'tis the damn season - 5SOS.

01 - Back home.

03 de Diciembre, 2019.

Neva's pov:

Estaba de vuelta en mi ciudad natal, necesitaba reconectar con mis raíces.

Había hablado con mis padres, ellos me convencieron para volver por unas semanas, me iría después de año nuevo.

Se preguntarán, ¿Qué ha pasado en los últimos años?
Bueno, les cuento.

Hace unos años, después de la gran discusión, decidí salir de la ciudad y mudarme a Nueva York, estaba viviendo en un pent house sola, mis vecinas se habían convertido en mis amigas y mi carrera estaba en la cima del éxito.

Había publicado por fin mi primer libro hace unos años, típico libro de coming of age en donde todos son felices pero llega un punto en el que se desmoronan sus vidas, se separan y después de un tiempo el grupo de amigos vuelve a estar juntos.
Supongo que eso fue lo que siempre quise que pasara.

El libro fue un éxito y tiempo después fue adaptado a una película, de las películas más taquilleras en 2017, sigo sin creerlo.

Mi segundo libro estaba en proceso, he estado en bloqueo escritor desde hace un tiempo, mi manager y la editorial habían entendido al principio, pero ahora comenzaban a presionarme un poco para sacar mi próximo libro.

Así que les pedí vacaciones, les prometí venir con una idea buena y al menos la introducción escrita para mi nuevo libro, ellos aceptaron.

Por eso estoy en este momento llegando a casa de mis padres.

¿Cuánto había pasado? ¿4 años? ¿Tal vez 5? Dios, no tenía ni idea pero desde ese día no había vuelto, mi madre me dijo que no había movido mi cuarto de infancia desde que me fui, lo cual me parecía adorable.

Estaba estacionada afuera de la cochera de mis padres, iba a saludarlos primero y luego les pediría que me ayudaran a meter mi camioneta, puede sonar algo tonto, pero mi papá acaparaba todo el espacio con su auto mal estacionado.

Exhalé el aire que estaba reteniendo con los ojos cerrados tratando de calmarme, no podía mentir, estar aquí me ponía de nervios.
Abroché mi chaqueta y bajé de mi camioneta, estaba helado.

- ¡Calum, ven por tu maleta holgazán! No pienso bajarla de nuevo - espera.

- ¡Ya voy, papá Michael! - no puede ser.

Me quedé helada escuchando la conversación, ¿Por qué mierda se mudaron en frente? Ellos tenían su propio departamento.

Tranquila, tranquila, no te van a reconocer, no los vas a ver, tranquila.

Caminé con prisa a la puerta de mis papás, toqué con fuerza y segundos después mi madre abrió.

- ¡Neva, mi vida! ¿Cómo estás, mi niña? - sus brazos me envolvieron en un cálido abrazo, necesitaba esto.

- Hola ma, todo está muy bien, frío pero bien - dejé un beso en su mejilla y luego me adentré a la casa.

- ¡Hola hija! ¿Qué tal el camino? - mi papá se levantó del sillón y me recibió con un abrazo de igual manera.

- Todo tranquilo, hay un café excelente en la carretera, tienen los mejores pastelillos rellenos, algún día los voy a llevar - me quité mi chaqueta y la colgué en el perchero.

Estuvimos un rato hablando en la sala, extrañaba lo cálida que era mi casa, los muebles de madera y los sillones viejos, todo era demasiado cómodo, en cualquier momento iba a caer del sueño.

Mamá nos preparó la comida, una sopa de fideos caliente con chuletas de carne bañadas en salsa de aguacate, extrañaba la comida de mamá.

Al terminar de comer obligué a mi papá a mover su carro para poder estacionar mi camioneta en la cochera, salió con pereza de la casa y entró a su carro, mamá prometió prepararnos chocolate caliente y darnos galletas de chispas de chocolate al volver a casa, sentía como si estuviera viviendo mi infancia de nuevo.

Me coloqué mi cinturón de seguridad una vez estaba adentro de mi camioneta, odiaba el sonido que hacía cuando no te lo ponías.
Esperé a que mi papá terminara de estacionarse para hacerlo yo.

Comencé a mover mi camioneta y la acomodé perfectamente, con un poco de ayuda de papá, solo necesitaba retroceder para terminar todo e ir a comer galletas adentro, entonces los ví.

Iban saliendo de casa, bromeando como siempre, se veían totalmente diferentes pero al mismo tiempo es como si no hubieran cambiado nada.
Ashton tenía el pelo negro, sus ojos resaltaban más que nunca, Calum tenía el pelo casi rapado y teñido de azúl, las arrugas de sus ojos eran más prominentes, Michael ahora tenía el pelo rubio y podía notar sus mejillas sonrojadas desde el otro lado de la calle, y Luke, Luke tenía el pelo más largo y al fin había dejado de alisarlo, sus rizos eran notorios.

Me había quedado sin aliento, estaba en un trance, el cuál fue interrumpido por mi papá sonando la bocina del auto.

- ¡Vamos Nev! ¿Qué esperas?, Ya quiero comer galletas - bajó del carro y rió por mi cara de asombro.

Volteé hacia adelante y los ví mirándome, todos teníamos cara de susto.

Retrocedí rápidamente y acomodé la camioneta en su lugar, me quedé viéndolos en completo shock, no me podía mover, mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas y mi respiración se aceleró.

Sacudí mi cabeza y bajé de la camioneta, le pedí a mi papá que cerrara la cochera y les dí la espalda, no soportaría verlos ni un segundo más.

Entré a la casa y me desmoroné en el sillón, mamá me abrazó preocupada y al entrar, mi papá entendió todo. Hablamos un poco y me ayudaron a calmarme, mi papá sugirió ver una película mientras comíamos galletas y justo eso hicimos.

El resto de la tarde la pasamos juntos viendo pelis hasta que llegó la hora de la cena, decidimos pedir una pizza y después de cenar, fuimos a dormir.

Sonreí al entrar a mi cuarto, todo seguía igual, las fotos, el color, la cama. Antes de ponerme la pijama me asomé a la ventana, tenía demasiado tiempo sin hacer eso y si mal no recordaba, amaba la vista de la luna que se veía desde mi ventana.

Ví la luna resplandecer, no estaba llena pero no faltaba mucho para que lo estuviera, sonreí y al sentir que alguien me veía comencé a voltear a todas partes, mi vista se posó en la casa de enfrente y me encontré con los ojos de Calum, me sonrió y me saludó con la mano, solo pude darle una media sonrisa y retrocedí en mi cuarto, cerré la ventana y apagué todas mis luces.

No estaba lista para hablar con ellos, no estaba lista para tener que afrontar lo que he estado evitando por los últimos cinco años.

Terminé de prepararme para dormir, de inmediato me metí a mi cama y quedé profundamente dormida. Mañana sería un nuevo día, planeaba salir a caminar y visitar los locales que tanto amaba cuando vivía aquí.

Solo espero que nadie interrumpa mi paz.