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Sus pasos eran pesados, aburrida mientras hacía su bento y el de su hermano, quien se encontraba leyendo algo en su teléfono sentado en el sofá.

- ¡Date prisa, tengo que ir a clase! - Le grito irritado por la tardanza, haciendo que la pequeña chica solo asintiera en respuesta.

- Lo lamento, hermano. - Hablo en un susurro tímido después de un rato, entregándole su almuerzo envuelto en un bonito pañuelo.

Este lo tomó con mala cara y lo metió en su mochila.

- Entonces me largo ya, si llego tarde será tu culpa. -

- Sí, mañana me levantaré más temprano para cocinarlo. - Hizo una leve reverencia, deseando que se fuera de una vez.

- Al menos sabes lo que tienes que hacer... - Se dirigió a la puerta, pero paro para mirarla. - Por cierto, el entrenador de fútbol te buscará hoy. - Dijo sin más, confundiendo a la menor.

- ¿Puedo preguntar por qué? -

- Estos últimos dos años he sido mánager del equipo de fútbol, ahora que formó parte de los jugadores dijo que necesita una mánager, pero la mayoría tienen clubs ya escogidos y las de primero no pueden tomar tanta responsabilidad. Así que le dije que tú lo harías. -

- Pero... yo tengo un club también - Lo miro mientras apretaba sus labios incómoda. - No creo poder, perdón. -

- Kaori, no me importa si tienes club o no, tienes que cumplir con tus responsabilidades. -

- Pero... - Iba a quejarse, pero al ver el ceño fruncido de su hermano solo bajo la cabeza. - Lo siento hermano, yo ayudaría, pero en ese campo habrá muchas personas sudando y sabes que yo... - Fue interrumpida.

- Siempre te estás quejando por lo mismo. - Abrió la puerta. - Solo eres una cobarde que inventa enfermedades mentales como escusa, una loca, deja de manipular a los demás, como no te vea ahí a la hora del entrenamiento ayudando al entrenador le diré a mamá y a papá que desobedeces a tu hermano mayor. - Dijo sin más, para luego cerrar la puerta de un portazo.

La chica lo vio salir para luego suspirar, subió al piso de arriba y se dio una ducha rápida para quitarse el olor (inexistente) a comida, tomó su mochila y también salió de casa, yendo por un camino distinto, pues su hermano odiaba que la vieran junto a él.

La chica lo vio salir para luego suspirar, subió al piso de arriba y se dio una ducha rápida para quitarse el olor (inexistente) a comida, tomó su mochila y también salió de casa, yendo por un camino distinto, pues su hermano odiaba que la vieran ...

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- ¿Entonces que hiciste este fin de semana Kaori? - Pregunto una de sus compañeras acercándose más a ella, hablando encima del bento de la chica.

¿Su saliva habrá caído dentro? ¿Quizás algún tropezón de su comida también? Revisó el arroz, no había nada, volvió a mirar a su compañera y luego de nuevo el arroz para comprobar que había mirado bien, ¿cuántos nuevos gérmenes habría ahora en su comida?

- ¿Kaori? - La miro extrañada por no tener respuesta, aunque estaba acostumbrada a ese comportamiento de la peliblanca.

- Ah... disculpa. - Se rascó la mejilla nerviosa, las chicas no le solían hablar, pero era su segunda semana de clases y la chica nueva que se había mudado le había empezado a hablar el anterior jueves. - Realmente no he salido a ningún lado...-

Clean - Chigiri HyomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora