Тікайте (Huir) [EN EDICIÓN]

[4]

☆☆☆

Una vez sale el Sol. Despierto a Teo y hago las presentaciones entre Luka y él. Ambos se muestran amistosos y, en cuestión de minutos, ya se llevan bien.

Antes de marcharnos, cojo un bidón de gasolina y lleno el depósito.

☆

La lluvia golpea, furiosa, los cristales de la camioneta. Mientras, los limpiaparabrisas hacen todo lo posible para permitirme ver bien. Me concentro en la carretera, ignorando la charla que están teniendo Luka y mi hermano.

De repente, me veo obligado a frenar de golpe. Un par de focos de luz roja han aparecido de la nada. Me doy cuenta de que se trata de otro coche. Intento dar marcha atrás, pero por el retrovisor veo que tengo otro detrás. Miro a Luka extrañado, él se encoge de hombros, no sabe a qué se debe. Sólo nos queda esperar y seguir al vehículo de delante.

☆

— Mierda— dice Luka.

— ¿Qué ocurre? — digo.

— Es un control— le dirijo una mirada confusa, no sé a qué se refiere—. Un control de carreteras. Demyan, son los rusos.

☆

Un soldado con una bandera rusa bordada en la manga izquierda de su uniforme nos pide que bajemos la ventanilla.

— Nombre, apellido y edad de cada uno.

— Demyan Yvanova, dieciséis años.

— Luka Olyinik, diecisiete años.

— Teo Yvanova, doce años.

Nos mira de arriba abajo y apunta algo en una pequeña libreta.

— Pasaporte.

Teo me pasa mi mochila y de un pequeño bolsillo saco el pasaporte. Luka y mi hermano me pasan los suyos y a su vez yo se los doy al soldado. Al parecer, comprueba si nuestras fotos y los datos que le hemos dado coinciden. Tras apuntar algo más, nos los devuelve y nos indica que podemos continuar.

☆

— ¿Qué hacían? — pregunta Teo.

— Se estaban asegurando de que no hay ningún soldado ucraniano infiltrado— responde Luka.

— ¿Por qué?

— Porque los quieren como prisioneros.

☆☆☆