11. No parpadees (Parte II)

43 1 0
                                    

Alec abrió los ojos a la mañana siguiente en la enorme cama de la habitación del Instituto, con Magnus aún durmiendo a su lado. Por un momento, desorientado y confuso había olvidado que habían acabado varados en el pasado, aunque era consciente de que se encontraban en una habitación del Instituto de Londres, no recordaba lo que había sucedido la noche anterior cuando se enfrentaron a aquel ser con forma de ángel. Sin embargo, cuando vio a Magnus dormido a su lado, tuvo conciencia de lo que había ocurrido, ya que la única razón para que a su novio le permitieran quedarse en el Instituto era que quienes lo dirigían eran sus amigos: habían sido enviados al pasado y la noche anterior Alec había conocido al antepasado de Jace, Will Herondale.

Al pensar en su hermano, el joven Lightwood tuvo un momento de terror. No sabía como afectaría a su vínculo haber viajado en el tiempo, al fin y al cabo, en 1880, que era donde Magnus creía que habían acabado aproximadamente, ni Jace ni él habían nacido. Rápidamente, comprobó su runa parabatai, viendo, aliviado, que seguía ahí y que no parecía haber sufrido ningún daño; tampoco se sentía diferente, así que podía asumir que Jace tampoco habría notado algún cambio, aún así, pensó que lo mejor era avisar a sus seres queridos lo antes posible, aunque nunca iban a tener la seguridad de que habían recibido el mensaje.

- Ese entrecejo arrugado... - se escuchó la voz somnolienta de Magnus - es el Alexander Lightwood que yo conozco y amo... ¿qué ocurre?

- ¿A parte de haber sido enviados al pasado y no tener muchas esperanzas de regresar a nuestro tiempo? - Medio bromeó Alec, relajándose un poco. - En realidad, estaba pensando en Jace...

Magnus alzó una ceja y lo observó de arriba a abajo.

- Como no... estamos en una situación que ni siquiera yo hubiera creído posible y sólo se te ocurre pensar en el rubio de bote - protestó Magnus, con tono algo celoso.

Alec se echó a reír y besó los labios de su novio con ternura y cariño.

- No seas bobo, estaba pensando en si esto habría afectado de alguna manera a nuestro vínculo parabatai - le explicó el nefilim, cuando sus labios se separaron. - La runa no ha desaparecido ni tampoco me he sentido extraño... puedo deducir que Jace tampoco lo habrá hecho.

- Es algo interesante y digno de estudio - comentó Magnus, sin salir de la cama. - En teoría, si no conseguimos regresar a nuestro tiempo, en el futuro estarás muerto, y en este año, Jace Herondale aún no ha nacido... Tessa ni siquiera está embarazada aún de James, y en cambio, el vínculo parabatai resiste.

Alec asintió y le dedicó una deslumbrante sonrisa; sin embargo en el fondo de su corazón estaba pensando en que si uno de los modos de romper el vínculo era que los parabatais estuvieran separados, qué podría ocurrir si tardaban mucho en regresar al futuro. Jace y él no sólo estarían separados en el espacio, sino en el tiempo, ¿podría su vínculo simplemente desvanecerse? El joven movió la cabeza, para deshacerse de esos pensamientos; no estaba solo en aquella situación, Magnus estaba con él y juntos podían solucionar cualquier problema... Al fin y al cabo, habían estado a punto de quedarse varados en el mismo infierno pero habían logrado salir de ahí casi ilesos.

"Al precio de los recuerdos y la inmortalidad de Simon", dijo una voz en su cabeza, pero se apresuró a acallarla, el precio podía ser excesivo, pero ellos siempre encontraban la forma de arreglarlo.

- ¿No deberíamos levantarnos e ir a desayunar? - Sugirió Alec, después de un rato de cavilaciones - Tessa y Will nos han acogido como si fuéramos de la familia, pero no me gustaría importunarles y además, deberíamos ir al Instituto de New York y encontrar la manera de dejar un mensaje para nuestros amigos.

Cazadores de Sombras: Las Crónicas de Malec (one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora