La cena.

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Aviso x:

No me acordaba de esta serie lol. ¡Hola! ví que últimamente está llamando de nuevo la atención, así que acá estoy. Alimentandolos, ahq :P dejando eso de lado, disponganse a disfrutar esta mamada. By the way, de ahora en adelante todo estará narrado en tercera persona por un narrador omni. Me da pereza hacer diferentes povs, si se necesitan serán aclarados

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Eran las 6:52 de la tarde. Un hermoso atardecer iluminaba de color naranjado fofo las calles de la ciudad de la eterna primavera. Un día tranquilo, con un clima hermoso. Los niños estaban en la calle jugando; unos jugaban con una pelota, otros jugaban en sus celulares Clash Royale, y otros hacían piques en ciclas como si de una carrera profesional se tratase. El ambiente estaba muy animado, y los bares estaban puteados porque era noche de clásico. Atlético Nacional se enfrentaba a su rival de toda la vida, el Independiente Medellín.

En uno de esos bares llenos de gente, se encontraba Gustavo Petro. Casualmente se le acercaban personas para hablar con él y preguntarle de politica, pero estamos hablando del barrio de Aranjuez. La gente estaba más concentrada con el partido que el hecho de que el politico estuviera sentado en la mesa más profunda del bar, jugando con el pitillo de su cerveza aguila light. Se le notaba ansioso, ya que constantemente checaba su reloj por la hora. De mientras, pasando el rato, se ponía a jugar en su Galaxy S9 recién compradito. A doce cuotas. Sin iva. Una chimba, ya que era de los celulares más recientes del momento.

De repente, todo el bar empezó a armar escándalo, cosa que llamó atención del mayor, quien se dispuso a intentar mirar que era todo el revuelo... Hasta que se dió cuenta de la razón de este. Su corazón se empezó a acelerar y su mirada se suavizó suavemente. 

Ahí estaba él.

Petro levantó su mano y la voleo varias veces para llamar la atención del menor, quién era la razón de todo ese escándalo. Tras unos minutos saludando a la gentuza que había por ahí, el más alto finalmente logró acercarse a la mesa dónde se sentaba su enemigo electoral, sonriendo.

- Muy buenas noches. - Saludó Duque, mientras le ofrecía un apretón de manos al contrario, el cual fue correspondido sin ningún tipo de problema.

- Buenas, buenas. - Respondió, una sonrisa de oreja a oreja dibujada en su cara, mientras se hacía a un lado, dejándole espacio al menor para que se sentara.

En cuanto Duque tomó asiento ambos hombres podían sentir las miradas de todo el bar encima de ellos. Algunos los miraban sorprendidos, otros simplemente disgustados, otros los miraban con buenos ojos. Si bien no era secreto que a pesar de todo ambos políticos se respetan mutuamente, nadie en ese bar sabían que ese respeto iba más allá de uno profesional.

Pasaron unos minutos y llegó una camarera, lista para atender a los caballeros, quienes no habían dicho ni una sola palabra mientras esperaban. Estaban en silencio, pero era un silencio raro...

No era un silencio incómodo. Era un silencio acogedor, como si solo con sus miradas se dijeran todo lo que querían decir.

Iván pidió una orden de seis empanadas de papa para él y una manzana Postobón. Mientras tanto, el mayor solamente se digno a pedir otra aguila light, gesto que hizo que el menor sonriera y rompiera aquel dulce silencio que envolvía aquella mesa en la esquina del bar.

- ¿No vas a comer nada? te ves flacucho. - Comentó Duque en un tono burlón, pero suave. Como si estuviera teniendo cuidado con sus palabras.

Petro sonrío y soltó una ligera risa, enseñando apenas los dientes. - Aún no tengo hambre, parchese, yo más tarde como. - respondió en el mismo tono irónico, no dándole mucha importancia al comentario del menor.

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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Un amor corrupto || DUQUE X PETRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora