Los dos menores lo miraron sorprendidos. Samuel llegó a la mesa de los tres omegas y se sentó al lado de Rubén, este lo miró con una cara nerviosa y confundida. Después de un par de palabras Rubius sonrió mostrando un leve sonrojo, los otros dos omegas miraban la escena expectantes al al igual que Fargan y Quackity. Unos cuantos minutos después Samuel regresó a la mesa con sus amigos.

— ¿Qué le dijiste?— preguntó Quackity.

— Le dije "perdón el atrevimiento, pero simplemente tenía que felicitarte por haber ganado las nacionales de matemáticas y también que tienes unos lindos ojos verdes"— respondió alegre—. También le pregunté si algún día le gustaría salir conmigo.

— ¿Y qué te dijo?— preguntó Quackity atento.

— Me dijo que sí, pero vamos, ¿Quién me diría que no?— dijo Samuel con aires de grandeza.

Sus dos amigos soltaron una risa burlona.

— Ahora es tu turno Quackity, si para mañana no le has hablado a Luzu, le diré yo mismo que babeas por él.

Quackity entró en pánico.

— No podrías Vegetta... No serías capaz.

— ¿Ah no? Pruebame— dijo de forma retadora antes de meterse un taco a la boca y comenzar a masticar.

Quackity perdió el hambre de repente y alejó sus tacos, cosa que Fargan y Vegetta aprovecharon y se adueñaron de la comida restante.

El pelinegro volteó a ver al omega, el cuál escuchaba expectante a su amigo mientras que este les decía lo opuesto que era aquel alfa pelinegro que llegó a verlo.

El omega sintió una fuerte mirada sobre él y volteó a ver, Quackity y Luzu cruzaron miradas por unos breves segundos, los dos desviaron sus miradas rápidamente y se sonrojaron.

Luzu se ocultó detrás de su amigo y le susurró algo en el oído. El otro omega lo volteó a ver de manera nada discreta y después soltó una risita codeando a su amigo, haciendo que su sonrojo incrementara y el de Borja también.

Quackity se jaló el pelo con frustración pensando en una manera de acercarse al menor. Definitivamente le tenía que hablar a Luzu o si no Vegetta arruinaría todo.

Rubius podría ser tranquilamente yo jahs

Chau, beso💋