Eliminar a un humano es algo demasiado sencillo para un B-root.
Como si de un insecto se tratase.
Los humanos son tan débiles, mientras que los B-root son duros como la piedra.
Tan solo...
Un poco de presión sobre el cuello.
Con la suficiente fuerza el B-root podría partir por completo el cuello de cualquier humano y deshacerse de él.
El B-root empezó a presionar.
— "Akgh..."
La respiración de Chloe se cortó, su expresión era la de una persona luchando por resistir.
— "¡¡Hey!! ¡Ven por mí! ¡¡Déjala!!"
Ethan busca algo con lo que poder atacar al B-root.
Agarra piedras del suelo y las lanza hacia la espalda del B-root.
Es como si ignorase por completo su presencia...
La impotencia de Ethan se reflejaba en sus ojos como la ira y el enfado manifestándose en persona.
— "¡¡¡Detentee!!! ¡¡MALDITA SEA, DETENTE!!"
— "E-E...th-an..."
Con la suficiente fuerza, el B-root podría acabar con cualquier ser humano que tuviera entre sus manos.
En un mundo tan injusto como este, Ethan se preguntaba si estaba prohibido ser feliz.
Si estaba prohibido encontrar la felicidad incluso viviendo bajo la miseria...
— "Maldita máquina, los odio, los odio, los odio, malditos, MALDITOS..."
Sosteniendo una barra de hierro que encontró en los escombros, Ethan golpea con todas sus fuerzas la espalda del B-root.
Sin mostrar la más mínima reacción, como si supiera, como si pensara...
El B-root simplemente no reaccionó, su prioridad estaba en Chloe.
¿Por qué Chloe?
¿El B-root sabía que eso destruiría mentalmente a Ethan?
¿Los B-root pueden pensar en ese tipo de estrategias?
Siempre que el cielo se conecta con la tierra hay desgracias.
Siempre hay muertes.
Este mundo no está hecho para ser feliz, sino para intentar encontrar constantemente la felicidad.
¿Pero es eso algo real?
Ethan continuó golpeando con desesperación la espalda del B-root esperando que en algún momento se detuviera.
— "¿Puedes oírlo...?" La mente de Chloe empezaba a delirar, escuchando voces que nunca estuvieron ahí.
Las manos de Ethan dolían, su desesperación llegó hasta el cielo.
Y por casualidad o por destino, el cielo oyó.
Desde lo más alto se rasgó el permanente gris que limitaba la libertad de los humanos.
Se abrió paso y dejó ver lo que se encontraba más allá de las nubes.
Como si alguien hubiese rasgado el cielo, en cuestión de segundos apareció una gran grieta que se manifestó sobre todos los mortales.
Una luz brillante como el propio sol abrazó al mundo, y el mundo admiró.
Incluso los B-root se detuvieron por completo para alzar sus cabezas y tratar de comprender lo que estaba aconteciendo.
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Emote pera
Science FictionTras la invasión, los «Emote pera» fueron la única esperanza para la humanidad, cuando estos desaparecieron todos se vieron indefensos ante sus nuevos cazadores. Ethan y Chloe, viendo diversión en el problema deciden experimentar con el enemigo y re...