Capítulo 14.

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Narra Franky.

Me subí a mi moto, cabreado con mi padre, cabreado con el mundo, arranqué y antes de que saliera corriendo noté como alguien se subía en la moto y se aferraba a mi por la cintura.

Megan tenia cara de preocupación.

–Bajate –dije con voz cansada–.

–No –dijo ella–.

–¡Que te bajes! –le grité con toda mis fuerzas –.

–¡Que no! –gritó ella, haciendo que me sorprendiera–.

Apreté el acelerador y salí de aquel horrible lugar, me fui a casa de un amigo, donde estaban de fiesta, nada más llegar comencé a beber copas mientras Megan me miraba preocupado.

–¿Qué te pasa? –preguntó–.

–Nada –susurré–.

Me dirigí al baño, dónde comencé a esnifar cocaína y después fui a por un porro de marihuana para colocarme, esa noche quería aislarme del mundo.

Narra Megan.

Franky me tenia preocupada, se le notaba que iba hasta arriba de drogas y de alcohol, vino hacia mí y comenzó a reírse sin sentido alguno para después atrapar mis labios entre los suyos, lo intentaba apartar, pero no podía, él era más fuerte que yo.

Le dejé que me besara, no me molestaba que lo hiciera, pero no me gustaba que lo hiciera en esas condiciones.

Desapareció de allí, me quedé sentada en uno de los sofás de aquella enorme casa y se me acercó un chico, probablemente tan colocado como Franky, salí de allí corriendo para buscarle, me quería ir de allí.

Comencé a andar por la casa, hasta subir a una tercera planta, dónde me lo encontré tirado en el suelo y apoyado contra la pared, sangrando abundantemente por la nariz y por la boca. Sentí pánico.

Comencé a gritar y enseguida vinieron algunos de los amigos de Franky, comenzaron a intentar despertarle, pegándole golpes suaves en su rostro, que se iban intensificando al ver que no despertaba.

–¡Llamad a una ambulancia! –gritó uno de ellos–maldito Franky, ¿¡ en qué demonios piensas!? –gritó esto último mientras traqueteaba a Franky–.

Sólo recuerdo que todo pasó tan rápido, sentí muchísimo miedo, pensé que él iba a morir, pero la ambulancia llegó a aquella casa y le consiguieron despertar.

Me fui con él en la ambulancia y mientras llamé a Ben.

*Llamada telefónica *

–¿Qué pasa Megan? –preguntó al descolgar–.

–Ben, estamos camino al hospital...Franky ha tomado drogas y alcohol, tiene una sobredosis –dije mientras me temblaba la voz–.

–Enseguida estoy allí, no te preocupes –dijo desde el otro lado del aparato–manten la calma.

–Si –dijo Megan temblando–.

Uno de los enfermeros que iban en la ambulancia comenzó a revisar mis ojos, para ver si yo también me había drogado.

–Ella está limpia –dijo éste a su compañero–.

–¿Qué ha tomado? –me preguntó uno de ellos–.

–A estado bebiendo mucho y fumando marihuana, también creo que ha esnifado cocaína.

–Demonios –susurró uno de ellos– debemos limpiarle la sangre, y un lavado de estómago, es probable que haya tomado éxtasis, las otras drogas no crean este sangrado.

Sam & The StormsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora