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Cuando vimos a Dulce y Leo, se estaban besando y yo no lo podía creer.
- Lo siento, por un momento olvide que veníamos todos. - Dijo Leo
- Bien, entonces quédate con tu novia, adiós.
- Espérate Melissaaaa.
Mientras me alejaba de Leo no podía evitar sentir enojo y tristeza.
- Hey, lamento que vieras eso. - Dijo Sara
- Si quieres hablarlo, con gusto Meli. - Dijo Miranda
- No se preocupen, estoy bien.
- ¿Saben que? Vámonos de fiesta, puede que conozcas a alguien mejor. - Dijo Sara
- Siiii, vamos, por favor Meli - Agrego Miranda.
- No creo que conocer a alguien sea algo bueno, pero está bien, le llamaré a mi hermana.
- Esooo. - Dijo Sara
- Siii. - Dijo Miranda
Mientras marcaba a la casa, esperaba que no fuera mi papá quien respondiera el teléfono.
- Bueno. - Contesto Sam
- Hay que bueno que eres tú Sam, dile a mis padres que llegaré un poco tarde.
- Ya vas de loca de seguro.
- Solo avísales y ya.
- Okey tranquila, bay. - Dijo Sam y colgó
- Vámonos a divertir chicas.
Momentos después llegamos a un tipo bar.
- Me gusta mucho este lugar. - Dijo Sara
- Vamos a bailar, corran. - Dijo Miranda
- Vamos antes de que se enoje por estar bailando sola. - Dije riendo
- Vamos. - Dijo Sara
Mientras estábamos bailando note que un chico con cabello café, ojos cafés y linda sonrisa, no dejaba mirarme, pero seguí bailando sin importar nada hasta que...
- Hola, soy Matthew.
- Hola Matthew, soy Melissa.
- ¿Quieres bailar conmigo?. - Pregunto Matthew
- Si, porque no.
Todos estuvimos bailando juntos, pasándola increíble, yo en parte estaba nerviosa ya que Matthew era un chico super atractivo, pero igual, no me puede gustar, solo lo veré aquí y ya.
- Debemos irnos Meli. - Dijo Sara
- Si porque si no mi mamá me mata. - Agrego Miranda
