꧁_•𝑇𝑢 𝐵𝑒𝑙𝑙𝑎 ☪ 𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎•_꧂

Capítulo 4. Sasuke, ¡Encuentra a Naruto!

No había pasado mucho tiempo, tan sólo una semana. Fugaku y Minato se encontraban muy preocupados por la desaparición de Naruto, nuevamente volvieron a hacer la denuncia con la policía, pero...

"Hacemos todo a nuestro alcance"

Era la respuesta cuando alguien pedía información si había algún avance en la investigación para encontrar a ese rayito de sol perdido.

Mikoto intentaba tranquilizar a Kushina innumerables ocasiones, y sí, ella misma tampoco estaba tranquila porque su amiga de la infancia perdió a su único hijo. Ni la misma Mikoto se atrevía a imaginar el dolor si llegaba a perder uno de sus hijos.

—Naruto... -suspiró Minato con gran pesar. Estaba pero muy preocupado— ¿Dónde estás?

—¡Minato! —Uchiha padre entró como Juán por su casa al despacho del blondo sin tocar la puerta.

—Discúlpeme señor Namikaze, el señor Uchiha insistió. —se disculpó la secretaria de Minato.

—Puedes retirarte. —Minato pidió que cerrara la puerta y la secretaria se marchó.

—Esto es grave —comentó Fugaku. Se acercó al escritorio del rubio y tomó asiento—. Las noticias vuelan, Sasuke no puede detener los rumores... —comentó Fugaku, mientras intentaba mantener la calma.

—Nadie puede evitar los rumores —agregó Minato. Se puso de pié y tomó una de las botellas de vidrio que adornaban el estante, tomó un vaso de vidrio con grabado y se sirvió el líquido que yacía en la botella—. No quiero sonar grosero —tomó asiento nuevamente—. Tu hijo estará bien, sólo son... rumores —se mantuvo sereno—. Sin embargo, es mi hijo quien está desaparecido. —lo fulminó con la mirada

—¿Y no te has puesto a pensar que huyó del compromiso? —cuestionó Fugaku con algo de molestia, el solo imaginar que el chico se haya arrepentido del compromiso solo para pasarle factura a la familia Uchiha, con ayuda del poder de su padre, lo estaba carcomiendo por dentro.

—Imposible —respondió—. Lo tiene todo, ama a tu hijo y... es heredero de todo en la familia Uzumaki-Namikaze. —agregó seguro de sus palabras— Si lo piensas a detalle... ambos ansiaban con la boda —le dió un trago a la bebida—, tantas veces intenté persuadirlo para no casarse pronto. Si Naruto escapó... estoy seguro que algo sucedió entre él y Sasuke.

—¿Qué estás insinuado Namikaze? —le dió al rubio una mirada asesina.

—Sólo digo que, si Sasuke tuvo algo que ver con la desaparición de mi hijo... Me importará poco nuestra amistad de años, nadie le hace daño a mi hijo mientras yo esté con vida. —amenazó Namikaze. Luego cambió su semblante asesino a uno más amigable—. ¿Gustas? —le ofreció de su bebida al Uchiha.

Por su parte, el contrario no sabía que hacer «Es tan gentil, tan amable, tan considerado... siempre termino olvidando lo doble cara que es» pensó, casi sin darse cuenta terminó aceptando.

Namikaze le acercó un vaso de vidrio con grabado NM y le sirvió bebida.

—Tengo Ron también —informó el rubio.

—Así está bien. —respondió el castaño. Y le dió un trago. De inmediato miró la bebida que pensó era alcohol—. ¿De verdad?, ¿Jugo de manzana? —cuestionó al rubio quien sonreía amigable.

—Sabes que no tomo, ¿no? —lo miró y se volvió a su semblante serio—. Si es todo, te pido que te retires. Tengo mucho trabajo por hacer.

—Entiendo. —terminó por beber el jugo y se marchó del despacho.

—Que desagradable. —su mirada se convirtió en una llena de desagrado y odio con intensiones asesinas. Sacó una botella negra y se sirvió de la bebida «Yo no tomo...» Sonrió «No tomo decisiones apresuradas».

—Señorita Han, cancela mis citas de la tarde. Voy a salir. —le llamó a su secretaria.

—Entendido Namikaze-San. —respondió ella.

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Itachi salió del trabajo y de inmediato se apresuró a llegar a su departamento, pues sabía que alguien lo estaría esperando.

—Llegué. —saludó Itachi.

—Bienvenido. —saludó el blondo— ¿Te das un duchazo o primero cenas? —le cuestionó al Uchiha y se apresuró a terminar la cena.

—Iré a bañarme primero. —le sonrió el azabache.

Llevaban una tranquila relación propietario-inquilino, bueno, Itachi no quería ese tipo de relación con el blondo pero no obligaría al blondo a algo que no quiera. Posiblemente y extrañe a su hermano, ¿no?

Itachi solía trabajar desde casa para pasar más tiempo con Naruto, de vez en cuando debía trabajar de manera presencial cuando eran asuntos muy importantes. Por otro lado, Naruto se quedaba en casa ayudando con las tareas del hogar y cosas así. Nunca se sintió solo, pues compañía no le faltaba, y cuando el azabache trabajaba, él solía irse a pasear por ahí, disfrutando de la bella Italia.

—Gracias por la comida. —Itachi se levantó y fue a lavar los platos. El blondo sólo miraba al azabache moverse de un lado a otro.

—«No puedo creer que sean hermanos...» —pensaba Naruto al recordar como era la actitud de Sasuke, su traición y sus mañas...

No era de mostrarse preocupado por nadie, a todos los trataba como basura, siempre yendo a los lugares más recorridos por los ricos y caminar con aires de grandeza. Ni siquiera se mostraba cariñoso con Naruto, entonces ¿Qué fue lo que enamoró a Naruto? Ni el mismo blondo lo sabía. Apenas se había dado cuenta de que su ex prometido no era más que un niño de mami, pero mimado a más no poder. Y es que a Sasuke, en su receta de "Ser hombre" le faltaron huevos.

En cambio Itachi, él se sabía la receta hasta con los ojos cerrados y ningún ingrediente le faltaba... Él era atento, considerado, amable, benevolente, respetuoso, pensaba bien las cosas y lo que quería. Siempre mostraba interés por cada cosa que el blondo le contaba, incluso por las cosas que el blondo no quería recordar. Nunca usaba malas palabras, o tal vez sí, pero nunca las dice frente a una persona. A pesar de tener para tirar, siempre se mostraba humilde y ayudaba en lo que pudiera...

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Mientras tanto, en la casa Uchiha...

Fugaku llegó un poco alterado a su casa, llegó buscando a Sasuke pero Mikoto le dijo que no estaba que había salido.

—¿A dónde va este muchacho todo el tiempo? —Uchiha padre no estaba contento en lo absoluto.

—¿Qué sucede cariño? —cuestionó Mikoto.

Fugaku le contó a su esposa lo sucedido en su repentina visita con Namikaze. En un principio la azabache no lo creyó...

—No la molesten... —pedia un joven Namikaze de 16 años de edad. Este chico había ido a defender a la indefensa Mikoto de 15 años.

Ese recuerdo le llegó a la mente, nunca supo lo que sucedió con esos chicos, un día simplemente llegó a la escuela y vió que esos niños que en un principio la molestaban le estaban echando montón a Kushina _de quien tiempo después se hizo su mejor amigo_, uno de ellos le había partido el labio a la pelirroja y Namikaze no se quedó de brazos cruzados.

—No, si es capaz. —afirmó a su marido al recordar aquel suceso que terminó en desgracia para aquel montón de niños.

Pronto llegó Sasuke y cual presa fuese, Fugaku no perdió la oportunidad y atacó.

—Sasuke, ¡debes encontrar a Naruto! —exigió el mayor. Le contó lo sucedido con Namikaze, evitando dar muchos detalles y quitando la doble cara del rubio— Minato-san cree que tuviste algo que ver con la desaparición de su hijo. —agregó.

—Ya veo —el joven azabache respondió casi inaudible y bajó la cabeza.

—Estoy completamente seguro que no es así —comentó el mayor.