LA INVITACIÓN

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[Imperio de Occidente]

En el campo de entrenamiento del palacio imperial se encontraba el príncipe Kai practicando arduamente junto a los demás caballeros y sus amigos.

¿Porqué siempre gana su alteza imperial? La verdad es que nunca lo he visto perder —preguntó con notoria curiosidad Cadel él joven primo de el príncipe Kai.

Eso es muy fácil de responder Cadel, su alteza es él heredero imperial, ha sido entrenado toda su vida para ser el mejor —Admitió el duque Dedrick quién es hijo de el duque Ergi y una joven dama que frenó a su padre de las innumerables aventuras amorosas.

Cadel, Dedrick tiene toda la razón aunque prefiero más la diplomacia, pues es mejor dialogar a iniciar alguna guerra sin sentido —Comentó sereno el príncipe de Occidente— Bien saben ustedes que cuando no estamos en algún evento pueden llamarme simplemente Kai.

Sabemos eso con certeza Kai, pero personalmente me parece una falta de respeto dirigirse de esa manera hacia una persona tan importante cómo lo es usted —Ahora el que hablaba era Akiro, el hijo de Mckenna y de una de las damas de compañía de la emperatriz Navier.

Akiro, sí su alteza imperial nos dió una recomendación ¿Quienes somos nosotros para negarnos? -dijo jocosamente Dedrick.

Primera cosa en la que tienes razón Dedrick —rió Cadel al ver cómo el de ojos azules fruncía el ceño.

¿Disculpa? Yo siempre tengo la razón dijo el oji azul fingiendo indignación.

Consideró que es mejor que continuemos practicando manifestó el pelinaranja a los demás.

-Aguafiestas -Criticó Cadel al de ojos oliva.

El joven príncipe simplemente observaba la interacción de sus amigos y reía, ellos siempre sabían como ponerlo de buen humor aunque a veces fueran demasiado pesados y un tanto fastidiosos, pero les tenía aprecio.

Los caballeros continuaron practicando toda la tarde mientras contaban chistes y anécdotas. Entre risas, disputas y juegos pasó volando el tiempo, para cuando se dieron cuenta ya era de noche.

El heredero al notar que ya había oscurecido se percató de algo y un tanto preocupado le preguntó a sus amigos.

¿Que día es hoy?

dieciséis de Diciembre Contestó el oji azul.

No, idiota de la semana, ¿Qué día es? —reiteró el rubio.

Ahhh, ni idea Confesó el de cabello cenizo.

Sí no estoy mal, es miércoles Admitió el de cabellos naranjas.

Por Dios voy tarde, los veo mañana me tengo que retirar Se despidió un tanto cortante el de ojos violetas.

¿Se puede saber que sucede? Preguntó Cadel, pero el príncipe Kai ya se había ido, dejando a todos los presentes un tanto confundidos.

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Se encontraba el príncipe Kai corriendo por los largos pasillos del palacio imperial, pues se le había hecho tarde para ir a cenar junto a sus padres y su hermana. Su padre lo iba a regañar de eso estaba seguro pues siempre cuando se equivocaba aunque fuera por lo más mínimo su padre siempre le refutaba.

𝕰𝖓𝖙𝖗𝖊 𝖎𝖒𝖕𝖊𝖗𝖎𝖔𝖘  ¿𝕳𝖔𝖓𝖔𝖗 𝖔 𝖆𝖒𝖔𝖗?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora