Emote pera

Chapter -

12 de diciembre de 2114, el cielo una vez más se encuentra tapado por una gran cantidad de nubes grises que amenazan contra la libertad de la humanidad.

De hecho, las personas que caminan por las calles de la monótona ciudad nunca han podido ver el color del cielo.

Para ellos el cielo es gris.

Solo gris.

[9:24 AM]

Las calles de la ciudad se encuentran vacías, no hay ningún alma que haya salido al exterior a hacer su vida cotidiana todavía.

A estas horas la mayoría de las personas se encuentran aún en sus casas, durmiendo, desayunando.

Sin embargo, la que parecía simple normalidad se vio interrumpida por un gran destello que conectó el cielo con la tierra.

Una gran línea vertical unía los dos extremos brillando con gran intensidad desde lo más alto.

Las nubes cedieron y abrieron paso a tal rayo de luz de tonalidad amarillo crema.

Un sonido lineal y constante invade los rincones de la ciudad y junto a él, una explosión hace temblar los edificios.

Era como si el cielo estuviera desatando toda su ira contra la humanidad.

Como si un cañón... No, algo mil veces más poderoso que un cañón, hubiera disparado hacia la ciudad.

Los cristales de todas las ventanas alrededor estallaron de forma instantánea y la onda expansiva del estallido se abrió paso por la ciudad.

.........

.....

El silencio se hizo presente.

¿El cielo dió un aviso a la humanidad?

No, este no era el final...

— "¿Qué es eso?!"

Alguien exclamó desde el interior de uno de los edificios que habían sido golpeados por la onda expansiva.

La humanidad ya lo sabía...

Durante años, la humanidad fue el único ser inteligente que gobernó sobre la Tierra.

Con su inteligencia, su capacidad de razonamiento y de análisis rápidamente se convirtieron en el animal más alto en la jerarquía de la dominación del planeta.

Desarrollaron tecnología, adquirieron conocimiento, cualquier animal por debajo podría considerarlos como dioses.

Y sin embargo, eso ahora eran solo los 'buenos tiempos'.

En la actualidad las ciudades a duras penas continuaban en pie.

Pero mientras las ciudades fuesen un lugar mínimamente habitable, la humanidad continuaría viviendo ahí.

A la espera... De que algún día vengan a su caza.

Lo que parecía ser una silueta humanoide comenzó a descender del cielo.

Conforme iba acercándose cada vez más al suelo, la forma humanoide pasaba a ser la de un ser robótico mucho más alto que un humano promedio.

Descendía a una velocidad lenta y despreocupada.

Finalmente, la silueta que ahora era un ser metálico tocó la superficie de la gran ciudad.

Su gran armadura reflejaba la poca luz que llegaba a iluminar el suelo.

Su imponente figura transmitía instantáneamente peligro.

En el lado izquierdo de su pecho tenía un estampado con letras blancas genéricas que decían "B-root".